Begoña Izquierdo es una fiel lectora que hace un año y medio que está en esta casa de La Moraleja (Madrid). Ella misma nos cuenta la historia: "En esta casa vivimos mi marido Angel y yo junto con nuestras hijas Mirella y Elsa, de 16 y 14 años respectivamente. Antes de formar una familia, tanto mi marido como yo habíamos vivido en el extranjero, y a los cuatro años de estar casados, nos volvimos a embarcar en otros proyectos que nos llevaron fuera de España durante 13 años, concretamente en Italia y en Tel Aviv, Israel. Dos países muy diferentes y fascinantes. Fue hace un año y medio cuando se nos presentó la ocasión y decidimos volver a España, una decisión tomada sobre todo por nuestras hijas".
Y añade: "Todos estos cambios me han ayudado a entender qué características buscaba en una casa y se puede decir que fuimos afortunados, ya que sólo tardamos un mes en encontrarla. La elección del colegio y la cercanía al aeropuerto determinó nuestra elección a la hora de elegir La Moraleja".
UNA CASA DE TRES PLANTAS
La casa de Begoña tiene 650 m2 que están distribuidos en tres plantas. "No estaba en muy buen estado cuando la compramos, la tuvimos que reformar en su totalidad, desde cambiar todos los cerramientos, instalación de suelo radiante frío calor por aerotermia y una nueva distribución para crear espacios más racionales. Los Peñotes nos diseñó el jardín (2.000 metros de parcela) y tuvimos que hacer el vaso de la piscina nuevo. El proyecto fue de Andrea Justo (www.nest-design.es) y de Javier García (www.isnova.es) y la obra la hizo Dimensi-On (www.dimensi-on.com) en un tiempo récord y sin problemas", explica nuestra lectora.
Todo fue rodado pero, según cuenta Begoña, "la instalación de las puertas de cristal que hay en el salón fue lo más complicado, ya que tuvieron que usar una grúa porque cada hoja mide 3 metros de longitud y son cristales de alta seguridad". Pero lo bien que quedan en este gran espacio abierto en el que nos encontramos salón, comedor y el jardín, muy integrado a toda la casa.
Como podéis ver en esta primera foto, en la que se ve la zona del sofá y el comedor al fondo, la base de la casa es neutra y predomina el blanco y el gris. ¿La razón? Begoña lo tiene claro: "Para poder introducir elementos decorativos y artísticos con fuerza y color, que le aportasen originalidad, pero más que seguir una tendencia, buscábamos una decoración atemporal, abierta y en constante evolución donde pudiéramos seguir incorporando nuevas piezas de arte o recuerdos de viajes". Un ejemplo de estos elementos decorativos con más fuerza lo veréis a continuación.
"El mueble más especial de la casa son los sillones Utrech de Cassina en color azul eléctrico, que junto con el cuadro de Tintín (personalizado por un artista amigo nuestro con la bahía de Alicante al fondo) crea un statement", confiesa Begoña.
LA COCINA, SU ESTANCIA PREFERIDA
Pero si nuestra lectora se tiene que quedar con algún lugar de la casa, ese es, sin duda, la cocina. "Mi estancia favorita es la cocina por la isla, que tiene unas dimensiones de 6,40 metros, con lo que visualmente es impactante. Es una cocina muy cómoda para usar a diario, pero también cuando tienes invitados, ya que tenemos capacidad para sentar a ocho personas cómodamente si preferimos hacer algo más informal o simplemente para tomar un aperitivo", explica.
UN BUEN LAVADERO
"Tengo la suerte de tener una zona lavandería grande, supone un respiro, ¡sobre todo cuando vuelves de viaje!", cuenta Begoña Izquierdo.
UN DORMITORIO CON UNA ALFOMBRA MUY ESPECIAL
Una de las estancias más impresionantes es el dormitorio de Begoña y su marido. Tiene parte de la pared y el techo abuhardillados, y allí está la ventana. "Nos enamoramos de esta gran ventana, pero decorar esta habitación ha sido y sigue siendo todo un reto. La alfombra persa la tengo desde hace 15 años y el cuadro, mi pieza favorita de la habitación, es una nueva adquisición de Beatriz Elorza y consigue armonizar todo", explica nuestra fiel seguidora en sus redes sociales.
Aquí en el dormitorio, destacan también las ramas de eucalipto natural. Begoña las puso "porque decoran, duran mucho tiempo y dejan un agradable aroma fresco".
UN BUEN RECIBIDOR
¡Y qué decir del recibidor! "Ya sabéis que la primera impresión es la que cuenta", dice Begoña en su Instagram, y lo demuestra con esta combinación de madera, fibras, plantas y espejo. Y más adelante, ¡un banco con cojines y un gran ventanal por el que entra luz natural!
LOS BAÑOS DE LA CASA
El suyo...
El de sus hijas...
Y un aseo de cortesía hecho por Porcelanosa de piedra natural.
Y EL EXTERIOR
No podía faltar tampoco la terraza, el jardín y la zona de la piscina. "Se podría decir que esta casa es perfecta para pasar la cuarentena, por su luz, espacios y jardín", afirma Begoña.
"Esta casa tiene un gran valor para nosotros porque hemos pasado mucho años viviendo en casas de alquiler y nos apetecía tener libertad para decorar y hacerla completamente a nuestro gusto. La casa refleja nuestra personalidad y todo lo que hay en ella ha sido elegido con cuidado y cariño", concluye Begoña.
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