Hay algo que siempre logra sacarme de mis casillas, y en este caso no me refiero a la temida cuota de autónomos, sino a esas tendencias que me entusiasman y que, lamentablemente, desaparecen en un abrir y cerrar de ojos.  Por suerte, en lo que respecta a los cabeceros curvos, la cosa va para largo, y menos mal, porque acabo de comprar uno (blanco y monísimo, por cierto) para mi dormitorio.

Como te decía, esto de los cabeceros de cama con formas curvas lleva unas temporadas de moda, especialmente en Instagram. No sé si a ti te pasará, pero yo, que sigo un montón de cuentas de interiorismo, los veo continuamente cada vez que entro en busca de inspiración. Y entiendo su éxito, porque después de tantos años de cabeceros tradicionales, las curvas son perfectas para aportar un toque de originalidad y frescura a los dormitorios.

En forma de arco, sinuosas, de corte clásico, de terciopelo, lino o bouclé, de ratán... Hay tantas posibilidades que es prácticamente imposible que no encuentres un modelo que encaje con tus gustos o necesidades. Pero si todavía tienes alguna duda, quédate conmigo, porque en este artículo voy a enseñarte varias ideas y opciones de compra que son un acierto seguro.

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