Hacer pan es prácticamente un vicio. Cuando lo pruebas, no puedes parar. Y si tomas nota de estos conceptos y trucos, irás mejorando tus recetas. Sabrás qué le pasa a tu pan, cómo mejorarlo. Un pan necesita un trabajo previo para elaborar el fermento. El mezclado es fundamental para tener una masa homogénea. El amasado puede ser con las manos o robot, pero también el reposo es una manera de amasar. El tiempo de esta fase en la elaboración de un pan depende de la receta y del tipo de pan.

La fermentación

La elaboración de un pan con una fermentación corta o una larga varía en el resultado. Podríamos decir que cuanto más lecto, el resultado será mejor. Pero no quiere decir que un pan sin amasado o con tiempo cortos de fermentación sea malo. Hay recetas estupendas que te harán empezar con el pan en casa con buen pie.

Lo ideal es que el pan fermente dos o tres veces. Un primer fermentado que puede durar entre 15 minutos o varias horas, según el tipo de pan. El segundo reposo viene cuando ya se da forma al pan y el último es cuando la masa se hincha (por el gas carbónico que se forma).

¿Qué es la masa madre?

Seguro que también has oído hablar de ella. Los gurús del pan no dejan de alabarla. Antiguamente, no existía la levadura de panadería y se utilizaba una pequeña cantidad de masa cruda de la hronada anterior para hacer el nuevo pan, así se provocaba la fermentación de la masa. Eso era la masa madre.

Un pan hecho con masa mader tiene un sabor diferente, incluso un aroma distinguido. La miga de ese pan es húmeda y densa y la corteza más crujiente y gruesa.

Pan en panificadora

Con una panificadora el éxito de hacer pan en casa es casi seguro. Este pequeño electrodoméstico lo hace por ti. Se trata deponer los ingredientes en la cubeta en las cantidades y orden indicados en la receta, encender, esperar y disfrutar del pan.