La habitación del bebé: paso a paso para decorarla y hacer de ella un entorno seguro y feliz

A la hora de pensar en la habitación del bebé, debes tener en cuenta que puede que tengas que mantener ciertos elementos de la decoración durante varios años. Así, lo más adecuado es empezar eligiendo la gama cromática que reinará en la habitación. Partiendo de la base de que la mayoría de cunas, armarios y mobiliario son de madera o blancas, puedes apostar por combinar el neutro por excelencia con otros tonos suaves, como el amarillo o el rosa pastel. Son apuestas seguras. También puedes decantarte por tonalidades más en tendencia, como un azul o un verde deslavado. Con complementos en beige que ayuden a subir la temperatura, conseguirás el entorno perfecto. 

Tras saber de qué tonos quieres decorar la habitación del bebé, decide cómo decorarás las paredes. ¿Papel pintado? ¿Pintura? ¿Un mural? Elige una temática o motivo y convierte la habitación en un lugar de ensueño. 

Al igual que en otras estancias de la casa, ten cuidado con los contrastes. Se trata de un espacio de juego, pero también de descanso, así que huye de colores y motivos demasiado estridentes y apuesta mejor por delicados dibujos, como los motivos vegetales de esta propuesta. 

Sí, es posible que tu bebé tenga más de una cuna. Cuando son recién nacidos, lo ideal es que duerman en una mini cuna. Elige una de tonos claros que combine con la decoración que has elegido para la habitación. Apuesta por una ropa de cama de calidad, mejor si es de algodón (y lávala siempre con jabones neutros), y de colores infantiles que inviten al descanso.  

Piensa que pasarás muchas horas pegada a la cuna del bebé, ya sea acompañándole en el sueño o simplemente mirándole y disfrutando de la calma que nos regala esos ratos en los que está tranquilo. También deberás pensar en esas noches que el bebé necesitará que lo acunes. Así, agradecerás tener una cómoda butaca junto a la cuna. Pero, además de confortable, elige un modelo que combine con la habitación. Elige una que aporte calidez. Las tapizadas o de fibras naturales, como esta de mimbre, son acierto seguro. 

Un cambiador es otro elemento básico a la hora de decorar la habitación del bebé. Además de un mueble práctico para cambiar pañales, también ofrece almacenaje para guardar toda la ropita de bebé, los pañales, cremas y demás elementos. Apuesta por un mueble que pueda acompañar a tu bebé durante varios años y que se convierta en una cómoda con el paso del tiempo. Un modelo en blanco con originales tiradores es una opción perfecta. 

Puede que cuando nazca tu bebé no te lo parezca, pero en pocos meses, empezará a gatear y un suelo confortable, seguro y cómodo es fundamental. Garantízalo con una bonita y cálida alfombra. ¿Las mejores? Las de algodón, que también pueden lavarse en la lavadora. Si tu bebé no tiene alergias y en casa os quitáis los zapatos en la entrada, también podéis colocar una de pelo largo. Elígela de un tono suave, como la de esta propuesta.

Si quieres que tu bebé duerma en la cuna, un móvil puede ayudarte a entretenerlo para que no llore y se calme. Elige un modelo bonito, como este de corazones, que le ayuden a dormir. Hay móviles que reproducen nanas que también son muy decorativos. Aunque al principio no le haga caso, no renuncies a él. Con los meses le irá cogiendo el gusto.

Hazte con unas bonitas cestas y cajas que te ayuden a mantener el orden cuando el bebé haya nacido. Y es que este tipo de recursos serán de gran ayuda, ya que durante los primero meses, verás que las horas parecen más cortas y no podrás dedicar tiempo a casi nada, mucho menos a limpiary recoger. Por eso, contar con unas cestas y cajas donde puedas dejar las cremitas, geles, pañales y otros objetos de la higiene y necesidades del bebé es muy importante. Destina una para la hora del baño, con todo lo que necesitarás; otra con el termómetro y los medicamentos que te vaya recetando el pediatra; otro para los pañales, etc. 

Como te hemos comentado, los meses pasarán y, para cuando te quieras dar cuenta, tu bebé ya se pone de pie. ¡Y se agarrará a todo! Por eso es importante que garantices la seguridad del dormitorio anclando todo bien. Ya que sacas el taladro, aprovecha para poner unos estantes en la pared a una altura que pueda alcanzar tu bebé cuando empiece a ponerse de pie. Así podrá elegir él solo los juguetes que quiere en cada momento. ¡Al estilo Montessori!