No están siendo momentos fáciles para Kate Middleton, tampoco lo están siendo para su marido, el príncipe Guillermo ni, por supuesto, para sus tres hijos pequeños. Tras semanas sin noticias sobre el estado de salud de la princesa, ha sido ella misma quien, a través de un comunicado publicado en las redes sociales y en la televisión, ha transmitido la peor de las noticias.
Kate Middleton tiene cáncer y ahora se encuentra en el inicio de su tratamiento. Lo ha contado sin rastro de la buena energía que la caracteriza, pero mostrando esperanza y confianza. Lo ha hecho desde su casa, más concretamente sentada en un banco de madera en una parte de su gran jardín. Vemos como Kate se rodea de naturaleza, de plantas y flores que avivan la situación, añadiendo algo de color en un contexto tan oscuro.
Fueron, precisamente, el entorno natural y la tranquilidad de este lugar, uno de los motivos por los que ella, Guillermo y sus hijos se mudaron, hará dos años, del Palacio de Kensington, en el centro de Londres, a Adelaide Cottage, su nuevo hogar en la ciudad de Windsor.
La princesa de Gales durante su comunicado.
Adelaide Cottage se encuentra en el interior del extenso parque de Windsor, muy cerca (tan solo 10 minutos andando) del castillo Windsor, el lugar de retiro de la reina Isabel II durante muchos fines de semana; donde pasó sus últimos días y donde se encuentra actualmente su féretro. Por lo que sí, Adelaide Cottage es una casa rodeada de historia, aunque también tiene la suya propia. Te la contamos.
Todo sobre Adelaide Cottage, la casa de Kate Middleton
Nos remontamos a 1831, año en el que se construyó, bajo la mirada del arquitecto Jeffry Wyatville, el refugio de verano de la reina Adelaida, quien fue esposa del rey Guillermo IV. No se trata de una casa cualquiera, ya que se incluye en la Lista de Patrimonio Nacional y no es de extrañar. Esta casa no es una gran mansión, pero cuenta con detalles que la convierten en una reliquia.
Kate Middleton junto a su familia: el príncipe Guillermo y sus tres hijos.
Kate, Guillermo y sus hijos, George, Charlotte y Luis, viven en esta encantadora casa desde septiembre de 2022, cuando los tres pequeños comenzaron las clases en un colegio cercano. La familia tomó la decisión de dejar su hogar en el Palacio de Kensington para mudarse a este idílico y natural espacio, el cual se encuentra a pocos minutos de la casa de los padres de Kate. Además, de esta manera estuvieron más cerca de la Reina Isabel II, durante sus últimos meses de vida.
Antes, Adelaide Cottage había sido el hogar de otros rostros conocidos relacionados con la Corona británica. En ella vivió Peter Townsend, quien se encargaba de cuidar los caballos de Jorge VI, padre de Isabel II. Peter vivió desde 1944, y durante años, junto a su mujer y sus hijos en Adelaide Cottage. Fue él mismo quien, en sus memorias Time and Chance confesó las reducidas comodidades con las que vivió en esa casa. Era muy fría y húmeda en invierno, decía. Sin embargo, recordaba los agradables meses de verano.
Peter continuó viviendo ahí tras su divorcio a principios de la década de los 50 y durante el escándalo que originó tras hacerse eco la noticia de su romance con Margarita, hermana pequeña de Isabel II, y 16 años menor que él. La pareja pudo pasar tiempo en Adelaide Cottage, a escondidas, claro. Por lo que sí, en esta casa se guarda mucha historia e historias (de amor y desamor) que contar.
Así es Adelaide Cottage, el hogar de Kate Middleton y su familia.
Esta casa, a diferencia de la residencia que tenía Kate en Londres, que cuenta con veinte habitaciones, tan solo tiene cuatro dormitorios. Esto se traduce como un gran cambio para la familia, ya que ahora conviven en menos metros cuadrados. En este, su nuevo hogar, destacan la chimenea greco-egipcia de mármol, los delfines dorados del techo del dormitorio principal, los ornamentos de estilo romántico en el tejado y la fachada de color rosa pastel, una tonalidad que, precisamente, es máxima tendencia en términos de decoración y moda esta Primavera-Verano.
La casa en la que viven Kate, Guillermo y sus tres hijos.
Adelaide Cottage, que cuenta con más de 200 años de historia, tan solo ha sido reformada una vez, y fue en 2015, preparándola así para convertirse en el hogar y el actual refugio de la princesa y el príncipe de Gales.