Cuadros modernos para el salón comedor: 16 ejemplos para subir de nivel las dos estancias

Un paisaje difuminado, colores en degradé, la naturaleza libre de artificios... Son las señas de identidad de la artista Laura Prat. Un cuadro moderno de formato cuadrado es el protagonista estelar de la decoración de este salón comedor proyectado por el Estudio Martínez Elorza. Colocado sobre uno de los sofás, sus tonos neutros continúan  la estela de la decoración.

Otro tema recurrente en los cuadros modernos es la abstracción, algunos adoptan líneas deformadas y otros líneas geométricas, a caballo entre la arquitectura y el diseño nórdico.  Bajo el nombre de Línea Lateral, la artista Mónica Baquedano crea composiciones que buscan el equilibrio tanto en las proporciones del diseño como en el uso del color.

La interiorista Eva Baena ha elegido este cuadro moderno de Mónica de estilo atemporal y elegante y lo ha colocado sobre el sofá, bien centrado en las molduras que lo enmarcan. ¿Te gustaría descubrir más ideas para decorar salones modernos?

¡Mira qué bien queda un cuadro de grandes proporciones en el salón comedor! Así se puede disfrutar de él en ambos espacios. Además, la ausencia de marco hace que nada le reste protagonismo.

En este salón, decorado por Asun Antó, se ha apoyado sobre el aparador una composición abstracta de Marta Farrés.  En ella coinciden dos tendencias de los cuadros modernos: la geometría en forma de círculos concéntricos y esos tonos piedra, arena y verde agua, tan de tendencia. Si te fijas, los cojines repiten ese colorido logrando un look sereno, muy mediterráneo.

¿Quieres decorar tu salón comedor con más de un cuadro moderno? Elígelos de una misma serie, para que la temática y las tonalidades creen uniformidad.

Líneas rectas y curvas, geometría y simetría, se dan la mano en esta doble composición, en blanco y arena, de la arquitecta Leticia de Amescua. Presiden el salón comedor, decorado por Hoc Volo, y sus tonalidades van a juego con los cojines del sofá.

Frescura, luminosidad, relajación, volumen... Todas esas sensaciones ofrece este cuadro moderno en tonos grises y azules. Lo ha dispuesto sobre el sofá la interiorista Estela López, responsable de la decoración de este salón comedor.

¿Su autora? Es María Miralles, una de las artistas preferida de El Mueble. Sus trabajos invitan a la evasión, a un mundo de color y alegría. ¡Nos encantan sus técnicas mixtas, sus acuarelas por encargo y su dominio de los tonos pastel! ¿Quieres conocer a otros artistas que nos gustan en El Mueble?

Pequeñas pinceladas de colores componen este cuadro moderno cuya autora es Teresa Torres.  Con él, Amoca Arquitectos y Dafne Vijande han decorado la pared del comedor, dándole un toque luminoso gracias a los amarillos, naranjas y grises que lo pueblan. 

A veces nuestros antepasados nos dejan regalos impagables. Es el caso de este cuadro moderno, de herencia familiar, que decora y alegra este salón comedor proyectado por Bárbara Serra. Plumas y más plumas de llamativos colores de lo que puede ser la representación contemporánea de un pavo real exhibiendo sus armas de seducción. Colocado en medio de las dos estancias, su presencia no deja indiferente a nadie.

Nueva representación de líneas rectas y curvas en este cuadro abstracto de María Gimeno. En negro y beige, dos colores que entonan muy bien con la mesa del comedor y la lámpara industrial. La interiorista y pintora Andrea Soler eligió a esta artista para que presidiera el comedor de su casa.

En este cuadro moderno, la arquitectura interior se funde con la discreta silueta humana. Sus tonos beiges y tostados dan calidez a este salón comedor y las líneas negras, contraste y un punto actual. Su autora es Regina Giménez. La decoradora Carmen Figueras lo ha colocado sobre el sofá, dando un aire acogedor y atemporal a los ambientes. 

Formas geométricas sinuosas e imperfectas es otro leit motiv en las composiciones pictóricas modernas. Estos cuadros en gris, azul y mostaza pertenecen a la diseñadora gráfica Andrea Sorjus, artista polifacética que lo mismo trabaja el papel, el tejido o la cerámica. Se han elegido tres cuadros de una misma serie, dos decoran el salón y el tercero enfrentado, el comedor.

Las fundas en tonos marrones de los sofás han servido de excusa para buscar un cuadro con tonalidades parecidas. Los degradados son tendencia en moda, decoración y arte. Prueba de ello es este cuadro que va del blanco al marrón oscuro con un ligero toque dorado, a juego con la lámpara moderna del comedor. 

Las originales golondrinas de cerámica que tanto han decorado las paredes de muchos salones se han llevado al campo de la ilustración en esta triple composición en blanco y negro. Si te fijas, aunque similares, cada una es distinta. Los marcos en negro le dan ese puntito actual que tan bien contrastan con el salón comedor neutro y sereno. Ideal para entornos nórdicos y minimalistas.

Los retratos modernos ya no son tan hiperrrealistas como los tradicionales. Pinceladas cortas casi sin terminar, en blanco y negro o una mínima integración del color son sus nuevas señas de identidad. Este salón comedor está presidido por un cuadro de Lidia Masllorens, una enamorada de los rostros que pinta a partir de fotografías. Trapos, escobas, papel reciclado o pintura acrílica negra son sus sorprendentes herramientas.

Abstracción y geometría se dan la mano en estas dos obras que coinciden en los tonos arena utilizados. La interiorista Blanca Ferré los apoyó en la repisa del cubrerradiador, uno en vertical de Blanca Cases y otro en horizontal, de Sacum, para jugar al contraste y dar movimiento al salón comedor.

El uso de pigmentos naturales puros, técnicas ancestrales y trazos serenos son las principales características de la artista Mayesa Mira. La artista ama plasmar la Naturaleza en su amplia extensión de la palabra: el verde de los bosques, el azul del Mediterráneo... o dar voz a los sinvoz. La chimenea de este salón comedor, reformado por Bárbara Aguado, está decorada con uno de sus cuadros creando una atmósfera sosegada.

En sintonía con el aparador de madera y las lámparas suspendidas de fibra, la interiorista Jeanette Trensig eligió para decorar este comedor un cuadro abstracto en tonos grises de la artista plástica Inés Arnedo. La pared lacada en verde ensalza aún más el lienzo sin marco.