Muchas veces, cuando nos cuesta conciliar el sueño o cuando sentimos que este no ha sido de calidad, solemos culpar al estrés, a la ansiedad o a la comodidad del colchón, cuando uno de los motivos más frecuentes y menos atendido es la orientación hacia la que dormimos.
La relación entre la orientación y la intuición
Varios antropólogos plantean que cuando vivíamos en las cavernas nos orientábamos para dormir según nuestra intuición, llegando a elegir posturas diferentes según la tarea que tuviésemos que llevar a cabo al día siguiente. En sus análisis observan que la orientación que elegían a la hora de dormir si al día siguiente debían realizar ejercicio físico como la caza, era diferente a las noches en las que al día siguiente debían de ser creativos con el uso o fabricación de herramientas.
La evolución de lo que hoy concebimos como hogar ha ganado en confort y en seguridad, pero nos ha alejado de nuestra intuición natural, ya que en aspectos tan básicos como en el descanso, elegimos únicamente como posibilidad la orientación que marcan los enchufes de la pared del dormitorio sin darnos cuenta de que esa limitación natural a la hora de dormir puede estar alterando muchos otros aspectos de nuestra vida.
Sueños de expansión o de contracción
Nuestra energía vital tiene muchas características similares a las de las plantas y al igual que a ellas, las fases lunares influyen mucho en nuestra vitalidad, sobre todo a nivel sutil.
En lo referente al descanso, nuestro año lunar de nacimiento determina nuestra personalidad vital. Existen 8 tipos diferentes de personalidad vital o vibración personal y se define por el año lunar de nuestro nacimiento. Según nuestro año lunar de nacimiento vibramos con más armonía o expansión hacia 4 orientaciones concretas y con más esfuerzo o contracción hacia las otras 4.
Cuando estamos bien alineados con nuestra intuición, de forma innata sentimos en nuestro interior con claridad qué orientación nos beneficia más, no solo a la hora de dormir, sino también a la hora de trabajar, comer o estudiar. En cambio, si nuestra intuición está adormecida, nos puede costar sentir lo que más nos beneficia en multitud de áreas de nuestra vida.
Cómo reconocer la mejor orientación
La opción más segura es calcularla a través de la fecha de nacimiento lunar para determinar las 4 orientaciones que expanden tu vida y las 4 que la contraen, pero si desconoces la forma de calcularla y deseas probar a sentirla por medio de tu intuición, hay varios síntomas que pueden ayudarte a percibir hacia dónde puede ser más beneficioso tu descanso.
La forma en que nuestra intuición nos revela una buena orientación es por medio de señales sutiles internas como una especie de alegría serena, un ligero estremecimiento sensitivo placentero o la inercia suave de sonreír. Todo ello con una paz absoluta de fondo. Además, sabes que estás en una orientación buena porque entras con facilidad al sueño, duermes más horas seguidas y te despiertas con una sensación muy buena de descanso y vitalidad.
En el caso de tener dudas de tu intuición, lo mejor es observar síntomas físicos y emocionales.
- Las orientaciones que expanden aportan paz, serenidad e integridad.
- Las orientaciones que contraen generan irritabilidad, incomodidad e incertidumbre.
Pasar de la contracción a la expansión:
- Si tu dormitorio no permite una orientación diferente para dormir, prueba a dormir dos o tres noches seguidas en otra estancia de tu casa en la que tu cabeza, al acostarte, apunte hacia otra dirección y observa si sientes mejoría.
- Si no tienes la posibilidad de probar a dormir en otra estancia de la casa, cambia durante unos días tu posición en la cama poniendo, por ejemplo, la cabeza en el lugar donde ahora pones los pies y observa si mejoras.
- En el caso de no poder probar en tu casa otras posibles orientaciones, puedes plantearte pasar alguna noche fuera de casa y ver si sientes mejoría.
Pasamos cerca de un tercio de nuestra vida durmiendo y si ese tiempo nos acostumbramos a vivirlo con dificultad, podemos proyectar esa sensación de dificultad en multitud de aspectos de nuestra vida.
Es por ello que la búsqueda de una buena orientación puede convertirse en uno de los pilares fundamentales de tu transformación y mejora personal.
Lo bueno es que en los casos en los que cuesta lograr la dirección correcta, los muebles, como el cabecero y las mesitas, pueden ayudarte a compensar tu energía y llevarla de la contracción a la expansión con simples cambios.
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