Un piso en Madrid con toques dorados y papel pintado súper glamuroso. La decoradora Dafne Vijande nos lo enseña (con vídeo)

El piso era oscuro y había que ganar luz natural. Así que instalaron un suelo de madera clara y pintaron las paredes de blanco roto. En el recibidor lo vemos bien. Es cálido, con esta base blanco-madera, y muy estiloso. "Buscaba un estilo contemporáneo, sin demasiadas estridencias clásicas ni modernas", nos dice Dafne Vijande. De ahí el contraste de la vidriera, las lámparas y el espejo con toques dorados y ahumados, y la butaca de borreguito y la alfombra con flecos.

Desde esta perspectiva vemos que el salón está conectado al recibidor. "El piso estaba dividido en demasiadas habitaciones y hemos unido espacios, sobre todo en la entrada, la cocina y el salón, que está abierto al comedor. Este es muy especial, porque tiene un mural espectacular", nos adelanta la decoradora. ¡Mira! 

La cocina es una de las estancias con más encanto de la casa. Está en una zona de paso y es tan decorativa que queda perfectamente integrada. "La cocina está enfrente del salón comedor. Tuvimos que dejar el muro de carga, pero abrimos huecos en tres puntos para que llegase la luz a esta zona. Al revestir estas paredes con molduras realzamos el espacio, porque es lo primero que se ve al entrar por el recibidor".

Y con esta lección de estilo pasamos al dormitorio principal. Un espacio elegante y acogedor a partes iguales. Sin duda, la pared de la cama es la protagonista: "La decoré con un papel pintado con efecto de piedra natural para darle ese punto de color al dormitorio. Los tonos del papel me sirvieron para coordinar los cojines", explica Dafne. Así es, los textiles en amarillo mostaza encajan perfectamente en el espacio, igual que los apliques dorados. Las mesitas de nogal oscuro contrastan y añaden un plus sofisticado.

Una de las habitaciones de la casa se destinó a dormitorio de invitados y tiene un coqueto escritorio para trabajar. Frente a la ventana, como no podía ser de otra forma, es súper luminoso. La cama sirve a la vez de sofá y cama, y queda muy decorativa vestida con cojines y plaids en tonos rosas y grises, como en el salón. ¡Todo está perfectamente coordinado!

El piso tiene tres cuartos de baño y cada uno es diferente y tiene su toque personal. Uno está decorado con papel pintado de palmeras, el otro apuesta por el blanco y negro con suelo y paredes de mármol, y este es más fresco con el azul de los azulejos de la ducha y el mueble de lavabo a juego. Prácticos y estéticos, todos tienen el mueble suspendido con cajones y una cómoda ducha para empezar el día con buen pie.