Marta es lectora de la revista desde que le picó el gusanillo de la decoración hace ya 30 años. Desde entonces, El Mueble siempre ha estado presente en su mesa de centro.
Hace tres años, la lectora se aventuró a dejar su ajetreada vida en Madrid para empezar un nuevo capítulo lejos de la capital. Se mudó a una casa de 270 m2 en Lanzarote para empezar una nueva vida que, seguro, iba a ir a otro ritmo.
Nos confiesa que le costó muchísimo encontrar materiales y nuevos objetos que consiguieran darle a su nueva casa ese toque tan personal que caracterizaba su anterior residencia.
Pero, como ves en las fotos, finalmente lo consiguió. Y está tan contenta con el resultado, que quiere compartirlo contigo para que puedas inspirarte tanto como ella. ¡Adelante!
El garaje, que es en realidad una pérgola techada, lo usan como un segundo porche. La lectora reconvirtió este espacio en un rincón decorado con mucho mimo para dar la bienvenida a sus invitados antes de entrar en casa.
El salón está repleto de detalles. Marta ha optado por una decoración donde el blanco es el protagonista indiscutible. Lo encontramos en los textiles, en los muebles y en los objetos decorativos. ¿Qué te parecen las mesitas de mármol? ¡Qué elegantes!
Otro de los puntos importantísimos de la casa es la cocina. Querían reformarla ampliando parte del trastero, pero al ser una obra grande, han optado por hacerle - por el momento- un auténtico "lavado de cara".
Esta "minireforma" la ha llevado a cabo ella misma. ¡Nuestra lectora se ha atrevido con todo! "Por un lado, he pintado las puertas de la cocina y por el otro ha colocado molduras y azulejos en las paredes", explica orgullosa.
Otro de sus rincones predilectos es el sótano. "Aquí tengo mi mundo de herramientas. Lo utilizó para coser, para ver la televisión, para escuchar música... en fin, ¡todo lo que se me ocurra!", cuenta.
"La verdad es que me costó adaptarme a la nueva vida isleña. Sobre todo a la hora de decorar la casa, ya que aquí no hay tanta variedad y las compras on-line son complicadas", añade la anfitriona.
Pero como ves, poquito a poco, con buen gusto y muchas ideas de la revista, la casa de Marta ha ido cogiendo forma hasta convertirse en un lugar súper acogedor donde no falta un solo detalle decorativo.