Antes de empezar quiero dejar las cosas claras: me gusta JLo. Cuando no tenía hijos, y aún me daba la vida para ir al gimnasio y hacer spinning sin preocuparme de a qué hora volvía a casa, tenía puesta en mi nevera una foto del trasero de Jenny. En serio. Ese era mi objetivo, ponerme así. Por supuesto no lo logré, pero lo que quiero explicar es que no le tengo inquina. Me hace gracia. No obstante, si alguien me hubiera dicho '¿Cómo te imaginas la casa de Jennifer Lopez?' habría contestado sin dudarlo: 'Llena de brillos y muuuy hortera'. Y ¡oh! ¡sorpresa! Resulta que no. ¿A que vosotras tampoco os lo esperabais?
La vivienda que la diva compartió con su ex y padre de sus hijos, Marc Anthony, se ha vendido después de bastante tiempo en el mercado, y lo que las fotos nos dejan ver es cero estridencias. Yo que me la hubiera imaginado llena de animal print, con bolas de disco, y mucho (pero mucho) terciopelo, resulta que, más bien al contrario, la casa está llena de tonos suaves, relajantes... Tiene algún momentazo con pieles a las que diría ¡NO! en el sofá, o mucho espejo en el dormitorio principal, pero más bien mi sensación es de 'Vaya, vaya... Jenny, de día te gusta estar en casa y eres como las demás'.
Cosas que me gustan: la cocina. Es grande y tiene aire de cocina de campo, ¡para una gran familia! Como Jennifer es latina, me la imagino disfrutando de comidas de domingo eternas rodeada de los suyos. Además, lo tiene todo: barra, isla, office, taburetes... Es como para quedarse a vivir y el color es como muy nórdico. ¿Le gustará a Jenny la decoración? Ya visualizo a su madre sin dejar que el servicio le ayude a cocinar. Si tienes una cocina así ¡es para pasarte horas en ella! El mueble vajillero en el office es muy El Mueble, por cierto. No me extrañaría nada que su madre se lo hubiera aconsejado tras ver alguno parecido en nuestra web. Lo tengo claro: les va la decoración.
También me gusta la sala de estar, con chaise longue, butaca, el piano blanco, es como una estancia que anima mucho a la charla, a compartir... Me recuerda un poco a la de los Obama, en esos tonos grisáceos, aunque el dorado de la chimenea me sobra un poco.
Me gusta que en la sala de estar no haya televisión, creo que eso da como intimidad, hasta elegancia. Pero aquí va el truqui: la cantante tiene una sala sólo para la tele y el cine. Con póster de sus películas como motivo decorativo y muchas pieles, y en este punto es donde vemos asomarse su "nuevorriquismo". Pero bueno. Se lo perdonamos.
Y, he de decirlo, me trastorna el baño. Lo quiero. Quiero una bañera con estanterías con libros a mi lado y una mesita con flores que me recuerde que la vida es bella. Seguro que si tienes este baño, con su tocador aparte, te das el tiempo de cuidarte y relajarte, cierras la puerta con llave y avisas que nadie te moleste mínimo en media hora... ¡Hasta debe mejorar tu autoestima! Nunca pensé que diría esto (igual que no pensé que la casa de JLo no fuera hortera), pero ahí lo dejo: mujeres, deberíamos seguir su ejemplo. Nos merecemos un baño como éste.
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