Aunque lo 'habitual' es que la cama se apoye en la pared del cabecero, hay veces que la distribución del dormitorio o las necesidades del espacio hacen que el cabecero busque otras soluciones muy decorativas también.
Un muro a media altura, un mueble de doble cara o un tabique acristalado son algunas de las opciones ingeniosas que permiten tener la cama ubicada en el centro de la estancia para aprovechar al máximo el paso de la luz y los metros.