Olvida (casi) todo lo que crees saber sobre espacios pequeños y cómo aprovecharlos. No solo nuestro cónclave de decoradores y diseñadores los han desmontado sobre estas líneas, también la ciencia ha desmontado algunos mitos:
Un estudio realizado por la Universidad de Maguncia comprobó que, cuando el techo es más claro que las paredes, la habitación nos parece sensiblemente más grande: si el techo es más claro, la estancia parece una media de dos pulgadas (cinco centímetros) más alta.
O en Boston ya hay cuatro apartamentos con las paredes robóticas de Hasier Larrea, un ingeniero vasco que ha creado un sistema que permite que habitaciones, muebles y paredes se puedan mover y transformar con solo tocar un botón, ajustándose a las necesidades y actividades de cada momento.
Sin embargo, el imaginario popular tiene razón en algunas creencias: es cierto que una casa mal iluminada resulta más pequeña, ya que está demostrado que a oscuras tendemos a ver las distancias más cortas. Libera tus ventanas de cortinas tupidas y coloca en su lugar vinilos autoadhesivos o estores de screeners: ambas opciones permiten iluminar sin renunciar a la privacidad.