Cómo decorar el descansillo de una escalera: 12 ideas prácticas y decorativas

Decorar con arbolitos o plantas king size los rincones muertos de casa está de moda. Y el descansillo de la escalera es un lugar ideal. Si no cuentas con mucho espacio, es mejor optar por plantas estilizadas y que crecen a lo alto, como este pequeño olivo, cuya copa a modo de bolita rompe con las líneas duras de la escalera, suaviza este espacio y lo llena de vida. 

No necesitas mucho espacio para hacer una composición de gran valor decorativo en el descansillo de la escalera. Inspírate en esta propuesta, en la que se ha aprovechado el espacio entre tramo y tramo de escalera con una butaca muy ligera y un espejo con marco dorado, dos piezas antiguas que dan un look decadente con mucho encanto. 

El decorador Iñaki Mujika ha aprovechado el espacio de este descansillo con una cómoda de estilo. Además de ser un práctico comodín para guardar, decora y viste un espacio que de otro modo estaría desaprovechado. Blanca, se integra de manera armoniosa con el espacio a la vez que suma estilo. 

El Estudio Del Pino & Del Valle aprovechó el descansillo de esta escalera abierta a la zona de día para crear un rincón de trabajo de lo más práctico. Por su situación, disfruta de luz natural y de amplitud, y cuando no se usa, decora por sí solo y llena un espacio que estaría desaprovechado. 

No por tener poco espacio debe desaprovecharse. Aquí, la decoradora Lory Hansen aprovechó el mini descansillo de esta casita de playa para decorarlo con un farolillo de fibras que contrasta con el gris antracita de la pared de la escalera, suma calidez y, al caer la noche, convierte este espacio en rincón mágico de la casa. Además, se ha aprovechado la estructura de la escalera para ganar un pequeño armario para dejar los utensilios de playa. 

Las zonas de paso pueden dar mucho juego a la hora de decorar y aprovechar el espacio de una casa. Aquí, el interiorista Iñaki Mujika sacó partido al descansillo de la escalera creando un acogedor rincón de lectura enmarcado por la barandilla de la escalera y bajo la preciosa cubierta de vigas de madera.  

Este descansillo de escalera es todo un lujo, con un gran ventanal que abre la escalera al exterior. Para darle protagonismo sin con ello eclipsar las vistas se ha creado una composición muy natural, en sintonía con el espacio, con un perchero que simula un tronco para exponer una colección de sombreros, y una butaquita de fibras ligera enmarcada por una alfombra. Pocas piezas pero especiales bastan para decorar este descansillo. 

Un armario nunca sobra en una casa, tengas muchos o pocos metros. Y la decoradora Carme Caubet quiso aprovechar el descansillo de esta casita rústica con un armario de tres cuerpos perfecto para tener a mano la ropa de calle o incluso la de casa, lo que permite liberar el resto de armarios. Para darle un plus decorativo, sus puertas se han entelado con una tela a cuadros que le da un toque british muy decorativo.

¿No tienes espacio en el descansillo de la escalera? ¡Aprovecha las paredes para decorarlo! Un gran cuadro, como aquí, bastará para vestir este rincón y convertir la escalera en un elemento decorativo de la casa. 

Cuando tienes este maravillo descansillo, debajo de un lucernario y arropado por la madera, ¡qué menos que aprovecharlo! Y es lo que hizo la decoradora Carolina de Juanes en esta casa de montaña, creando un rincón de relax muy acogedor y cosily. Una alacena de herencia reconvertida en librería, sirve de apoyo a este espacio con tanto encanto.  

Esta escalera demuestra que, por pequeño que sea un rincón, siempre puede aprovecharse para ganar espacio de almacenaje. La decoradora Asun Antó ha convertido el descansillo irregular de esta escalera helicoidal en un aparador para guardar manteles y menaje. Aunque es bajito (mide unos 60 cm) su fondo de 40 cm contribuye a que en el salón reine el orden. Pintado en blanco, igual que las paredes, pasa desapercibido.

La decoradora y estilista de El Mueble Gabriela Conde aprovechó el generoso descansillo de esta casa con una librería de líneas rectas a modo de cuadrícula que contrasta con el sabor campestre del espacio.