Adiós casas frías: 10 trucos de las estilistas para que una decoración moderna sea cálida

¿Qué tienen en común las casas modernas? Un uso muy generalizado de superficies y acabados que tienden a ser lisos y transmiten cierta sensación de frialdad, como el metal o el vidrio. Lo vemos en este salón, donde la escalera minimalista de cristal laminado que preside el ambiente parece flotar en el espacio. Su aspecto delicado también produce un impacto distante y poco acogedor que no favorece al salón. ¿Cómo remediarlo? Olga Gil-Vernet nos lo cuenta. "Compensa la frialdad de este tipo de materiales introduciendo textiles cálidos sobre el sofá, como cojines de terciopelo mezclados con otros de diferentes texturas. También mantas de punto grueso o cortinas o estores de lino. Las texturas suaves equilibran la estética moderna y añaden confort visual y calidez", apunta la estilista.

Jeannette Trensig proyectó este salón con puertas en acordeón de cristal y hierro, material, éste último, que se traslada a una original librería de porte industrial. Aunque claramente marcan la estética de este ambiente moderno, ¿qué nos llama la atención? La calidez de la luz natural tamizada por estores venecianos y las tres lámparas, diferentes y estratégicamente colocadas, que suman puntos al salón. ¿Por qué? "Una iluminación adecuada crea un ambiente acogedor. Usa una combinación de luces ambientales (como lámparas de techo), funcionales (lámparas de lectura o de pie) y decorativas (velas o luces LED suaves). Las bombillas de luz cálida (tonos amarillos) son esenciales para suavizar los espacios modernos, que a menudo tienen líneas duras y colores fríos", nos cuenta la estilista Olga Gil-Vernet. En este salón, tenemos un poquito de todo.

¿Qué tienen en común las casas modernas? Un uso muy generalizado de superficies y acabados que tienden a ser lisos y transmiten cierta sensación de frialdad, como el metal o el vidrio. Lo vemos en este salón, donde la escalera minimalista de cristal laminado que preside el ambiente parece flotar en el espacio. Su aspecto delicado también produce un impacto distante y poco acogedor que no favorece al salón. ¿Cómo remediarlo? Olga Gil-Vernet nos lo cuenta. "Compensa la frialdad de este tipo de materiales introduciendo textiles cálidos sobre el sofá, como cojines de terciopelo mezclados con otros de diferentes texturas. También mantas de punto grueso o cortinas o estores de lino. Las texturas suaves equilibran la estética moderna y añaden confort visual y calidez", apunta la estilista.

Jeannette Trensig proyectó este salón con puertas en acordeón de cristal y hierro, material, éste último, que se traslada a una original librería de porte industrial. Aunque claramente marcan la estética de este ambiente moderno, ¿qué nos llama la atención? La calidez de la luz natural tamizada por estores venecianos y las tres lámparas, diferentes y estratégicamente colocadas, que suman puntos al salón. ¿Por qué? "Una iluminación adecuada crea un ambiente acogedor. Usa una combinación de luces ambientales (como lámparas de techo), funcionales (lámparas de lectura o de pie) y decorativas (velas o luces LED suaves). Las bombillas de luz cálida (tonos amarillos) son esenciales para suavizar los espacios modernos, que a menudo tienen líneas duras y colores fríos", nos cuenta la estilista Olga Gil-Vernet. En este salón, tenemos un poquito de todo.

Cómoda, mullida, confortable... La cama debería ser un lugar para abandonarse al descanso. Sin embargo, a veces la propia estructura fría de la habitación (techos altos, carpinterías metálicas, paredes demasiado neutras...) impide crear esa sensación de recogimiento. El truco de la estilista Sol van Dorssen es elegir bien los materiales y utilizar juegos de capas. ¡Atenta! "Cuando tengo que montar el dormitorio en una casa moderna, escogeré una cama tapizada o de madera. Si los techos son altos, incluso, puedo colocar alguna con baldaquino y añadir cortinas de lino a los lados", explica. Tampoco se olvida del resto de los textiles para que la cama se convierta en la reina de la habitación. "Obviamente, pondremos una alfombra grande y telas en capas para la cama (nórdico, plaid acolchado a los pies de la cama, manta o colcha, cojines, etc)".

Los padres de la estilista Dafne Vijande fueron anticuarios y sus abuelos tuvieron “unas casas preciosas cargadas de muebles antiguos y mucho arte”, nos cuenta. Por eso, valora las piezas antiguas y considera primordial mezclar estas antigüedades en espacios modernos. Y es que estos muebles y objetos decorativos tienen un valor que trasciende lo meramente artístico y se traslada al terreno emocional. Una mezcla compensada entre lo mejor del ayer y lo que las tendencias de hoy, es la clave de un éxito seguro. "Es importante dar un toque con una pieza especial antigua para rebajar la frialdad de las casas modernas. De este modo, la casa cogerá solera", apunta. ¿Un ejemplo? Este mueble de imprenta antiguo, que se convierte en el rey del espacio y contrasta con el cerramiento de cristal que separa el salón del recibidor. 

Amortiguan la pisada, visten los espacios y, sobre todo, aportan mucha, pero que mucha calidez, independientemente del estilo decorativo. Bien lo sabe Sol Van Dorssen, que las utiliza hasta en los rincones más insospechados y juega con ellas para crear fórmulas novedosas y súper acogedoras. "Siempre que me encuentro con una estructura moderna, intento colocar alfombras para dar mucha calidez (incluso en la cocina, por ejemplo delante de la encimera o debajo de la mesa del office). Muchas veces, si el estilo de la decoración lo permite, coloco alfombras superpuestas. Por ejemplo: una neutra de base grande sumado a una con color o dibujo encima, un poco mas pequeña. 

La arquitectura moderna tiene unas directrices muy marcadas en las casas de hoy en día: frentes oscuros, suelos fríos, continuos y sin juntas en tonos grises o neutros, carriles de focos basculantes... ¿Cómo neutralizarlo? Según Dafne Vijande, "poniendo algún mueble de madera con tonos naturales y más o menos claros para contrastar con la simpleza de las estructuras modernas". Sol Van Dorssen coincide y suma un detalle: "Aparte de añadir maderas (¡mucha madera!), hay que incorporar materiales naturales como fibras (rafia, mimbre, esparto, algodones y linos".

Lo vemos todo resumido en este distribuidor, donde una mesa redonda en madera deslavada de líneas clásicas se alía con una librería, también de madera, pero más contemporánea y depurada, para suavizar la frialdad del suelo de microcemento y la pared oscura del fondo.

Si tu casa moderna necesita un puntito acogedor, aliarse con el papel pintado una opción muy socorrida Es fácil, económico y su poder de transformación es enorme. Así lo cree Sol van Dorssen, que nos insta a utilizar unas tramas muy concretas.  "Una idea que me parece ideal para una casa moderna, es añadir papel pintado textura lino o rafia en alguna pared. Esto da mucha calidez sin “engañar el estilo”. Es elegante y neutro, al mismo tiempo que cálido", reconoce.

Los colores claros, como el gris y el blanco, son muy habituales en las casas modernas, pero requieren pinceladas de textura y color si no se quiere caer en hogares monocromáticos y sin ningún tipo de personalidad. Olga Gil-Vernet nos cuenta que “se puede suavizar el espacio introduciendo tonos tierra como beige, marrón o terracota, o colores pastel suaves, ya que aportan un toque relajante y acogedor, sin perder el estilo moderno”. Dafne Vijande coincide con este argumento y desaconseja otros tonos más duros como los rojos, los naranjas y los azules y verdes oscuros.

¿Una clave muy El Mueble? Recuerda la regla del 60/30/10: decántate por un trío de colores, en el que el beige, por ejemplo, sea el predominante. Elige un segundo tono suave o deslavado con más presencia y una pincelada de otro color más potente, como ocres, rosas o aguamarina, en menor proporción, que aporte calidez y suba la temperatura.

Dafne Vijande lo tiene claro: cortinas mejor que estores, "ya que evitan la dureza de las ventanas y abrazan mucho mejor la habitación con sus caídas vaporosas". Lo vemos en este dormitorio de techos altos y estructurados, donde se ha puesto, incluso, una doble cortina, una opción muy práctica para regular la entrada de luz. La cortina superior es de una tela más tupida que, corrida, frena la entrada de la luz y da intimidad. Para la cortina de base es mejor elegir una tela fluida que filtre la claridad.

Si eres lectora fiel de la revista El Mueble, te habrás percatado de que no hay estancia de la casa que decoremos con plantas de interior, ya sea grande, pequeña, rústica o moderna. Nuestra estilista Olga Gil-Vernet es consciente de ello  y sabe que sus beneficios son indiscutibles. "Las plantas de interior no solo mejoran la calidad del aire, sino que también añaden vida a los espacios modernos, que pueden parecer demasiado minimalistas o impersonales, creando ambientes más bonitos, relajados y saludables", apunta. ¿Un tip? Recuerda que los juegos de alturas siempre funcionan y que el contenido es igual de importante que el continente. "Usa macetas de mimbre para agregar más calidez.  También los ramos, en la mesa del comedor o en un mueble de la entrada, aportan mucha naturalidad. Además, la madera natural, en detalles como mesas o estantes, contrasta con superficies más frías y crea una atmósfera más acogedora", nos cuenta.