Errores (y soluciones) que hacen que la decoración del dormitorio te estrese

La percepción de los colores para el dormitorio es muy subjetiva aunque, en términos generales, los tonos suaves relajan. Son cálidos y se usan para crear ambientes sosegados. Los tonos rojizos y anaranjados son vibrantes y pueden estresar. Y los oscuros pueden percibirse como lúgubres o tétricos. Los tonos relajantes para el dormitorio por excelencia son los neutros, arenas, tierras, verdosos y azulados.

Dejar zonas de paso angostas también puede estresarte y crear una sensación de incomodidad. De tener que ir sorteando obstáculos para llegar de un lado a otro. Así que a la hora de organizar la distribución del dormitorio debes pensar en despejar los pasos. Nada de muebles voluminosos ni bancos que puedan estorbar.

Quizá porque la lámpara de sobremesa lo ocupa todo, se viene encima la pantalla cuando estás tumbada en la cama o le das un golpe sin querer cada vez que haces la cama. Error. Esto te puede estresar y crear una sensación de agobio. Despeja la mesita y lleva la lámpara a la pared. Un aplique es la solución a tus problemas y ahora sí entrará el libro y el bote de crema de las manos sin hacer Tetris. Bienvenido dormitorio relajante…

Más allá del aislamiento que tenga el dormitorio que pueda hacer que se sienta más o manos cálido; lo que percibes al entrar puede hacer tu dormitorio relajante o no. Y si en verano lo tienes decorado con tejidos gruesos y cálidos, no vas a sentirte en calma. En cada estación, juega con los textiles para abrigar o refrescar.

¡Qué estrés! Si lo has sufrido o sufres que sepas que es un error que tienes que solucionar en tu dormitorio. Tener que hacer casi contorsionismo para acceder al armario porque la puerta no abre por completo y da con la mesita, cómoda o cama, estresa. Y cansa. Solución: o modificas la distribución y sacrificas algún mueble -se puede vivir sin mesita de noche-; o pones puertas correderas.

Puede que no te des cuenta pero si tienes más cojines de los necesarios en la cama, tu dormitorio te estresa. Porque cada noche pasas un buen rato quitándolos. Si no tienes donde dejarlos, si no va contigo eso de tener varios cojines… prescinde de ello. Reduce a las almohadas, un par de cuadrantes (en los que apoyarte para leer) y solo un cojín central rectangular decorativo. ¿Ves qué fácil? Cama vestida y dormitorio relajante sin sufrir.

El estilo decorativo general de tu dormitorio tiene que ir con tu personalidad si no te encuentras a gusto e identificado no podrás relajarte. Así que echa un vistazo y deshazte de las piezas que más te desagraden. Para no hacer una gran inversión, si no puedes cambiar muebles, píntalos y pon nuevos tiradores. Empapela una pared, pon cuadros bonitos en el dormitorio y notarás la diferencia.

Esto estresa. Es verdad que un arreglo de flores naturales en la mesita de noche es divino. Pero si no puedes cambiar las flores con frecuencia, seguramente sea un motivo de estrés en tu dormitorio. Así que… ¡fuera! No pongas nada o sustituye el jarrón de flor natural cortada por una plantita crasa artificial. Están muy conseguidas y no necesitan ningún cuidado.

Al igual que el tema de las flores naturales, los interioristas pueden recomendar cambiar la ropa de cama por temporada para adecuarla al frío o al calor, pero si a ti te estresa, opta por un tejido como el algodón que es perfecto de base e incorpora solo una manta o plaid en invierno a los pies. Solo tendrás que retirar este elemento, sin estrés porque se te echa el tiempo encima, es julio y sigues con ella.

Es importante que la iluminación sea relajante cuando te vayas a dormir. Por eso debes elegir las cortinas para el dormitorio adecuadas. Tanto para que den privacidad -fundamental que si hay vecinos sientas que no estás expuesta- como para que te permitan oscurecer la estancia cuando quieras. Si hay persianas o contraventanas no tendrás problema.

Esto también produce estrés. Un buen descanso no hace levantarnos de mejor humor y con fuerza para afrontar el día. Si no duermes bien, quizá la almohada o colchón no son los apropiados para ti. No esperes a que pasen los 10 años que dicen tiene de vida un colchón. Ve a probar para eliminar este motivo de estrés en tu dormitorio. Es un error comprar un colchón por lo que le resulta cómodo a otros. 

Si te interesa el feng shui en el dormitorio, puede que tengas muy presente la importancia de la colocación de la cama y otros elementos en esta estancia para conciliar el sueño. Peor si te sientes estresado, no pierdes nada por hacer un cambio. Quizá la cama no deba estar en la pared más ruidosa. Puede que necesites disfrutar de las vistas o todo lo contrario si estas no te aportan nada… ¡Dale una vuelta!

Un dormitorio relajante es cómodo en todos los sentidos y la altura de la cama es un detalle a tener en cuenta. Esta debe estar en consonancia con el tamaño de la habitación y con la altura de las personas que allí duermen. Una cama muy baja resulta incómoda para muchas personas, ¿es tu caso? Pero una muy alta es voluminosa y a los de poca altura les puede provocar estrés no llegar bien al suelo al sentarse.