En casa de la directora de estilismo de Labores del Hogar (con vídeo)

Ella es Conchita Crespo, directora de estilismo de la revista Labores del Hogar, que nos deja entrar en su casa. “Nunca me he querido ir de aquí porque esta casa me hace feliz”, nos cuenta. Y no, no se ha ido, pero es como si hubiera vivido en mil casas distintas, porque la ha ido redecorando continuamente: “Mi casa siempre está por hacer. No hubo detrás un proyecto de interiorismo que buscara la imagen y la funcionalidad. Es totalmente emocional. Mi casa soy yo y evoluciona conmigo”.

En casa de Conchita no hay un estilo concreto, sino un mix que respira mucho de El Mueble. En su recibidor ya apreciamos un arrimadero, una consola, un espejo que nos anuncian una casa muy acogedora.

A esta estilista le encanta poner una mezcla de flores; de conchas de mar; de juegos textiles como el de sus cojines étnicos, rosas, azules y amarillos... “Me siento vital y quiero que mi casa lo sea”. 

Conchita dice haber heredado el sentido hogareño y la pasión por la decoración de su madre –“ella era la verdadera estilista”–, pero también ha aprendido de El Mueble, de Labores del Hogar, de sus compañeras y de París, su referente. Y con todo ello ha convertido su casa en su lugar favorito: “Me encanta llegar, descalzarme, pasear por ella y mirarla”. A nosotras nos encanta su mezcla perfecta: arrimadero + paredes en color topo, y un sofá blanco.

Conchita nunca imaginó un salón con librería. La puso tras estudiar interiorismo, cuando vio que necesitaba guardar todas las revistas y los libros de arte que había ido atesorando. Ahora tiene este rincón de trabajo perfecto en el salón.

Ni flores, ni cojines, acordes con la temporada y el momento vital. 

Como elemento de unión para todas las estancias, Conchita puso parqué de roble en toda la casa –incluso en cocina y baño– . También pintura en color caqui; carpinterías en el mismo color rebajado y un arrimadero que recorre todas las paredes.

La creación estrella de Conchita es la alacena del comedor. Es heredadaa, era oscura, con molduras enormes y tiradores pasados. Tras un viaje a París, la estilista llegó con la idea de transformarla: “Ahora me encanta y en ella tengo la colección de porcelana y cristal húngaro de mi madre”.

Mi madre está presente en las porcelanas y mi padre, en los cuadros”

Conchita, por cierto, es una apasionada de la repostería. Cada vez que puede, nos deleita con riquísimas meriendas, muchas con recetas húngaras de su familia. 

Es uno de sus lugares favoritos, donde pasa las tardes después del trabajo. Comparte la idea de los arrimaderos como en el resto del piso. 

Conchita es también muy buena cocinera, y su pequeña cocina está equipada con todo lo necesario. 

En el cuarto de Conchita vemos creaciones de Labores del Hogar, su querida revista. ¿Algún consejo antes de irnos? “La casa no es para enseñarla. Es para ti, debe responder a tu forma de vivir”.

. Bajo el perchero, cajón de madera con asas de cuerda, de Coton et Bois, como el corazón de la puerta.

La cama es de VTV y los cojines de Lexington, adquiridos en Coton et Bois. Mesa de cristal de Habitat.