Adiós a los pasillos, puertas correderas y otras 15 ideas buenísimas para una casa de menos de 50 metros cuadrados

Cuesta creer que lo que podría ser un simple pasillo pueda albergar una cocina muy completa. A las pruebas nos remitimos. Lo bueno de esta cocina, anexa al salón a través de un medio murete, es que ambos espacios tienen ventana al exterior. A pesar de eso, decidieron comunicarla a través de una altura acristalada que multiplica esa sensación de luz y aumenta la sensación de espacio. Uno de los frentes se habilitó para la zona de trabajo y almacenaje y aún quedó hueco para poner una pequeña zona de barra para desayunos, que también sirve como zona de trabajo extra. El medio murete, además, es práctico y decorativo gracias al riel con ganchos que sirve para tener los utensilios a mano y, al mismo tiempo, aporta un aire muy auténtico y vivido a este espacio.

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Cuando tenemos un pequeño espacio para albergar salón y comedor, una de las soluciones más adecuadas para aprovechar el espacio es prescindir de tabiques y utilizar una pieza de mobiliario para delimitar espacios. Y aquí, el sofá es una pieza clave, como bien sabe Clara Masllorens. La interiorista utilizó la trasera del sofá para crear un banquito de obra para el comedor que, además, tiene espacio de almacenaje en su interior. Lo decoró con unos textiles de lino ribeteado que siguen el mismo estilo marinero que el resto de detalles de esta casita de playa. Fíjate también en la mesa, tiene unas patas centrales para no entorpecer la circulación de los comensales y que quede lo más despejada posible a nivel visual.

Las puertas correderas son otro de los recursos por excelencia cuando hablamos de pisos de menos de 50 metros cuadrados. Y es que ahorran mucho espacio porque no ocupan los 80 cm que sí ocupan las tradicionales puertas batientes al abrirse. Fíjate aquí cómo ha servido para separar el dormitorio del resto de la casa, pudiendo crear una atmósfera abierta y luminosa por el día e íntima y relajada por la noche. Además, el hecho de tener un espejo incorporado ayuda a multiplicar la luminosidad y sensación de profundidad de la habitación. 

Estas puertas correderas de las que hablamos son especialmente útiles para armarios y también para aseos o baños en suite, como vemos en el ejemplo de esta habitación. Clara Masllorens, autora de esta reforma, colocó una de estas puertas para que el baño y el dormitorio pudieran estar siempre abiertos y conectados. Y esto es porque el inodoro quedó escondido en un lateral, de tal manera que las miradas solo se dirigen al maravilloso y decorativo mueble de roble que diseñó a medida. Además, es muy curioso porque hace un doble juego de espejos y parece mucho más largo de lo que realmente es.

Muchas veces, tener la cocina en la entrada de casa resulta visualmente extraño. El equipo de Vivestudio resolvió este conflicto gracias a un muro separador de espacios. Por un lado quedó un pequeño recibidor y, por el otro, la cocina bien delimitada. Pero, ¿qué es lo que tienen en común ambas zonas? Los muebles visualmente ligeros que no restan sensación espacio. La entrada cuenta con una pequeña consola volada muy práctica y estética, mientras en la cocina se ha habilitado una zona para desayunar con una barra alta tan liviana que parece flotar: se apoya contra el muro y tan solo tiene dos patas muy sutiles y de color blanco apenas perceptibles.

La base irregular de este salón pequeño ha marcado la ubicación del sofá, donde se ha podido habilitar justo detrás una pequeña zona de estudio . La trasera ha servido de apoyo para una mesa de trabajo en forma de L, que se apoya en la pared creando mayor ligereza. Es un diseño de Van Castro, de Vivestudio, autora del proyecto.

Donde antes había pilares e irregularidades ahora hay una frente de armarios de suelo a techo que aprovechan todo el espacio y recorren los 4,5 metros de largo del salón de un piso pequeño. Lo que no nos podemos imaginar es que tiene cabida para una librería, un vajillero, una despensa, un ropero y televisión. La interiorista Bárbara Sindreu, además, ha querido hacerlos casi imperceptibles para mimetizarlos con el espacio lacando sus puertas de color blanco y prescindiendo de tiradores para que la imagen sea mucho más limpia.

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En este dormitorio proyectado por María José Auñón Cabrera encontramos una doble solución para espacios pequeños. Por un lado, un medio murete separador de espacios, que hace las veces de cabecero y, por el otro lado, es donde se ha colocado la zona de lavabos del baño en suite. Además, esa repisa se ha utilizado para fijar unos espejos dobles con un marco muy fino, que actúan tanto de un lado como de otro. Sin embargo, en la zona de descanso también reflejan directamente el mar y, a la vez, amplían muchísimo la sensación de espacio y luz.

Y siempre con ideas ingeniosas, sobre todo cuando hablamos de pisos pequeños. En este dormitorio, Pia Capdevila supo encontrar la solución ideal focalizando su atención en el cabecero. Y es que diseñó un módulo a medida y multifunción donde se apoya la cama por un lado y, por el otro, se integra una parte de armarios y cajones muy práctica. A la vez, separa ambos ambientes y, al no llegar hasta el techo, deja pasar la luz.

¿Qué sería de un hogar pequeño sin muebles multifunción? En este mini dúplex súper luminoso se ha optado por tonos neutros, tanto en las paredes con textura como en las tapicerías. El sofá, aparte de su color blanco roto que ayuda a potenciar esa luz, esconde un truco, y es que se convierte en cama cuando los propietarios reciben algún invitado. Un factor a tener en cuenta en apartamentos que cuentan solo con una habitación. Celia Crego es la autora de esta magnífica reforma.

Di sí a los tonos neutros cuando tengas un espacio pequeño. Siempre aportarán ese plus de luminosidad y sensación de amplitud que necesitas. Si quieres romper su monotonía y aplicar un toque decorativo, no dudes en combinarlo con su mejor aliada: la madera. En este caso, las vigas originales de la casa junto con los  muebles auxiliares en madera clara, consiguen interiores más alegres, acogedores y dinámicos. Las fibras naturales y los textiles tostados también ayudan.

Es muy habitual que en las cocinas pequeñas y abiertas al salón se haga una distribución en forma de U. Esto suele permitir la incorporación de una barra de desayunos en el frente más próximo a la zona social y un espacio de trabajo en el lado opuesto. En este caso, se utilizó para poner ahí la zona de aguas, que tiene cajones debajo. En el resto de frentes hay que conseguir sacar el máximo rendimiento para almacenaje, a base de armarios altos y bajos de fácil acceso. Aquí se han utilizado unos discretos tiradores y unos armarios lacados en blanco con una estética muy depurada para que no interfiera visualmente con los demás elementos del salón.

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Si te enfrentas a la reforma de un piso antiguo, probablemente te lo encuentres muy compartimentado. Una de las tendencias actuales en interiorismo, sobre todo cuando hablamos de pisos pequeños, es eliminar pasillos y recibidores para abrir y comunicar las estancias. Sin embargo, no está de más delimitar la zona de entrada de una manera original, de tal forma que sigua quedando abierta y le llegue la luz del resto de estancias. Esto se puede lograr con un mueble a medida que delimite cada zona, como vemos en este ejemplo. A la vez, sirve como estantería decorativa, mueble para dejar los objetos personales al entrar en casa, como espacio de almacenaje (ya que tiene cajones y armarios bajos) y, a la vez, no impide la entrada de luz. ¡Es perfecto!

Hay quienes eliminan el recibidor para abrirlo directamente al salón y quienes deciden conservarlo y actualizarlo con soluciones perfectas como ésta. Si tu recibidor tiene un entrante de pared, es de obligado cumplimiento aprovecharlo al máximo como ha hecho, por ejemplo, Asun Antó, de Coton et Bois. La interiorista ha instalado un banco a medida que encaja perfectamente en ese hueco y ha añadido cojines y molduras en las puertas (que esconden almacenaje) para darle un plus de estilo. De esta manera, tendrás una descalzadora muy elegante y decorativa nada más entrar en casa. Para redondear este espacio de entrada, decidió sustituir el muro por un cerramiento acristalado que conecta con la estancia contigua y a la vez decora, dejando pasar la luz también al recibidor.