Hemos visto en multitud de ocasiones que, de los baños pequeños, se pueden conseguir grandes resultados. Y es que, un espacio reducido no tiene por qué ser limitante, y el mayor reto para comprobar que esto es cierto, es en los aseos. Hay formas de optimizar el espacio en ellos, como cambiar una bañera por una ducha, eliminar las cortinas por mamparas o colocar mobiliario volado para que genere un efecto de amplitud visual en el ambiente. Pero hay muchas más, y en este caso, traemos como ejemplo un cuarto de baño que ha dicho adiós a las mamparas.
UN BAÑO mini CON UNA IDEA ORIGINAL
Conforme va pasando el tiempo, conocemos más técnicas y nos enfrentamos a más cuartos de baño. Así es cómo descubrimos un amplio abanico de alternativas, igual de prácticas y mucho más estéticas. Por ejemplo, como ya te hemos mencionado anteriormente, las mamparas llegaron para quedarse.
Al ser un cristal, permite que haya fluidez y continuación visual en el ambiente sin parecer un obstáculo entre las zonas del lavabo y la ducha. Además, también protege todo el espacio de salpicaduras y humedades. A pesar de ello, hemos descubierto que existe un elemento que viene para sustituirlas y llega para quedarse: los muretes.
Estas estructuras dividen ambientes, pero no suponen un obstáculo ni espacial ni visual, por lo que el espacio sigue siendo diáfano.
Como puedes ver en este baño pequeño, el murete es el elemento clave que separa la zona del lavabo de la ducha, de forma discreta, elegante y mucho más moderna. Después (y esto ya sería opcional) ha instalado un panel de cristal o semimampara para seguir protegiendo el baño de salpicaduras. Al ser un murete de media altura, combina a la perfección con los paneles de cristal modernos y gruesos. Este recurso da una sensación de mayor amplitud al baño y evita que el agua se salga de la ducha.
LA NUEVA TENDENCIA PARA BAÑOS PEQUEÑOS
La tendencia de los muretes cada vez se instala más en nuestros cuartos de baño porque, además de dar una imagen más actual a nuestro hogar, también tienen la ventaja de no tener que limpiarlos con tanta regularidad como una mampara tradicional. Además, con los muretes, consigues mucha más intimidad que con esas estructuras de cristal.
Eso sí, asegúrate de que en el muro de la ducha cuentas con toma de agua y desagües. De esta forma podrás aprovechar esta solución económica que se hace, a medida, perfecta para una casa estilosa. ¡Ah! También hay que hablar de la luminosidad que aporta colocar un murete a media altura y dejar el resto del espacio abierto, puesto que además de dar mucha más privacidad, no renuncia a la entrada de luz natural. De esta forma, tu cuarto de baño seguirá siendo cálido y muy acogedor.
Ahora que ya conoces esta otra opción para equipar y decorar tu cuarto de baño, seguro que verás en el tuyo todas las posibilidades que puedes hacer en él. Y tú, ¿eres más de muretes o de mamparas?