Las estilistas se ponen de acuerdo: 55 trucos fáciles de las estilistas de El Mueble para decorar tu casa y que te quede de revista

La decoradora y estilista de El Mueble Olga Gil-Vernet comparte sus trucos infalibles para decorar el sofá con cojines y cómo combinarlos para crear una composición estilosa y equilibrada.

La cantidad de cojines es una de las dudas habituales, no existe una fórmula exacta, pero lo ideal es elegirlos en proporción con el sofá. Y un truco de estilista es ¡y siempre en impar! La razón es que crea una composición más equilibrada y natural, no tan rígida.

El truco esta´ en combinar cojines en tonos que armonicen con el sofa´ y la decoracio´n del salo´n. ¿Un infalible? Apostar por un color y jugar con las tonalidades. Si prefieres combinar ma´s colores, que no sean ma´s de tres. Por ejemplo, de base, el color del sofa´ o uno neutro; como complemento, uno que combine con paredes o alfombras; y de contraste, uno que resalte.

Mezclar cojines de diferentes tamaños y formas es básico. ¿Un truco? Pon los cuadrados y más grandes, de 55 x 55 cm, en los extremos, e intercala en el centro otros más pequeños rectangulares o, incluso, alguno redondo. Darás profundidad. Para que sea más fácil, puedes colocar los cojines formando pequeños grupos. La composición se verá más ordenada.

Combinar cojines lisos con otros con motivos es una regla de oro para que la composicio´n no quede plana. Puedes mezclar rayas, flores, cuadros... y cojines lisos que ayuden a unificar los colores.

Combina diferentes texturas: terciopelo, lino, algodón, tejidos con relieve... Aportarás calidez y dinamismo a la composición del sofá.

El relleno de los cojines juega un papel importantísimo en la estética del sofá. Elige rellenos de plumas o con efecto soft, es el secreto que hará que los cojines se vean mullidos y no queden rígidos. Importante: conviene cambiarlo una vez al año, porque pierden volumen.

En el sofá, un plaid ¡no puede faltar! Para que no se vea rígido, dóblalo un poco deshecho, es lo que da el look vivido. Si forma ondas o presenta arrugas, no pasa nada, al contrario, es lo que le da calidez y evita el 'look de hotel'.

En cuanto a los colores, recomiendo que si has hecho una combinación de cojines con estampados, apuestes por un plaid liso y a juego cromáticamente. Y al contrario, si la base de los cojines era lisa, puedes atreverte con un plaid con motivos. Pero siempre engamado.

Cuadros, motivos vegetales, geométricos... Mientras compartan colores, el conjunto se verá en armonía.

Si apuestas por una composición en blanco no fallarás, pero para que no quede demasiado plana, es clave combinar cojines de diferentes texturas –pelo largo, lana, lino...– darán dinamismo.

Para que el conjunto se vea armonioso, repite los tonos de los cojines estampados en los cojines lisos.

Uno de mis trucos estrella para crear una composición más personal es incluir algún cojín especial, que destaque. Con flecos, bordados, furry... o de una forma diferente, como redondo. Siempre que este dentro de la gama de colores de la composición, puedes conseguir dar a tu sofá  un toque personalizado.

En esta composición se ha apostado por un color, un cálido terracota, y se ha jugado con diferentes tonos.

La estilista de El Mueble Eli Vidri desvela algunos de sus secretos y trucos de experta para decorar la mesa de centro... ¡y triunfar!

Para 'despegar' los objetos de la mesa, juega con diferentes materiales. En una mesa de madera, apuesta por objetos de cristal, cerámica, fibras... En una de cristal o de metal, no puede faltar la madera para dar calidez.

Las bandejas recogen, agrupan los objetos y dan sensación de orden. Elígelas según la forma de la mesa: si es redonda, la bandeja debe ser siempre redonda y colócala desplazada para que no marque aún más el círculo. En cambio, si es rectangular, puedes jugar con todas las formas, aunque una bandeja redonda, como en este salón, te ayudará a 'romper'.

Combina jarrones de diferentes materiales (cerámica, de moda, y cristal) y alturas para darle movimiento a la composición de la mesa de centro.

La mesa de centro, sobre todo si es de madera, necesita tener un poco de "brillo". Por eso no pueden faltar las velitas que, por la noche, darán magia. También puedes aliarte con el cristal, con cajitas, bandejas de espejo, bolas, jarrones... ¡incluso de color!

Agrupa en dos pilas tus libros decorativos favoritos (de viajes, arte, fotografía...). Si los organizas en bandejas, como aquí, se verán más ordenados.

Las cajitas de espejo, como las de esta propuesta, dan encanto y mucho brillo a la mesa de madera. Además, reflejan la luz. Dos, dan más juego. Una idea: puedes decorarlas, como aquí, con flores secas, conchas, piedrecitas...

Los jarrones son un gran aliado para decorar la mesa de centro. Una composición con una flor de temporada o ramas de verde da altura, encanto natural y evita que la mesa quede plana. Importante: que no supere los 40-50 cm de alto, para que no sea un obstáculo visual cuando estás sentado.

La estilista de El Mueble Carmen Figueras comparte sus claves y consejos para vestir la mesa y convertirte en un anfitrión 10.

No hay nada como jugar con dos manteles si quieres dar un look más vestido a la mesa. Uno blanco de lino no falla y combinado con uno de color en tonos naturales, acertarás seguro. Si el de base descansa sobre el suelo, la mesa se verá más elegante.

Si tu mesa del comedor es especialmente bonita, ¡presume de ella! Una idea que queda muy bien es dejar los extremos –unos 20-30 cm por cada lado– a la vista, para que luzca, como se ha hecho en este comedor.

Si la vajilla tiene una base clara es más fácil de combinar. Me encantan los disen~os artesanales, dan mucho encanto. Si tienes una vajilla antigua, puedes combinarla con otra más actual, le dará ligereza.

El bajoplato no puede faltar en una mesa bien vestida. Recoge la vajilla y la destaca, sobre todo si la eliges que contraste. De fibras dan un toque natural a la mesa y restan sobriedad a una vajilla de fiesta.

Un servilletero handmade da siempre un toque especial y único a la mesa. Puedes anudar una ramita de eucalipto u olivo con un cordel o una cinta de rafia. Y completarlo con una tarjeta con el nombre del comensal. Esta propuesta se ha confeccionado con frutos de eucalipto unidos mediante un alambre dándoles forma de corona.

El centro de mesa es el broche para una mesa bien vestida. Unos jarroncitos con flores de tu jardín o terraza, una composición de velas, unos candelabros decorativos... En cualquier caso, es importante que no sean muy altos –unos 30 cm como máximo– para que no tapen la visión y resulten molestos.

Si quieres vestir la mesa pero con un aire más relajado e informal, una idea es jugar con un mantel que quede a unos 30 cm del suelo, así se verá más fresco y ligero, e individuales textiles, que delimiten el espacio de cada comensal. En tonos empolvados quedarán bien con todo.

¿Buscas un look más conjuntado? Inspírate en esta idea y elige la vajilla y la cristalería a juego, en este caso, en azul. El bajoplato de fibras da un plus de calidez.

Reunir en una bandeja los platos o vasos de repuesto es práctico para tenerlos a mano y en orden, ¡y decorativo!

La interiorista y estilista de El Mueble Dafne Vijande comparte sus trucos para decorar el aparador del comedor.

Un espejo apoyado en el aparador decora y da un look más casual y actual. Además, multiplicará la luz y la sensación de amplitud. Con marco de madera (decapada, envejecida...) siempre queda bien y equilibra la frialdad del cristal. Un truco: cuélgalo por detrás, así evitarás que se caiga, y colócalo centrado en el aparador.

Una lámpara es otra pieza que no puede faltar. Decora por sí sola y, además, ofrece una agradable luz ambiental, ideal para complementar la iluminación del comedor. Puedes elegirla del mismo estilo que la lámpara del comedor o jugar al contraste. Una de estilo, con el pie de madera labrada y pantalla textil, da encanto y encaja con todas las decoraciones. Colocada en un lateral siempre queda bien.

Como los aparadores suelen ser muebles grandes, recomiendo un jarrón gigante de cristal de boca muy ancha y con agua hasta arriba, da frescor y luz. Con unos liliums blancos quedará genial. Parta un look más natural y asilvestrado puedes hacer un arreglo de verdes, como aquí. Un truco: lograrás este efecto de abanico con un jarrón de boca ancha.

Usa los libros como pedestal para destacar una pieza especial, un objeto decorativo o una planta, como hemos hecho aquí.

Unos farolillos con una o varias velas crearán un bonito punto de luz. Importante: elígelos proporcionales al aparador.

Si la planta es pequeñita me gusta ponerla junto al jarrón, haciendo un bodegón. Un helecho, como los de esta propuesta, quedará ideal. De ser grande, puede ir sola en un extremo del aparador.

La cerámica sigue de moda. Si las eliges de look artesanal y en blanco,  siempre quedarán bien. Además,  darán luz a un mueble de madera, sobre todo si esta es oscura. Si te gusta el color, los tonos vinculados a la naturaleza, como tierras, mostazas, marrones... son tendencia.

Con o sin flores, los jarrones son decorativos por  sí solos. Si eliges dos diseños iguales, recomiendo poner dos y de diferente tamaño. En cambio, si son diseños diferentes, pondría tres, que se note que se ha hecho a propósito esa composición diferente.

La estilista de El Mueble y responsable de Vestir tu casa comparte sus consejos y trucos de experta para vestir paso a paso una cama con el apetecible look de El Mueble

Para lograr este look de cama gustosa tan El Mueble la clave es jugar con muchas capas de textiles (funda nórdica, mantas, edredones, butís...) y apostar por colores suaves que inviten al descanso. Un cabecero tapizado, que enmarque la cama, es nuestra apuesta preferida.

Me gusta que la bajera y las sábanas sean blancas o muy claritas, dan sensación de limpieza, combinan con todo y puedo jugar con el color con el resto de elementos textiles.

Viste el pie de cama para suavizar las líneas rectas de la cama con un butí, una manta mullida o un edredón individual doblado. Lo ideal es que cubra al menos un tercio de la cama.

Juega con diferentes texturas –lana, mohair...–, darás volumen y movimiento a la cama y evitarás que quede plana.

Vestir la cama con una colcha o un edredón es un recurso decorativo para que la cama se vea más mullida y  te permite jugar con las texturas, dar color...

Lo ideal es usar un máximo tres colores para vestir la cama: uno claro en la base; otro más intenso y protagonista, en este dormitorio sería el verde; y un tercero intermedio, como el piedra de la manta.

¡No pueden faltar! Son la guinda que hace que una cama se vea bien vestida. ¿Cómo colocarlos? De mayor a menor tamaño. Encima de las almohadas y como base empieza con unos cuadrantes claros. Luego, pon cojines medianos con algo de color, a juego con la funda nórdica. Delante, reserva los más pequeños y con algún estampado. ¿El toque final? Uno en medio más pequeñito, rectangular o redondo, para romper.

Un cojín estampado dará personalidad a una composición monocromática, como en esta propuesta. Importante: elígelo a juego con el resto de  cojines.

El pie de cama se verá más acabado si lo vistes con una banqueta. Además, sirve para dejar los cojines o las mantas más decorativas.

El libro que estés leyendo, un ramito, una taza bonita... En una bandeja decorará la cama y dará un look muy vivido.

Las cestas son un comodín perfecto: ayudan a ordenar, decoran por sí solas, dan calidez y matizan la posible frialdad de los materiales del baño. ¿Una idea? Reúne toallas de mano enrolladas en una cestita en la encimera, es un bonito detalle en un baño de invitados.

Es importante cuidar las toallas, porque al ser un elemento textil contribuyen a hacer más acogedor este espacio. Blancas son un infalible, porque dan sensación de limpieza. Si quieres dar un toque de color una buena idea es elegir una gama cromática, por ejemplo el rosa, y jugar con diferentes degradados. Puedes sorprender a tus invitados con una toalla especial, como esta con flecos: decora y da un look más cuidado al baño.

Si es posible me gusta poner un cuadro en el baño: en una repisa, como en este baño, viste mucho. Y es que, ¿por qué no tratar el baño como una estancia más de la casa? En cuanto al diseño, es recomendable que los tonos vayan en sintonía con los del baño. Personalmente, me gustan mucho los diseños geométricos, aunque dependerá del estilo del baño. Por ejemplo, en una baño rústico, los motivos vegetales son ideales. El marco si es posible, siempre de madera, así da calidez.

No puede faltar en el baño, ya sea una plantita resistente a la humedad –los helechos, el potus o la hiedra son infalibles–o un ramo verde. En este sentido, unas ramas de eucalipto son muy decorativas y perfumararán de manera natural el baño.

Un truco de estilista es jugar con los materiales: si la encimera es cerámica o de piedra, elige jaboneras de madera, como en esta propuesta. Y al contrario, si es de madera, apuesta por un diseño cerámico.

Unas bonitas pastillas de jabón naturales, unos mikados... No pueden faltar los aromas en el baño. Crean una atmósfera muy agradable y "limpia". También puedes aliarte con unas velas, crean una atmósfera muy íntima, que convierte al baño en un espacio de bienestar, y si son aromáticas, perfuman.

Las cajitas de cristal y en oro dan un punto de luz y brillo al tocador y mantienen en orden los pequeños complementos.

En baños amplios, es un auxiliar práctico y decorativo. De madera o de fibras es una apuesta segura. Equípalo con una pila de toallas, ¡viste muchísimo y regala calidez!