"Desde bien joven ya tenía El Mueble en casa porque mi madre es una gran aficionada. Cuando adquirí mi primera casa hace más de 20 años empecé a comprarme las revistas para obtener ideas en decoración". La lectora de hoy se llama Carmen Pérez y vive en un pequeño pueblo de Toledo con su marido Jaime, con el que ha formado su familia.
Y explica: "Pasé mi adolescencia en una casa de verano que mi familia posee en la misma localidad. Una vez formada mi familia continuamos disfrutando del sitio, hasta que tuvimos la oportunidad de adquirir una casa en esta localidad como segunda residencia. Nuestra intención es el disfrute en compañía de la familia y amigos de una vivienda llena de felicidad que es lo que sentimos por ella".
La estancia más especial de toda la casa para nuestra lectora es el porche: "Es donde hacemos prácticamente la vida estival". Pero también tiene su lugar preferido para invierno: "Con el frío, disfruto enormemente de mi salón, del que estoy muy orgullosa", admite.
"Mi casa es un terreno de 600 metros donde la vivienda se ubica en el centro. En el exterior dispone de un porche de 45 m2, piscina y jardín. El interior consta aproximadamente de 140 m2, con tres dormitorios, 2 baños , salón independiente y cocina con despensa", describe la protagonista de hoy.
"Adquirimos la casa en 2016. Aunque no tenía muchos años construidos había sido abandonada y se encontraba totalmente deteriorada, solamente disponía de la puerta de acceso a la vivienda y las ventanas. Así que tocó reformarla", admite.
"Lo primero fue meter electricidad y calefacción. Después pusimos las mallorquinas a las ventanas. También instalamos las puertas a todas las estancias de la casa y carpintería de armarios. A continuación pintamos toda la vivienda en blanco.
La cocina se instaló enseguida", sigue contando Carmen.
"A partir ahí comenzamos con la decoración interior y la adecuación del terreno en el que pusimos piedra en casi toda la totalidad. Tras ello construimos el porche y se terminó la piscina y jardín", afirma.
"En el interior ya contábamos con algunas piezas para decorar, unas proceden de herencia como el espejo de la habitación principal y el aparador y mesa de comedor que se restauraron. Otras piezas fueron regalos de familiares como los baúles antiguos de la entrada y salón, el aparador de la habitación principal, puertas y ventanas antiguas que provienen prácticamente todos de la Mancha. Todas han sido restauradas por mi marido y por mí", detalla nuestra lectora.
"Siempre he sido una enamorada de las piezas antiguas e ido guardando hasta buscarlas un lugar, en el que ahora poder disfrutar de ellas. Es mucho el mobiliario y piezas realizadas por nosotros. Entre Jaime y yo hemos realizado: la puerta de granero del armario de la entrada, a base de tablones; en las habitaciones los cabeceros a partir de palets e incluso un escritorio en la habitación de Álvaro, mi hijo. En esa habitación Jaime construyó las dos lámparas de pared y también las dos mesitas a base de tablones de construcción, totalmente restaurados para su uso. Al igual que las estanterías del salón que proceden de los mismos tablones", añade.
"Construimos también las jardineras donde ubicamos bambas en el porche", concluye Carmen.