Cómo acertar con el color del sofá

Siempre que quieras renovar el sofá debes tener en cuenta las dimensiones de tu salón, tanto para saber cuál elegir en cuestión de tamaño como de color. Si cuentas con un salón pequeño, lo mejor es apostar por colores cálidos, blancos o beige, ya que ayudan a crear una sensación de amplitud. En el caso de que tengas un salón amplio, puedes permitirte incluir colores más oscuros.

Los tonos neutros como el beige, el blanco roto o los grises son los colores más habituales en un sofá. Esta elección se debe a que sin duda, son colores mucho más fáciles de combinar con el resto de piezas del salón. Además, al ser colores suaves y atemporales no cansan con tanta facilidad. 

En el caso de que tu salón sea bastante luminoso y quieras arriesgar con una pieza distinta, puedes hacerlo con un sofá de un color más oscuro. Una de las últimas tendencias en decoración es apostar por sofás en terciopelo de colores oscuros como el Classic Blue, el color del 2020 según Pantone. Otra clave para elegir un sofá de un color más intenso es que las paredes sean claras. 

¿Por qué no? Aunque tiene fama de sucio cada vez hay más tejidos en colores claros que se pueden limpiar fácilmente con un paño húmedo y sin tener que recurrir a las fundas de sofá. ¿Cuáles son estos tejidos? Por ejemplo, la tapicería que cuenta con una alta composición en poliéster, como los terciopelos sintéticos. Estos son quizás uno de los tejidos más resistentes.

Si te gusta el color en casa, lo mejor es que lo añadas por ejemplo a través de los cojines. Con los textiles tienes total libertad para añadir los colores que más te gusten y jugar también con diseños y materiales. Incluso, puedes ir variando los colores de los cojines y plaids en función de la época del año. Por ejemplo, en colores más frescos como el azul o el amarillo en primavera-verano, y en colores más cálidos como el terracota o el verde esmeralda en otoño-invierno.

Quizás es una de las opciones menos comunes, ya que puede aburrir con el tiempo. Pero si te ha enamorado algún sofá con estampado, es importante que tengas en cuenta algunos aspectos. Lo más sencillo es empezar por los textiles que tienes alrededor: cortinas, alfombras o cojines debes intentar que tengan colores lisos y que coordinen con los tonos del sofá. Si no te atreves con un sofá entero estampado, puedes optar por tapizarlo con unas pequeñas geometrías o figuras algo más discretas.

Se han convertido en una de las opciones más utilizadas sobre todo cuando tenemos en casa niños y mascotas. Con esto podemos añadir el color que más nos encaje en nuestro salón y así no renunciar a nuestros gustos. En multitud de tiendas, incluso en aquellas donde podemos adquirir el sofá venden fundas extraíbles para el sofá.

"Muchas veces aconsejo hacer, aparte del tapizado, una funda lavable del mismo tono para los ambientes que tienen 'mas trote', como por ejemplo la sala de estar, de juegos o zona de tv, donde pasamos mucho tiempo tumbados con los niños, amigos o familia. ", aconseja la estilista de decoración Solange Van Dorssen 

Sin duda, las fundas son una de las mejores alternativas ya que permite que si el sofá se mancha podemos introducir estas fundas cómodamente en la lavadora y volver a lucir una pieza de diez. Un truco: ten al menos dos fundas en casa, para que cuando laves unas puedas añadir rápidamente otra en su lugar y así evitarte más de un disgusto.