Elegante, cálido y con espacios abiertos: este piso en Valdebebas es el refugio ideal de una familia joven (con vídeo)
Ale Blanc Interiorismo ha hecho de este piso el perfecto hogar para una familia con dos niñas pequeñas. Los espacios amplios están pensados para compartir y son acogedores decorados con blanco y madera. ¿Entramos?
Ale Blanc Interiorismo firma este proyecto en un piso en Valdebebas (Madrid).
Felipe Scheffel
Los propietarios de este piso de 160 m2 en Madrid tienen dos hijas pequeñas y querían una casa cómoda donde disfrutar en familia. Eso sí, con estilo y personalidad, y para el cambio confiaron en Ale Blanc Interiorismo. "La familia compró la vivienda sobre plano y se hicieron algunas modificaciones con respecto al diseño inicial. Nosotras nos encargamos de amueblarla, decorarla y acondicionarla para entrar a vivir. Usando mucho blanco, madera y rejilla". ¡Vamos a verlo!
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Salón abierto al comedor con librería a medida. Mesa de centro de Taller de las Indias. Butacas de Zara Home. Alfombra de KP.
Felipe Scheffel
Un salón abierto luminoso, natural y sofisticado
La gran clave de este salón fue eliminar una estancia que había intermedia. De esta forma, ganó muchísimo espacio, con zona de estar y comedor unidos. Para darle estilo, la interiorista Alejandra Blanc lo pintó de blanco, como el resto del piso, y la pared del fondo la decoró con molduras. Sobre esta base neutra y luminosa, combinó tonos negros con maderas y fibras naturales.
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Un salón blanco con molduras y una librería a medida verde. Butacas de Zara Home. Alfombra de KP.
Felipe Scheffel
La librería de obra verde aprovecha toda la pared
La librería es la estrella de la zona de estar. Está hecha a medida y saca todo el partido a la pared: con la parte baja con puertas para almacenar, un espacio central para el televisor y baldas para lucir objetos decorativos. La gracia está en el color. "La librería es grande y está en una zona del salón en la que no llega la luz natural directamente. Nos gustó la idea de pintarla de verde para darle un toque diferente. Y para que no quedara demasiado oscura, pintamos el interior de blanco", explica Alejandra. ¡Cuánto estilo!
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Salón elegante con sofás tapizados claros y mesa de centro de madera. Cuadros de Leticia Mezzetta. Árbol de Flores y Lazos.
Felipe Scheffel
Los textiles y los cuadros son imprescindibles
Acordes con la librería, la interiorista vistió los sofás claros con algunos cojines verdosos, que dan una nota muy fresca. También puso fundas marrones, que ponen el toque más cálido, junto a la mesa de centro de madera, y lo completó con cojines crudos estampados a rayas, muy sutiles. Estos se integran muy bien con el sofá y transmiten elegancia. ¿Otro 'must'? Decorar con cuadros. La pared junto a los sofás no sería la misma sin ese par de obras abstractas, perfectamente integradas con los colores del espacio.
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Un comedor con mesa moderna de color negro y sillas de madera y rejilla. Alfombra de KP.
Felipe Scheffel
El comedor combina lo moderno con lo clásico
Al otro lado de los sofás, Alejandra diseñó la zona de comedor. Queda bien delimitada gracias a una alfombra, sobre la que puso una espectacular mesa negra. Por su forma y color, es quizás la pieza más atrevida, combinada con las patas de la consola y la lámpara de sobremesa. Para darle esa dulzura, las sillas son de madera y rejilla y las lámparas de techo lucen pantallas textiles de tono natural con flecos. "La rejilla es un clásico que nos aporta hogar e historia", apunta Alejandra.
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Cocina conectada al comedor con unas puertas de madera a medida tipo acordeón.
Felipe Scheffel
La cocina se entrevé a través de unas puertas con cristal
Desde el mismo comedor, la cocina nos invita a entrar a través de unas espectaculares puertas de roble y cristal hechas a medida. No solo son decorativas, con forma de arco en la parte superior, también son prácticas: "Se abren en acordeón, dejando la apertura máxima en caso de que se quiera tener la cocina completamente abierta", explica Alejandra. ¿Quieres ver la cocina por dentro?
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Cocina realizada por Neuhaus ad hoc. Encimera de Neolith, mod. Zaha Stone. Cuadros de Better & Best.
Felipe Scheffel
Es actual en blanco y gris con toques de madera
"En toda la casa hemos querido seguir la misma línea de tonos cálidos y luminosos con toques puntuales de tonos oscuros", añade la interiorista. Y en la cocina lo ha hecho combinando mobiliario blanco con encimera y antepecho gris y armarios altos y baldas de madera. ¡El equilibrio perfecto! Es una cocina a la vez moderna y cálida, que invita a estar. De nuevo, un par de cuadros decoran el ambiente, mientras la isla preside el centro de la estancia con la misma encimera veteada.
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Cocina con zona de office con mesa de madera y papel pintado. Lámparas suspendidas de Ineslam.
Felipe Scheffel
La cocina tiene zona de office, muy acogedora
Aprovechando la planta rectangular de la cocina, Alejandra no dudó en 'alargar' la isla con una mesa a modo de office. Es de madera, y estéticamente contrarresta la frialdad de la encimera gris. De fondo, unos altos armarios blancos amplían el espacio de almacenaje, mientras el remate lo ponen las sillas, algo más románticas que las del comedor, y un par de lámparas de techo verdes. Otro elemento que da estilo y viste el espacio es el papel pintado en espiga que decora la pared de las ventanas.
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Entrada al piso con papel mural de Lewis and Wood. Sobre el banco de madera, cojín escocés de Mulberry. Alfombra de KP.
Felipe Scheffel
El papel pintado verde fue un flechazo
Que haya toques verdes en todas las estancias tiene su motivo. Y es este papel pintado que da personalidad al hall de entrada. Fue amor a primera vista. "Es la primera elección con la que no tuvimos ninguna duda", nos cuenta Alejandra. El hall se ve desde la zona del salón-comedor y, además de verde, comparte con ella la misma alfombra y más muebles de madera: una consola estrecha que sirve de apoyo y no entorpece el paso, y un banco muy cómodo con cojines.
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Dormitorio con papel pintado y cabecero tapizado. Ropa de cama de Zara Home.
Felipe Scheffel
En el dormitorio principal manda la pared del cabecero
El dormitorio principal es un espacio pensado para relajarse. Tiene una buena entrada de luz, y el estor de lino tipo paqueto la tamiza. Los colores en la ropa de cama son suaves y los cojines son románticos con pequeños estampados florales. Aunque la verdadera protagonista es la pared del cabecero. Alejandra sucumbió de nuevo al encanto del papel pintado, esta vez con un estampado de cuadros escoceses en tonos beige: "Es un clásico que transmite tranquilidad para dormir. Para crear contraste entre el papel pintado y la ropa de cama pusimos el cabecero tapizado en un tono más oscuro".
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Un dormitorio infantil con literas, escritorio y papel pintado.
Felipe Scheffel
Un dormitorio infantil muy práctico con literas
En el dormitorio de las niñas el objetivo era aprovechar el espacio al máximo. De ahí las literas hechas a medida. Si te fijas, tienen espacio para guardar con cajones, y salvan la esquina con un escritorio. "El mobiliario se lacó en blanco para que el efecto fuera más liviano, dimos la nota natural con la escalera y el quitamiedos de madera y empapelamos las paredes para darle el toque femenino y acogedor", apunta la interiorista. Con el mismo objetivo, las sillas son rosas y van a juego con la ropa de cama y el puf tejido. ¡Aquí se lo pasan en grande!