Hay pocas cosas tan relajantes como un baño de burbujas. Después de un duro día de teletrabajo, conciliación, algo de deporte, limpieza, orden... Te has merecido unos minutos para ti. También puede ser un rato sin hacer nada, tomando el sol, escuchando música... Un poco de desconexión te ayuda a coger fuerzas para el día siguiente.