Por qué besarse bajo el muérdago da buena suerte y otras supersticiones de Navidad y Año Nuevo

Esta es una tradición que cada vez gana más "adeptos". Quizás por bonita, simple y romántica. Ya en la Antigua Grecia se usaba el muérdago en ceremonias como el matrimonio puesto que los griegos consideraban que esta planta tenía el poder de la vida y la fertilidad. Además, también creían que el muérdago era una planta de paz y que podía ayudar a reconciliarse. De esta manera, establecieron que, cuando hicieran las paces, se darían un beso para olvidar los problemas que habían tenido. También se puede hacer con acebo.

Si no quieres tener mala suerte, mejor que en la mesa el número de comensales sea par. Pero como esto no es el juego de las sillas, si sois impares "compénsalo" colocando en el centro de la mesa un cuenco o una tetera de miel, y así la buena suerte se quedará con vosotros.

Aunque para Eva fue el fin de sus días en el paraíso, la tradición dice que si comes una manzana durante Nochebuena te estarás asegurando una salud de hierro los próximos 12 meses.

Coloca un anillo de oro en la copa de cava y brinda con él. El oro es símbolo de riqueza y si brindas con él te aseguras que el dinero no falte en casa. Si no bebes, muerde el anillo. Eso sí, ten cuidado de no tragártelo.

Es nuestra tradición más popular. No hay Nochevieja sin uvas. Aunque dicen que la tradición se remonta a 1090 cuando hubo un excedente de la cosecha en Alicante. También hay quien asegura que el origen viene de la costumbre entre los burgueses españoles del siglo XIX de comer uvas y brindar con champán para dar la bienvenida al año que entra.

Evita el mal fario y cuando sea la hora de comer turrón sírvelo partido. Y es que la superstición dice que partir el turrón en la mesa trae mala suerte.

Una tradición muy americana (no hay película o serie donde no celebren el año Nuevo sin un beso). Y es que si besas a quienes han compartido la última cena del año contigo, te aseguras que el vínculo afectivo con estas personas se mantendrá durante los próximos doce meses.

Esta tradición viene de Rusia. Se escribe un deseo en un papel y al final de la noche se quema. Las cenizas deben caer en una copa de cava que luego hay que beberse. Otra versión es que durante la cena hay que guardar el deseo en el zapato y luego quemarlo. Y si no te apetece beberte las cenizas puedes quemar los deseos en un cuenco o tirarlos a la chimenea.