Una casa moderna y acogedora: la interiorista Natalia Zubizarreta nos descubre esta vivienda con cocina abierta, salón con listones y un súper vestidor /VIDEO Y FOTOS

“Buscábamos dos estilos: uno más moderno para el padre, y otro más ‘El Mueble’ para la madre”, ríe Natalia. “El resultado es una casa moderna, con toques acogedores. Para ello, toda la casa tiene papel pintado, un recurso perfecto para ganar calidez. 

En el salón, él tenía muy claro que la TV debía ser grande y para ello, en lugar de una clásica librería, hicimos un mueble con puertas a medida en roble natural, para que quedara integrado a los costados de la TV y la chimenea y diera un punto cálido.

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La distribución de los sofás es en L, lo cual, con las dos butacas de diseño, genera una tertulia fantástica. Y la alfombra a medida de gran formato suma calidez a la zona de sofás, ya que está muy cerca del comedor y la cocina, que puede resultar un poquito más fría”, explica Natalia.

El espacio es diáfano, amplio, cómodo, con salón, comedor y cocina abiertos. “La cocina es la reina de la casa. Ellos tenían muy claro que querían isla y pusimos una muy grande en un porcelánico efecto piedra con faldón, así le damos más protagonismo, con tres taburetes tapizados a juego con las sillas.

La cocina tiene una ventana dispuesta de tal forma que mientras estás fregando puedes ver el paisaje”.  ¿Otra clave? La cocina no cuenta con módulos altos, porque dispone de mucho almacenaje bajo. “No queríamos agobiar la cocina y apostamos por evitar los muebles altos".

Tenemos, además, una columna de almacenaje a la derecha, con el frigorífico integrado y un desayunero oculto tras un mueble con persiana. La zona de cocción está en la isla con la campana empotrada en el techo”. 

La casa tiene cuatro dormitorios, dos de ellos juveniles. Se pueden poner tonos más oscuros y sobrios, y para que arropen la estancia, una alfombra grande, el papel con efecto textil, unas caídas de lino, el estor blanco... Las mesitas de noche son a medida en roble, a juego con el banco a pie de cama. 

La zona de noche tiene la ‘joya de la corona’, que es el vestidor: “Está abierto, separado del dormitorio principal con una puerta de aluminio que hicimos a medida con tejido de lino dentro, con lo que puedes cerrar la puerta y no ves si hay desorden. En la isla central a medida hay almacenaje para pequeños objetos y a la vez un banquito para poder calzarse. ¿Los zapatos? Están debajo del propio banco y en la zona baja de los armarios. El vestidor es de madera, porque aporta más calidez y queda más sofisticado en madera que abierto en blanco”, nos explica la interiorista.

El cabecero del dormitorio principal también es a medida con un toque negro, como los apliques. Las rayas dan un aire un poquito desenfadado, menos moderno y más pensado para ella”, dice Natalia. El equilibrio es perfecto. Es la casa de su vida. 

Antes de despedirnos, nos asomamos al dormitorio con baño en suite. “Aquí los toques modernos los ponen los apliques o la grifería en negro. El espacio lo permite, porque es un dormitorio muy grande y tiene mucha luz.