Antes y después: de salón oscuro y triste a súper salón comedor con estilazo (incluye vídeo)

Este salón tenía una decoración que se había quedado anticuada y que resultaba fría. El sofá de líneas duras en dos tonos no era nada acogedor y la mesa de centro era pesada y oscurecía la estancia. Los propietarios acudieron a Sol Van Dorssen para realizar una transformación sin obras, ¿quieres ver cómo está el salón ahora?

Ya habíamos visto otras transformaciones de nuestra estilista Sol van Dorssen, y en este caso ha vuelto a conseguir un salón mucho más luminoso. ¿Su principal recurso? Usar el color blanco. Todo el mobiliario, con muebles de madera lavada y fundas, está ahora en ese color. El efecto es espectacular. 

Cambiamos el sofá que había por uno desenfundable confeccionado de forma artesana en lino lavado. Una elección atemporal que, además, resulta ligera visualmente y es muy fácil de renovar con los cojines. 

A este salón le faltaba luz y encanto para resultar acogedor. La base era buena y tiene a su favor el ser un salón muy grande, pero necesitaba muebles auxiliares y complementos que le aportaran personalidad. ¿Quieres ver cómo está ahora?

De este rincón Sol solo conservó el mueble a medida bajo la ventana, realizado por Carpinterías Jopa Álvarez. El mobiliario en blanco ha sido la clave: elegimos un sofá desenfundable, una butaca a juego y un puf de lana. Todo de TC Collection. 

El salón ha ganado calidez también gracias a los muebles de madera lavada que hemos añadido. La mesa de centro es de teca y hierro; la mesa auxiliar es de teca (de Taller de las Indias, 240 €) y el aparador de detrás del sofá es de olmo antiguo (es de Catalina House). 

El sofá hace de separador entre la zona de salón y el comedor. El anterior modelo, en dos colores, resultaba muy duro ya que su trasera oscura no era muy decorativa y su respaldo alto tapaba la luz. 

Al cambiar el sofá por uno más claro y 'bajo' la sensación cambia por completo. Además, la consola de madera hace de transición entre los distintos ambientes, da calidez y crea un punto de apoyo. 

Al tener el televisor sobre el mueble bajo la ventana la entrada de luz quedaba tapada. Además, eso obligaba a mirar la tv a contraluz, algo nada práctico. La alfombra, a juego con los colores del sofá, también era oscura. 

Decoramos el mueble bajo con plantas para llenarlo de vida y darle una nota de color. Las plantas no interfieren el paso de la luz y quedan muy decorativas. Una lámpara de sobremesa completa el conjunto y regala una luz ambiental muy cálida. 

Clara y de fibras, la alfombra se encarga de enmarcar toda la zona de estar, da calidez al suelo y, además, ayuda a zonificar en estancias que tienen varios ambientes. Para que sea cómoda debe rodear por completo los muebles del estar.

Las plantas son otras grandes protagonistas de la transformación. Pusimos ramos, pequeñas plantas y hasta un árbol, la pachira, entre las ventanas. 

La mesa con sobre de cristal a la vista daba un aire frío e impersonal al comedor. Las sillas oscuras no encajaban con el color de las paredes ni el arrimadero. Los radiadores negros también oscurecían el espacio. ¿Quieres ver cómo está ahora?

Mantuvimos la mesa que estaba en la casa, aunque decidimos cambiar las sillas por unas blancas tapizadas. Vestimos la mesa con doble mantel y el comedor ha quedado mucho más luminoso y acogedor. Un truco: el doble mantel siempre funciona para dar un aire más vestido a la mesa. 

Tapizadas con lino y con capitoné, son una apuesta clásica que sube el nivel decorativo. Encajan mucho mejor con la lámpara de techo blanca (de Gok, en Avanluce) y las paredes en color topo con arrimadero blanco. ¿Otro truco decorativo? Poner a juego el color de los manteles con las sillas. 

La vestimos, primero con un mantel de lino beige que arrastra. Después, con otro más corto de lino blanco con un ribete mostaza que añade luz, volumen y calidez. La mesa está puesta con menaje en blanco y ocre, un dúo cálido y luminoso. Ahora sí, ¡cuánta luz tiene este salón comedor! 

El comedor no tenía un mueble para guardar y, por eso, la mesa y las sillas siempre estaban llenas de cosas que no deberían estar allí. La acumulación de objetos en el comedor era antiestética y generaba sensación de desorden. 

Aprovechamos un paño de pared entre ventanas para colocar un aparador de madera que decoramos con un gran espejo con cuarterones. Así, no solo hemos ganado orden y estilo, también hemos creado un nuevo punto de luz en el salón-comedor. 

Cuando no está puesta la mesa ya no está llena de objetos, un bonito jarrón con flores y ramas cogidos del jardín o la terraza es suficiente para crear un punto de luz en la mesa y darle un aspecto más cuidado y natural. 

Sol es estilista de El Mueble y decora hogares con su proyecto Vestir tu Casa.