1. Antes: un salón comedor tubular y mal organizado Este salón no es que fuera pequeño, sino que estaba mal organizado. Con una zona de estar pequeña y encorsetada, y un comedor en medio del paso. Espera a ver el cambio... Después: un salón más amplio organizado en dos zonas El equipo de The Room Studio decidió sacarle el máximo partido al espacio llevando el comedor a la cocina y destinando todo el espacio al salón, que ganó amplitud y practicidad, ya que por un lado encontramos el rincón de lectura y, por otro, una zona más enfocada al ocio y a ver la televisión. Después: un comedor integrado en la cocina (ahora abierta) Los interioristas Meritxell Ribé y Josep Puigdomènech crearon una zona de día diáfana, con la cocina abierta y el comedor integrado en este espacio. Con ello, no solo se ganaron metros, sino sensación de amplitud y una relación más fluida y armónica con los cuatro espacios de la zona de día. 2. Antes: un salón frío, poco acogedor y anticuado Los colores, la selección de piezas, el gotelé de las paredes (¿quieres saber cómo quitarlo ?), el suelo... Todo en este salón pedía a gritos un restyling integral. Después: un salón actual y abierto a las vistas El equipo de The Room Studio conservó la estructura del salón pero le dio un cambio de look integral. Empezando por potenciar las maravillosas vistas de las que disfruta esta casa en la exclusiva urbanización de Supermaresme, a pocos kilómetros de Barcelona. Una paleta de colores neutros y muy suave, que transmite confort y tranquilidad, y una selección de mobiliario actual, con mucha presencia de madera, crean un salón acogedor e invitador. Después: una zona de relax junto a la chimenea Mismo rincón de la chimenea, ¡pero qué apetecible ahora! Y sin necesidad de importantes obras. Y es que, a veces, la transformación de un espacio es más fácil y rápida de lo que parece. Nueva pintura, nuevo mobiliario y el cambio, como aquí, ¡es radical! Si tienes curiosidad para descubrir el resto de espacios de esta casa, descúbrelos . 3. Antes: un salón de nivel pero totalmente anticuado Maderas nobles pero oscuras, una gran chimenea con una embocadura recargada de mármol que se comía mucho espacio y dos librerías pequeñas y demodés . El color de las paredes tampoco ayudaba... Y es que, este salón, debía estar a la última hace 30 años, pero ahora había quedado desfasado y era poco práctico. Después: un salón muy luminoso y organizado en varias zonas El equipo de The Room Studio conservó la chimenea original, pero le dio una imagen actualizada y noble. Lo mismo que las librerías, que han ganado centímetros y se han completado con un armario muy práctico. Todo, de madera, da un look elegante y un extra de calidez a un espacio de base moderna. Después: una elegante zona de relax en el salón Meritxell Ribé y Josep Puigdomènech aprovecharon la generosidad de metros del salón para organizarlo en dos varias zonas: la de estar, junto a la chimenea, y una elegante zona de lectura y música frente al gran ventanal que sirve de transición hacia el comedor. 4. Antes: una cocina anticuada y desaprovechada En este estado se encontraron la cocina de este piso barcelonés de 250 m 2 los interioristas Meritxell Ribé y Josep Puigdomènech. Nada en ella era aprovechable, ni el mobiliario, ni la concepción del espacio, que daba la espalda a la zona de día. Y lo mejor que tenía, ¡estaba oculto! Espera a ver la transformación... Después: una cocina moderna, capaz y con un completo office ¿Te has fijado en ese precioso techo? Las vueltas de la cocina son las originales, que al eliminar el falso techo aparecieron y se conservaron, creando un contraste muy creativo con el nuevo suelo hidráulico. Después: un office-isla de trabajo original y práctico Se aprovechó la zona central de la cocina para crear un completo office con una mesa alta que, a su vez, sirve de isla de la cocina. De hecho, uno de los laterales se ha equipado con un par de cajones para tener a mano los utensilios de trabajo. 5. Antes: un salón con detalles barrocos y kitsch El salón de este piso del Eixample barcelonés tenía metros y, sin duda, posibilidades. Pero el suelo oscuro y los techos bajos y recargados lo empequeñecían. Por no hablar de esas columnas barrocas y los detalles en verde fluorescente. Necesitaba un cambio radical. Después: un salón moderno y elegante De la reforma integral se encargaron los interioristas Meritxell Ribé y Josep Puigdomènech, de The Room Studio. Se empezó por unificar el techo, ganando altura visual, y se eliminaron las columnas extemporáneas que daban un look kitsch al salón. Además, se aprovechó el espacio junto al ventanal para destinar una privilegiada zona de lectura. Después: un comedor con mucha personalidad Con la reforma se buscó dar a la vivienda la esencia y personalidad que no tenía y, para ello, se recuperaron las bonitas carpinterías antiguas y escogieron materiales naturales, como el precioso suelo en espiga o la escultórica mesa de madera del comedor, y metales nobles, como la original librería de metal, para que aportaran una nota de elegancia y sutileza. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .