75 ideas brillantes para decorar la mesa de Navidad e impresionar a tus invitados estas fiestas

Sea como sea tu Navidad, si el comedor está abierto al salón, lo más adecuado es que elijas las mismas tonalidades y el mismo tipo de decoración en ambos ambientes. Así, el efecto será mucho más impactante y no resultará recargada. 

Da estilo a tu mesa de comedor desde las alturas con una corona colgada del techo. Este pequeño gran detalle hará que tu mesa de Navidad tenga personalidad propia y se convierta en el centro de todas las miradas. 

Como verás en esta galería de fotos, hay muchas maneras de decorar la mesa de Navidad. Pero sin duda, lo que no fallan y, además, consiguen un efecto elegante y nada recargado, son los adornos con motivos naturales. Unos centros de mesas con plantas con bayas rojas y una guirnalda que recorra la mesa pueden ser suficientes. Después, en cada plato, pon algún pequeño detalle que siga la línea decorativa que has elegido.

Las comidas y cenas de Navidad son momentos que pasamos en familia y amigos. Y, aunque a veces pueden resultar un poco caóticas, especialmente si hay niños, no dejes de sacar tu mejor vajilla y cristalería. Lo mismo sirve para los manteles o la cubertería. Si no lo usas ahora, ¿cuándo?

Si eres de las que recibe varias veces a lo largo de las fiestas, trata de renovar el centro de mesa en cada ocasión. No es necesario mucho. Si de base colocas una guirnalda con motivos naturales, una de las veces la puedes aderezar con unas bolas, otra con unos portavelas, y otra con una guirnalda luminosa, 

Si quieres que la protagonista de tu mesa sea la decoración, pon de base un mantel blanco. Además, es una opción elegante y que nunca pasará de moda. Añade adornos en rojo y verde, los colores más navideños y el resultado llamará la atención de tus comensales. 

No solo se trata de poner un mantel bonito y una vajilla y cristalería que destaquen. La verdadera belleza se encuentra en los detalles. Añade también unos servilleteros personalizados con el nombre de cada invitado. Así cada uno sabrá donde sentarse sin dudas. 

Si prefieres una decoración de estilo natural, elige un mantel de un color beige o amarillo pálido. Añade unos bajoplatos de fibra natural, a juego con los servilleteros. ¿Y como centro de mesa? Unas ramas de eucalipto y unas granadas pueden ser la mejor decoración. Como colofón, pon unas velas del mismo color que la fruta que hayas elegido. ¡Qué natural!

Si te decantas por los detalles en dorado, no sobre cargues la mesa con ellos. Lleva este acabado en pequeñas dosis, como el ribete de la vajilla, la cubertería o unas copas especiales con topos dorados. 

Con motivos navideños o invernales. Para darle un toque único a tu mesa, hazte con una vajilla especial para estas fechas. Esta se ha acompañado de un bajo plato de fibras naturales que le confiere calidez, así como elementos en madera al natural, lo que suma un punto rústico y desenfadado. 

¿Y por qué no? Un mantel hasta los pies siempre dará un look más vestido y de fiesta, pero si buscas un aire más informal y relajado, será un acierto apostar por los caminos de mesa que, como aquí, dejen a la vista la belleza de la madera de la mesa. 

Un básico infalible tanto en Navidad como en Nochevieja: los candelabros de cristal. Reálzalos colocando a su lado mini portavelas y bolas de cristal. ¿Te has fijado qué bien quedan estos pequeños candelabros con forma de estrella?

Con una base blanca, esta mesa vestida para celebrar la Navidad se aprovecha del poder del dorado para decorarla de forma elegante y sofisticada. El centro de mesa que va de lado a lado y hecho con elementos naturales suma sofisticación y dota al conjunto de un punto navideño único.  

Blanco, beige, crema... funcionan perfectamente como base para la decoración de una mesa navideña. Si quieres un resultado elegante y sencillo al mismo tiempo, vístela con una vajilla blanca y una elegante cristalería, como la de este ejemplo. No te olvides de añadir unas velas y algún adorno navideño. Aquí se han empleado unas hojas naturales de durillo, una planta que florece en invierno deleitándonos unas particulares y delicadas flores blancas. 

Y gracias al dorado la elegancia y el toque navideño estarán garantizados. Para dar más unidad a la mesa, elige una vajilla que combine con la mantelería. Aquí se ha elegido una sencilla en blanco con ribetes en también en azul. Un detalle: nos encantan los servilleteros con forma de corazón que suman un punto festivo y sofisticado. 

Es una de las combinaciones de colores de Navidad más exitosas. ¡Y con razón! Es elegante, sofisticada, delicada y muy decorativa. Y no es necesario mucho más que na vajilla con bordes dorados, una cubertería con el mismo acabado y una mantelería sencilla, pero elegante. ¿Ves el resultado?

Y más el estampado Vichy en blanco y negro, como vemos en esta mesa decorada por Navidad. Pero no abuses. Llévalo a través de los peqieños detalles, como las servilletas. Y decóralas con un servilletero navideño. Puedes hacerlo tú misma con un cordel y unas bayas rojas. El contraste estará asegurado. ¡Y el espíritu navideño, también! 

Si quieres llevar un punto de color a la mesa de Navidad, pero no quieres que sea demasiado estridente, hazlo con colores deslavados y delicados, como el azul de esta vajilla. Combínala con colores neutros, pero cálidos, como el crema del bajo plato y la mantelería. Y, para que el conjunto se vea más elegante, coloca una guirnalda luminosa a lo largo de la mesa, como en este ejemplo. 

¿Qué diferencia una mesa vestida para una ocasión especial que la que preparas para juntarte con tu familia en Navidad? Detalles como los centros de mesa navideños. Y puedes hacerlo tú misma. Unas velas, una guirnalda y varias bolas de Navidad pueden ser suficientes para poner tu mesa en modo Christmas. 

El estilo romántico y delicado también sirve para vestir tu mesa de Navidad y que se convierta en el centro de atención. Para mayor elegancia, añade unos portavelas o adornos con acabado en oro rosa, como los de esta mesa. ¡No falla! 

Los amantes de la pureza del blanco encontrarán en esta idea la manera de que su mesa de Navidad se vea elegante y única. Una vajilla blanca con ribetes dorados, junto con una mantelería del mismo color pueden quedar algo aburridas. Coloca un bajo plato llamativo y original, como este con acabado en dorado.  

Por supuesto que puedes vestir tu mesa de Navidad con una vajilla y cubertería sencilla. Y puedes conseguir ese punto navideño gracias a unas velas y unas bolas. Puedes combinarlas con la vajilla o la cristalería, como se ha hecho aquí. 

Puedes vestir tu mesa combinando textiles oscuros con elementos dorados como la cubertería y crear un centro con eucaliptos y calabazas doradas.

Para vestir esta mesa se apostó por un trío de colores que nunca falla, ¡y menos en Navidad! Blanco, beige y dorado. Y a estos colores se sumaron algunos toques de negro, que dan la nota de contraste, como el bajoplato. 

Son los colores que se han combinado para vestir esta mesa. El camino de mesa azul queda perfecto con un mantel de base de color beige. Asi´, además, destacan ma´s los candelabros dorados.

Las horas de luz durante las fiestas navideñas son escasas y de repente te das cuenta de que casi ha anochecido y aún estáis disfrutando de la sobremesa. Crea una línea con ramas verdes que atraviese la mesa y enrédale una guirnalda de luces. Conseguirás una luz tenue y cálida para seguir disfrutando en familia.

Es un clásico y funciona tanto para las mesas modernas como las clásicas. Aquí lo hemos combinado con blanco, una de nuestras combinaciones favoritas.

Si prefieres algo nada recargado y muy natural, fíjate en esta propuesta de nuestra estilista Olga Gil-Vernet con accesorios de Ikea. Las bases de tronco y las casitas blancas, unidas a un camino de mesa de pino, quedan muy alegres. 

Para esta mesa, apostamos por blanco, toques de gris cálido, madera y detalles dorados. Nuestra combinación infalible son dos manteles de lino, uno largo que arrastre y otro sobrepuesto.

Buscamos una vajilla con un aspecto artesano y elegimos el modelo Fuji de El Corte Inglés, que se vende por piezas y está realizada en cerámica de gres, que además es un material resistente. 

Los detalles importan y mucho en una mesa de fiesta. Como este original servilletero DIY confeccionado con frutos de eucalipto recogidos del bosque y unidos mediante un alambre da´ndoles forma de corona. Basta atarle una etiqueta con el nombre para indicar do´nde debe sentarse cada comensal. ¡Qué original!

Si unes dorado y colores oscuros, como grises o azules intensos, la mesa se llena de aires de fiesta. Y atre´vete con una vajilla estampada, como esta,¡verás qué sofisticado! 

El verde es el nexo de unión entre los diferentes elementos de esta mesa. Desde la guirnalda vegetal –confeccionada con ramas de hiedra–, hasta la vajilla escogida, que combina un diseño con motivos vegetales que parece ir a juego con el papel de las paredes, y un bajoplato verde.

Sí, el rosa también es un color navideño. Crea atmósferas delicadas, en clave femenina y con un halo romántico si optas por un rosa empolvado y más descaradas  si apuestas por los tonos blush más subidos. En esta mesa, el rosa del mantel y de centro natural de flores se ha combinado con una vajilla en blanco, que suaviza su intensidad y llena la mesa de luz.

La vajilla es, sin duda, uno de los grandes protagonistas de una mesa de fiesta. Aquí, se ha optado por una vintage, que recuerda a las de nuestras abuelas, y da un look tradicional y delicado a la mesa.

Y es que la flor de Pascua es la planta por excelencia durante estas fiestas. Puedes adornar el centro de la mesa con ellas, queda perfecta. 

Nochebuena, Navidad, Nochevieja o el día de Reyes, viste tu mesa con colores dorados y plateados y brillará con luz propia.

Si huyes del estilo clásico y necesitas una bocanada de aire fresco viste tu mesa de Navidad con un mantel de lino blanco y luego decora lo justo. Cubre las sillas con telas de pelo largo para que arropen y den calidez al ambiente. 

Una vajilla rosa, copas de cristal ribeteadas en oro y un centro de mesa de hojas de abeto con unas velas muy originales doradas en forma de hoja. Este mix tiene como resultado una mesa muy chic y con un punto de descaro. 

Dorados, cobrizos, paletados, rosados... Consigue que tu mesa de Navidad supure elegancia usando colores metalizados, desde los detalles dorados de la vajilla, copas de cristal o incluso los candelabros. 

 Sea cual sea tu estilo puedes innovar y mezclar porque el resultado es original y único. Tanto en la vajilla como en otros detalles del comedor, salón... Eso sí, siempre siguiendo un hilo conductor (que ya sabemos que nada tiene que ver el tocino con la velocidad). Los bajoplatos y la vajilla (roja y platos pequeños) son de Zara Home, y la vajilla blanca, de Ikea.

Esta corona es doblemente útil: decora la silla y, a la vez, indica el asiento elegido para cada comensal. Y lo mejor, ¡es super fácil! Basta con atar una corona a la silla y decorarla, en este caso, con una lágrima de cristal y la tarjeta con el nombre. 

No tienes por qué estar en una cabaña de madera y rodeada de calcetines navideños blancos y rojos para celebrar estas fiestas alrededor de una mesa de Navidad rústica y moderna. Y además, en la ciudad. Elige un mantel con una tonalidad gris plomo y dale brillo con blanco, cristal y plata vieja. Monta una guirnalda con hojas de laurel y añade el toque natural.

Si no te gusta recargar la mesa (o tienes poco espacio) basta con un centro de mesa como este, en tonos dorados. Porque en muchas ocasiones la elegancia se encuentra en los detalles. 

Los centros de mesa son un must en tu mesa de Navidad, pero conviene elegirlo con cuidado y pensar bien dónde los vas a colocar para que no entorpezcan los movimientos ni la visión de los comensales. Aquí se ha optado por un camino de verdes que se ha completado con una guirnalda de luces en forma de estrellas, lo que creará un efecto casi mágico al caer la noche.  

Elena Jiménez, decoradora y propietaria de esta casa, lo tenía claro a la hora de decorar la casa y la mesa de Navidad: sería natural y ligera, para no romper con la armonía de la casa. ¿Los únicos excesos permitidos? ¡Las velas! Y el verde, que está presenta en la corona de adviento y en el camino de mesa. 

Si quieres una combinación delicada, elige el estilo romántico: un bonito ramo de flores rosas y ramas verdes pueden presidir la mesa. Recuerda que el gris y el rosa son un dúo fantástico para conseguir el efecto deseado. 

¿Quién dice que la vajilla de fiesta debe ser blanca? Aquí se ha apostado por un look muy sobrio, con una vajilla de color gris combinada con un bajoplato de madera, y un centro de mesa que juega con los colores dominantes: gris, marrón y beige. ¿El resultado? Sobriedad y elegancia.

Un camino de mesa y coronas de verde, piñas como adornos y una 'mise en place' sencilla y nada rococó, muy en la línea de la decoración rústica y natural de la casa. 

No solo de colores sino también de tamaños. Queda perfecto vestir la mesa de Navidad con una base más larga y otra más corta encima o bien caminos. Si tienen un color en común, como aquí el tostado, harán buena pareja. 

En este caso la máxima del 'divide y vencerás' no vale sino que tienes que pensar en que la unión hace la fuerza. Decora la mesa con los mismos tonos cromáticos que las bolas del árbol y el resto de accesorios decorativos de la casa y triunfarás. 

Sus adornos de piñas vistiendo las sillas, el mantel de lino rústico y los arbolitos de Navidad hechos de papel le dan el sabor natural a un comedor que, a la vez, respira un aire urbano y muy nórdico, con el blanco como gran protagonista.

Decora la mesa de Navidad con toques dorados en la vajilla y cristalería y añádele de manera elegante, unas hojas verdes esparcidas por la mesa para ganar naturalidad. 

Si alguien tenía dudas de que decorando con rosa la mesa no iba a quedar navideña, que se lo quite de la cabeza. Ni el rosa es cursi ni está vetado para estas fechas. La prueba, esta mesa vestida de gala tan bonita. Procura que el mantel que llegue hasta el suelo sea de lino y coloca otro blanco de a la mitad. La guinda del pastel lo proporciona el camino de color rosa.

Decora la mesa de Navidad con una base elegante y atemporal. De este modo, le podrás añadir los detalles que requiera la ocasión. El toque, un gran lazo blanco de tul. 

Junto con Finlandia, Suecia es uno de los países que abanderan el espíritu navideño. Con detalles de madera, luces y guirnaldas de abeto, ¿quién dijo que los nórdicos eran fríos? 

Como si se tratara de un acogedor bed and breakfast de estilo victoriano todo en este comedor y mesa está pensado al detalle. Y si no, ¿qué me dices del menú navideño escrito en el espejo? 

Con platos y copas de plástico, colgantes en el mantel y las sillas y un original árbol de Navidad hecho de cupcakes. Esta mesa se ha vestido de fiesta, pero a la medida de los más pequeños de casa. 

¿Cambiamos de escenario? ¿Por qué no disfrutar de la cena de Navidad en la cocina, donde se guisa la comida con amor y cariño (los mejores ingredientes de cualquier receta)? Si cuentas con el espacio, ¡atrévete!

Combina los tonos blancos y plateados para conseguir ese ambiente de antaño y envuelve de tul la mesa para añadirle un punto de romanticismo.

¿O es que acaso no se desayuna el día de Navidad? (siempre después de abrir los regalos, por supuesto).

Sí, una mesa de fiesta puede ser muy natural, con mucho verde y elementos del bosque, como piñas, ramas o bayas del bosque. Además, aquí, se ha llevado un paso más lejos, porque incluso la vajilla tiene motivos de piñas.

El rosa es el color elegido para vestir esta mesa de fiesta. Desde el mantel y la cristalería hasta la vajilla con ribete dorado. El centro, con ramas de abeto, rosas de pitiminí y bayas rosas acentúa más si cabe este aire femenino y delicado. 

Utiliza tejidos y materiales naturales y orgánicos que aportaran calidez al comedor como la mesa de madera o los tejidos tapizados que dan abrigo al espacio.

Escoger un centro bonito para tu mesa no tiene por qué significar un quebradero de cabeza. Dicen que la rosa es la flor más bella y en concreto la blanca emana elegancia y sofisticación. Puedes hacer como en esta mesa, y elegir un ramo sencillo y natural conseguirás el efecto deseado.

Con tiempo y un poco de maña puedes "personalizar" tu mesa con detalles decorativos hechos por ti misma que dejarán a tus invitados boquiabiertos. Como aquí, que con retales de tela de saco se han hecho fundas para la cubertería.

 Este año durante los villancicos todo el mundo tendrá su pandereta. Decora la mesa de Navidad con corazones hechos de cascabeles rojos para que luego cada invitado tenga su instrumento navideño. Los centros, hechos de musgo, también están salpicados de rojo gracias a la presencia de frutos rojos. 

La decoración de la mesa se ha elegido en sintonía con su espectacular entorno de aire palaciego. Un gran mantel con un efecto de tul viste hasta el suelo la mesa, dándole un aire etéreo, que la puesta en escena consolida, con un original candelabro personalizado con cuentas de cristal y con vasitos con velas. 

Y muy vestida, porque se ha equipado con un gran mantel beige que sirve de base, otro más pequeño en rosa que da la nota de color y, por último, los caminos de mesa, que vuelven a ser beige. 

Si este año el clan familiar se reúne en tu casa, dedica una mesa de Navidad exclusiva para los niños. Hermanos, primos y primas, todos juntos en su mesa. Piensa en algún detalle decorativo único y triunfarás.

La Navidad no solo son las cenas o comidas de Navidad, también los desayunos. Y seguro que uno de los más especiales es el del día de reyes. Aquí se ha decorado con lo mínimo –dos coronas y una guirnalda de estrellas de luces–, pero más que suficiente para crear una atmósfera navideña. 

Para no sobrecargar la mesa de detalles y, sobre todo para que luego haya espacio para servir la comida, puedes decorar con detalles "comestibles" o que se vayan a usar. Desde servilletas personalizadas hasta estas bolsitas de pan cortadas en forma de motivos navideños.

Es un detalle que no ocupa espacio pero que viste y mucho la mesa. Con el plus que luego puede regalárselo a los invitados como recuerdo de la velada. Este se ha confeccionado con un poco de acebo, hojas de abeto y de eucalipto y una cinta decorativa. Fa´cil y muy resulto´n.

Es una opción tan práctica como decorativa, sobre todo si el mantel de fiesta no es lo suficiente grande para abarcar toda la mesa y llegar hasta el suelo. Aquí, se ha optado por uno blanco que sirve de base y cubre la totalidad de la mesa. 

De acuerdo, la mesa es la protagonista, pero no te olvides de sus fieles compañeras, las sillas. Decora con algún detalle las sillas y piensa en conjunto, no por partes.