5 reglas DESFASADAS para decorar pisos pequeños a las que no deberías hacer caso

¿Cuántas veces hemos escuchado eso de que un salón pequeño tiene que ser muy blanco para que parezca más grande? Es cierto que el blanco es un tono que añade mucha luminosidad y, con ella, amplitud, pero no es el único tono que podemos utilizar para una casa pequeña. Los tonos neutros también visten nuestro hogar e incluso lo hacen más cálido y acogedor. Un hogar demasiado blanco a veces incluso puede pasarse de frialdad.

Tendemos a pensar que en las casas pequeñas hay que colocar pocos muebles. Sí, es cierto que no hay que saturar el espacio, pero tampoco tenemos por qué privarnos de integrar confort y comodidad. Por ejemplo, puedes añadir más de un sofá en tu salón. Teniendo en cuenta las dimensiones de los sillones, sofás o butacas, puedes equipar tu salón de forma estilosa y encantadora y que haya más de un sofá. Otra opción es añadir un sofá pero de grandes dimensiones y restárselas a otros elementos

Otra regla desfasada es que las cocinas y los baños han de ser blancos. Sí, sabemos lo bonitas que quedan estas zonas revestidas en blanco, pero a día de hoy, son tantas las posibilidades que nos inspiran y que integran color y estampados, que no tienen que quedarse ancladas en este tono únicamente.

Como te comentábamos anteriormente, no es necesario recargar los espacios, contemos con un hogar grande o pequeño. No obstante, la regla de 'menos es más' es algo que ya ha quedado obsoleta. Ahora nos gusta que nuestra casa sea acogedora y que cuente con accesorios, elementos y piezas decorativas que den una sensación de vitalidad en cada uno de sus espacios. Mira lo bonito que queda este salón-comedor. Es pequeño, pero no le falta detalle y no genera ruido visual. La clave está en jugar con las formas, las tonalidades y texturas.

El ruido visual es uno de nuestros pavores a la hora de decorar una casa pequeña. La mezcla de estilos a veces puede resultarnos confusa y distraída en un espacio reducido. Sin embargo, otras veces puede jugar a nuestro favor, dando ese aire de dinamismo, originalidad y personalidad que hace más llamativo un ambiente.