Decorar las paredes con cosas que no son cuadros es una forma estupenda de sumar estilo y creatividad a cualquier estancia, además de una dosis extra de personalidad. Ya se trate de espejos, estanterías, figuras decorativas o cestos de fibra, estos elementos te ayudarán a romper con fórmulas tradicionales y crear rincones únicos.

Ten en cuenta también que, en muchos casos, estos recursos alternativos son más asequibles que obras de arte originales o cuadros de gran valor, con lo cual la decoración de las paredes es más accesible y económica. La clave está en encontrar elementos que hablen de ti, pero también que se adapten tanto al tipo de estancia (porque no es lo mismo el frente del sofá que la pared de la cama o del pasillo) como al estilo de la decoración.

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