9 tendencias de 2025 MUY polémicas sobre las que las interioristas no se ponen de acuerdo

Con permiso, eso sí, del rey (el sofá). Las expertas lo tienen claro: se acabó el tiempo de la televisión como centro del espacio. "Interfiere en el flujo visual y puede restar protagonismo a otros elementos de diseño más interesantes”, comenta Núria Selva Villaronga. Mientras que Amorós prefiere 'esconderla': "Existen muchas formas de ocultarlas, y personalmente, prefiero hacerlo siempre que sea posible". 

Reformar y renovar no significa destruir la esencia de la casa. Y eso es algo en los que están de acuerdo las expertas. “Reemplazar carpinterías originales de madera por aluminio, especialmente en espacios antiguos, suele verse como un sacrilegio. Perder esos detalles auténticos despoja al lugar de su carácter y alma”, afirma Núria Selva Villaronga. 

Mientras que Carolina Amorós comparte su opinión, pero "entiendo que, a veces, no hay más opción si están demasiado deterioradas. Sin embargo, en esos casos, optaría por una carpintería del mismo material, pero adaptada a la normativa actual”. 

Llenar hasta los topes la estantería del salón puede no ser una opción o si lo es, incluir algún matiz. Así, mientras Núria piensa que "demasiados objetos decorativos puede hacer que un espacio se vea caótico y desordenado. En vez de transmitir personalidad, acaba saturando visualmente y perdiendo el equilibrio que buscamos al diseñar”.

Carolina Amorós, sin embargo, introduce ciertos matices: “Me gustan cuando están llenas, siempre y cuando, se trate de una acumulación genuina y el espacio lo permita (especialmente si hablamos de libros). Si hay objetos mezclados, es importante tener cuidado y prestar atención a los equilibrios y pesos, para que el conjunto se perciba armonioso a la vista”. 

En esto coinciden las tres interioristas: Imitar lo antiguo con elementos falsos es un gran error. Mientras que para Núria "las piezas auténticas cuentan una historia que las copias no pueden replicar. Si no se puede utilizar algo original, es mejor optar por soluciones contemporáneas, en lugar de intentar falsificar el pasado. Colocar vigas decorativas sin función estructural es otra tendencia que muchos arquitectos e interioristas evitamos”. 

Mientras que para Carolina "una de las tendencias más difíciles de aceptar son los materiales que imitan a otros. Por ejemplo, un porcelánico que pretende imitar a un parquet o una carpintería de PVC que se hace pasar por madera maciza. Entiendo que, en ocasiones, es necesario priorizar la durabilidad y el mantenimiento, pero esta solución simplemente no va conmigo".

Mientras que Nora pone el acento en el mantenimiento: “Existe la creencia errónea de que requieren menos mantenimiento. Sin embargo, esto es solo parcialmente cierto. Si bien el de diario puede ser más sencillo, el envejecimiento de estos materiales no es igual. Al final, el mantenimiento de un suelo de imitación suele significar sustituirlo por completo, lo que conlleva más coste y esfuerzo que mantener un material natural”.  

Para muchos interioristas, el sofá blanco está demonizado porque supuestamente son más sucios y hay casas, aquellas donde hay niños, en los que tienen la entrada prohibida. Sin embargo, Batlle rompe una lanza por ellos, ya que "los sofás y textiles en tonos claros tienden a ser más fáciles de mantener limpios porque el polvo y la suciedad son mayormente claros, lo que los hace menos visibles que en superficies oscuras. Además, aportan una mayor sensación de luz y amplitud a los espacios, mejorando el ambiente general sin comprometer la funcionalidad”. ¿Convencida? ¡Nosotras sí!

En un mundo donde la tecnología llega a todos los rincones de la casa, mantener el reloj en la pared de la cocina puede parecer fuera de lugar y algo obsoleto sin ninguna función. Nora Batlle no tiene ninguna duda: “Hace algunas décadas, tenía sentido. Hoy en día, muchas veces no es más que una pieza decorativa que ocupa espacio y genera más ruido visual. A veces, la nostalgia de lo que veíamos en casa de nuestros padres nos hace retener objetos que ya no cumplen la función que solían tener”. 

Pues depende, como la canción. Hay opiniones para todos los gustos y, aunque parecía una cosa del pasado, puede que llevemos tiempo asistiendo a un resurgir de esta pieza que fuera de España se usa sin pudor. Piensa en Japón, pero también en nuestra vecina Italia. 

Batlle lo tiene claro: " Aparentemente, se trata de una decisión sencilla, pero para algunos el bidé es una cuestión no negociable. Más allá de las preferencias personales, la realidad es que, en muchos casos, el espacio que ocupa un bidé podría aprovecharse de manera más eficiente, especialmente en baños pequeños”.

Hace tiempo que mirabas al techo de tu casa y parecía un queso gruyer lleno de agujeros con focos empotrados, pero hoy ya no tiene sentido. “Es una tendencia que muchos interioristas consideramos excesiva y poco estética. En lugar de aportar una iluminación cálida y acogedora, genera una luz fría y artificial, sobreiluminando el espacio sin necesidad”, sentencia Núria. 

Además, la iluminación fría y desangelada no tiene razón de ser, tal y como sigue la interiorista: "En lugar de invitar al confort y la relajación, genera una atmósfera clínica. Los interioristas preferimos luces cálidas o neutras que aporten calidez al entorno". 

Las alfombras son uno de los accesorios preferidos por los interioristas y por las que amamos la decoración. Sin embargo, aún hay personas que se niegan a usarlas por la fama de sucias que les precede. 

Según Batlle totalmente inmerecida, porque "pueden ser una herramienta clave en el diseño de interiores. No solo aportan calidez y delimitan espacios, sino que también mejoran la acústica y añaden textura a una habitación. Es cierto que requieren un poco de cuidado, pero con la limpieza adecuada y la elección de materiales de calidad, son una forma efectiva de elevar el confort y el estilo de un espacio".