"Compramos la casa en 2013. Eran dos pajares y la idea fue hacer sobre ellos una casa para nuestra familia. Es una casa de descanso, de vacaciones, y nos gusta tanto venir aquí que no queremos que esté cerrada. Es mejor aprovecharla, por eso la tenemos en Airbnb", explica Elisa la propietaria de Can Nerós, como llaman a esta sólida casa, de piedra, grandes ventanas y de vigas de madera.
Sofás de El Corte Inglés, alfombra de BSB, butaca azul de La Maison. Mesa de Carolina Blue.