Y, por supuesto, la decoración te puede ayudar a crear ambientes templados, donde ni frío ni calor tengan lugar. Alcanza la temperatura de confort, tanto en invierno como verano.

En invierno...

1. Los textiles abrigan la casa y aumentan la sensación de confort. Alfombras de lana y pelo largo, cortinas tupidas, cojines y plaids te ayudarán a crear un ambiente más cálido.

2. Forra las paredes más frías con madera, telas o corcho para mantener el calor.

3. Las sábanas y fundas nórdicas de franela de lana o algodón, son las más adecuadas pues transpiran mucho mejor que las sintéticas.

4. Forra unos paneles de cartón con papel de aluminio y colócalos entre el radiador y la pared para que el calor no se pierda y se proyecte hacia la habitación. ¡Funciona!

5. ¿Qué sentido tiene esforzarnos en calentar la casa si dejamos que el frío se cuele? Descubre los lugares por donde se escapa el calor de tu casa con un sencillo truco: cierra puertas y ventanas y ármate con una vela. Donde tiemble la llama, tienes un escape. Las filtraciones más frecuentes se localizan en la puerta de entrada (puedes colocar un perfil específico), las cajas de las persianas y los marcos de las ventanas.

6. Los tonos rojos, marrones, ocres y beiges en cojines, plaids y otros complementos decorativos dan calor con solo verlos.

En verano...

1. El lino, en primer lugar, y el algodón, como segunda opción, son los dos tejidos más frescos.

2. Si el sol incide directamente en las ventanas de casa, la temperatura aumenta considerablemente. El mejor recurso para evitarlo es instalar una decorativas contraventanas exteriores. Las de lamas de madera regulables son una gran opción.

3. Con estores de lamas venecianas evitarás que el calor entre directamente en casa. Deja las ventanas abiertas por la noche: de 4 a 8 de la mañana el ambiente refresca notablemente.

4. Evita los colores oscuros en las cortinas o estores para que no se concentre la luz del sol que incide en ellas durante todo el día. Obviamente, un correcto aislamiento de los cerramientos es fundamental para evitar que el calor se filtre por las rendijas.

5. Utiliza velas en lugar de iluminación artificial. Todo aquello que tenga que ver con la energía eléctrica, la iluminación general, bombillas, electrodomésticos, televisores u ordenadores genera calor.


6. Cuando no los estés utilizando, apaga totalmente los ordenadores, televisores y otros aparatos eléctricos. No los dejes en ‘stand by’ ya que desprenden calor.

7. Si te gustan las plantas de interior elige una palma areca, una lengua de suegra o la planta de dinero para conseguir refrescar y purificar el ambiente en tu salón.

8. Si tienes una terraza o balcón, riégalo cuando caiga el sol. Pulveriza agua sobre las plantas que tengas dentro de casa, sitúalas cerca de la corriente de aire y verás como el ambiente se refresca.

9. Sustituye los cojinesde lana, terciopelo o chenilla por textiles frescos como el algodón, la seda y el lino.

10. Durante los días de más calor, evita la condensación de humedad, ya que al contrario de lo que se piensa, la humedad concentrada en el interior de nuestras casas, hace subir el termómetro y la sensación asfixiante.