"Me llamo Béatrice, soy francesa y tengo casi 60 años. Llevo viviendo en España más de 25 años. Descubrí la revista El Mueble en los años 90, cuando vivía en Madrid, y habíamos comprado nuestro primer piso. Me encantó y, desde entonces, salvo los años durante los cuales vivía en el extranjero, he sido una fiel lectora vuestra". Ella es Béatrice Beranger y tiene una casa en la playa en Moraira (Alicante), en la costa Mediterránea, frente a las Islas Baleares.
"Compramos la casa a una señora holandesa y la construcción es la típica del principio de los años 90. La planta de arriba consta con un amplio salón comedor, una cocina y dos dormitorios, uno de ellos, el dormitorio de matrimonio, tipo suite, un cuarto de baño y un pequeño despacho que nos sirve de zona de trabajo", cuenta nuestra lectora.
"En la parte del salón comedor, lo único que hicimos fue pintarla de nuevo y crear un mueble de pladur para el televisor con estanterías de madera que sirven de librería y también donde he colocado adornos traídos de América del Sur", añade.
"Como es típico de las casas de la zona, en la primera planta de la casa había una habitación grande, con un rincón donde se ubicaba una pequeña cocina y un cuarto de baño. Anteriormente, esta parte de la casa estaba al alquiler temporal o de verano", explica la protagonista de hoy.
"Lo primero que hicimos fue recuperar totalmente este espacio y dividirlo en dos habitaciones con sus respectivos baños: suites. Ya que tenemos, entre los dos, 5 hijos mayores y 2 nietos que vienen a visitarnos. Era importante recuperar dormitorios, baños para que cada uno pudiera sentirse a gusto y tener su intimidad", detalla Béatrice.
"Ahí me inspiré mucho de la revista El Mueble. Quería un ambiente ibicenco, con paredes blancas, baños totalmente construidos, duchas con piedras del río para el suelo, puertas correderas de madera natural…", revela nuestra lectora.
"Me encantaron todos los ambientes naturales, el estilo “Raw”, las fibras, lo vegetal que encontré ojeando las páginas de varios números de El Mueble", afirma.
"Siendo una casa de la playa, que tiene una construcción más bien clásica, pensé que ese estilo era lo mejor. Además soy muy fan de todo tipo de decoración mediterránea", reconoce. Algo que se refleja en los exteriores de la casa.
"Hoy la casa goza de cuatro dormitorios dobles y cuatro cuartos de baños. Además las terrazas que la rodean ofrecen a cada uno de los invitados un rincón donde sentarse, leer, disfrutar de las vistas al mar o al monte, soñar...", concluye.
¡Nuestra lectora disfruta mucho de los exteriores de esta bonita casa mediterránea!