Cortinas perfectas para una 'slow deco': 10 ideas y fotos para decorar y ganar estilo y calidez

Unas cortinas de lino en tonos naturales son un infalible en una decoración slow. Aquí, los grandes ventanales que abren la zona de día al jardín se han vestido con caídas de lino. Si te gusta que tengan movimiento, elígelas de un lino poco tupido y de trama abierta. 

Este salón respira una atmósfera tradicional y muy slow, con sus vigas de madera y su suelo de barro cocido, pero a su vez se ha decorado con piezas actuales y atemporales, que crean un estiloso contraste. Los preciosos ventanales en arco se han vestido con generosas caídas de lino, que reposan holgadamente en el suelo y arropan este salón amplio y acogedor. 

De sabor campestre, este dormitorio respira una atmósfera relajante que invita al descanso. El techo de madera envuelve el espacio de calidez, y el gran ventanal que abre el dormitorio al jardín se ha vestido con unas cortinas muy vaporosas de lino rústico. Sujetas a la barra por trabillas, dan un toque casual al espacio. 

Estas cortinas, confeccionadas con el doble de tela, visten de manera muy estilosa el ventanal de este dormitorio. Al confeccionarse con el doble de tela, recogidas adquieren más volumen y más fruncidos, lo que da un plus de calidez y elegancia al espacio. 

La decoradora Lara Vallés completó la decoración de este salón de montaña con unas ligeras cortinas de lino rústico, de aspecto muy natural y con textura, que visten el espacio sin frenar la entrada de luz. Para integrarlas en la decoración, se han elegido de un tono tostado que, además, al filtrar la luz, da un efecto más acogedor. 

Apostar por una doble cortina es una opción tan elegante como práctica para vestir un espacio. Reserva, como aquí, la tela más clara y ligera para el visillo, y la más tupida y decorativa para la sobrecortina. Así, mientras el visillo regula la entrada de luz, la cortina suma calidez e intimidad. 

Este dormitorio rústico sintetiza a la perfección las claves de la slow deco: un luminoso y relajando blanco como base de la decoración, materiales naturales, toques de artesanía, madera, luz natural... Y las cortinas, de lino pero muy ligeras, contribuyen a reforzar este look, ya que tamizan de manera muy agradable la luz y dan intimidad, pero sin bloquear las vistas, que llevan la naturaleza dentro de casa.  

Este dormitorio es una invitación al relax, con textiles naturales y una paleta cromática muy suave, dos principios básicos de una decoración slow. Y las cortinas, con caída y de un cálido blanco roto, refuerzan esta atmósfera. No solo visten el gran ventanal a pie de cama, sino que corridas crean un agradable efecto de pared entelada.  

Las espectaculares vistas de este salón, que se abre por completo a su entorno de postal, pedían unas cortinas que frenaran la luz cuando fuera necesario, y se camuflaran de manera natural con la decoración, en la que el protagonismo recae en el exterior. De algodón, son ligeras y arropan este salón que, de no contar con cortinas, podría resultar algo frío con tanta presencia de cristal. 

Las decoradoras Sandra Vergara y Laura Rodríguez decoraron este salón moderno con una combinación de minimalistas estores tipo screen y cortinas más clásicas, que ayudan a vestir más el espacio y a regular la entrada de luz. En este sentido, han reservado para las cortinas la tela más tupida y para darle un plus decorativo, la han completado con un faldón en contraste.