Querida Cindy,
Sabido es por el planeta entero que a quien debieran haber llamado "El cuerpo", además de a Elle McPherson, era a ti. ¡Pero lo que no sabíamos es que se te daba tan bien decorar! ¿Cómo es que te lo tenías tan bien guardado? Si es que cuando una tiene tal virtud y es una figura pública, debería gritarla a los cuatro vientos, ¡y compartirla!
Nos acabamos de enterar de que perfectamente podrías ser lectora (y hasta asesora) de El Mueble, gracias a esta casa tuya que se vende en Malibú. Y, querida Cindy, tenemos que hablar. Porque hay unas cuantas ideas tuyas que te queremos copiar. Y decimos tuyas porque según leemos en la prensa internacional (qué bien queda decir esto), esta segunda residencia vuestra ha sido decorada por tu marido, el también pluscuamperfecto Rande Gerber, y por ti.
Empecemos por el principio: blanco y madera. ¡Hurra! Qué combinación infalible, ¿verdad? Nunca pasa de moda, es cálida, es confortable, se ve que has pasado de las moderneces (por no decir horteradas) y estridencias de otros famosos y has apostado por la serenidad y la frescura para esta casa en la playa. Chica lista. Me chifla que en el salón hayas abierto unas puertas correderas tan grandes hacia la terraza y el mar. Me gusta también que cierres espacios con sofás en una sala tan grande, y que, si los miramos bien, su tapicería no sea acartonada, sino con fundas como veraniegas y arrugaditas abajo. ¡Y te he pillado un detalle muy El Mueble! Has apoyado una mesita con plantas en la trasera del sofá para delimitar espacios. Esto me lo apunto. Igual que la gran cantidad de plantas, ¡buena combinación con la madera y el blanco!
Deberíamos todos ahora, raudos y veloces, guardar en nuestros tableros de Pinterest tu rincón de la tele: lleva un sofá en L y una estantería de madera esquinera, en L, ma-ra-vi-llo-sa. Le has plantado encima unos marcos con fotos vuestras que rompen la monotonía de los libros y te felicito por la idea, supersencilla y ¡qué bien queda!
De la cocina me pido el que sea abierta (es una de mis debilidades), y aquí viene lo que te deberíamos copiar: madera más azulejo blanco que a este lado del charco llamamos “tipo metro” (se ve que nos creemos parisinos) y el puntito (solo un punto) industrial del acero. Oye, ¡qué buena idea! Ni qué hablar de la estantería que has puesto sobre los fregaderos, encima de estos azulejos y en madera. No queda ni antiguo ni ultramoderno. Sigue la línea de la casa (por algo tienes la cocina junto al comedor) y es válido para muuuuchos años. Ya sabemos que eres Cindy Crawford y si te da la gana cambias la cocina cada año, pero en esta decoración te revelas como una chica sensata.
Tu dormitorio en blanco, con textiles naturales y madera, y ese fotón tuyo en la cabecera, me encanta. Invita al relax total. Y se ve que eres muy normal, nada hortera hija, con esa cómoda alta y una cajonera baja que hace de mesilla tan sencillas y bonitas, pero tan normales (¡se parece a una que vi en una casa de El Mueble!).
Si me permites la indiscreción, sólo te voy a hacer una crítica (sólo una): el baño tan grande parece de hotel. Bueno, perdón, que me he despistado, resulta que es un spa. ¡Un spa en casa! Pues los tonos del suelo y de los azulejos me parecen un poco aburridillos, impersonales.
Me despido y te digo Cindy, querida, con este talento decorativo que tú tienes, ¿no te apetecería mandarnos una decolista de consejos?
Tuya siempre,
Ms. Termita