Los espectaculares salones que verás en la revista de El Mueble de este mes: acogedores y llenos de ideas

La chimenea de mármol y el suelo de madera en espiga es todo lo que queda del salón original de este piso regio en San Sebastián que ha sufrido una completa transformación de la mano de los interioristas, Iñaki y Harri Mujika. Para crear este nuevo salón, eliminaron los pasillos y añadieron una estancia al espacio. Para subrayar su esencia señorial, replicaron las ventanas de madera originales, pusieron lámparas de cristal de anticuario y decoraron los techos con cornisas y molduras de aire clásico. 

El salón tiene una base blanca que lo llena de luz y realza elementos como las molduras de las paredes o la textura de la alfombra. "Nos gusta el aire clásico pero lo refrescamos un poco para que no resultase pesado", añade Harri. Por eso salpicaron de color con cuadros abstractos y añadieron toques dorados y de negro. Los salones blancos son un acierto seguro. 

Este mes viajamos a Menorca para descubrir una antigua casa payesa reconvertida en hogar sostenible. Una profunda reforma la ha llenado de luz y mucho encanto. La madera al natural es una de las grandes protagonistas del salón, está presente en las vigas que lo envuelven todo y la mesa de centro y otros muebles principales. También se suma a su calidez la alfombra de yute o las cortinas y los sofás de lino. 

Para potenciar la luz en el salón, la interiorista Cristina Ferreres pintó las paredes en blanco y puso un espejo de pie con cuarterones negros que refleja la luz y pone un toque de contraste. Dos grandes librerías flanquean la zona de estar, "era algo imprescindible para una familia que es muy lectora. Es la zona que se ha hecho con más cariño, para poder sentarse a leer frente a la chimenea", explica la interiorista. 

El tercer salón de El Mueble de enero es otro piso señorial, en este caso en la ciudad de Barcelona. Se trata de una vivienda construida en 1930 que la arquitecta Elvira Guardia ha rehabilitado para darle un aire actual pero sin perder su esencia regia. "La familia quería una vivienda atemporal, limpia y elegante" por eso respetó sus elementos originales y les unió muebles de diseño contemporáneo, pero de líneas sencillas para que no cansaran con el tiempo" explica. Seguro que este salón engrosaría la lista de nuestros 155 mejores salones. 

El salón queda abierto al comedor por un gran paso sin puerta que potencia el paso de la luz y la sensación de espacio. El color de las paredes da unidad y calidez a todo el ambiente, es un tono piedra que crea ambientes acogedores y hogareños. También comparten el suelo de madera que reemplaza al hidráulico original que estaba en muy mal estado. 

Dentro de nuestro especial Casas Rústicas viajamos a este dúplex de montaña que nos envuelve con sus vigas de madera. Ha sufrido un cambio radical, de la mano de la interiorista Carmen Caubet, que ha aclarado su madera y estilo para abrir paso a la luz y a un estilo más nórdico y ligero. Carmen pintó el techo inclinado de un gris, luminoso y atemporal. El gris también está presente en los sofás y elegantes butacas que cierran el estar. 

A pesar de la renovación, la decoradora respetó la distribución original y conservó muchos elementos, como la chimenea o la carpintería de madera que también se aclaró para dejarla al natural. Otro de sus aciertos fue la cuidada mezcla de estilos que decoran el salón y en la que conviven piezas más clásicas, como las butacas, con otras actuales como las mesas de centro y los elementos rústicos. 

La interiorista Paula Duarte tuvo carta blanca a la hora de decorar esta casa madrileña de nueva construcción. Para darle calidez y contrastar con su arquitectura contemporánea optó por una paleta de tonos claros, como blanco y beige, y por muebles de madera. "El salón es muy amplio con espacio para tres sofás en U. Son completamente desenfundables y tienen más fondo de lo normal para poder tumbarse. La mesa de centro también especial: tiene un bandeja extraíble que el propietario pidió para dejar las cosas cómodamente", señala Paula. 

Salón y comedor comparten ambiente y están zonificados gracias a las alfombras y la iluminación. "El comedor cuenta con una mesa XXL con espacio para 10-12 comensales y dos aparadores negros de aire oriental que añaden contraste y sensación de simetría", concluye Paula.