El trabajo, la casa, los niños… La rutina del día a día puede provocar épocas de más estrés y ansiedad. Son ya famosas frases como “no me da la vida” o “no tengo tiempo”. Y, ¿qué me dices de la mítica “ya lo haré mañana”? Cuando sientes que no eres capaz de sacar tiempo para ti misma, lo mejor es adoptar una serie de medidas que te ayudarán a sentirte mejor.
La ansiedad es uno de los trastornos más comunes en la actualidad. De hecho, es conocida como la enfermedad del siglo XXI. El estrés es una reacción del cuerpo ante una exigencia mayor a lo habitual. Nuestro cuerpo intenta adaptarse a esos niveles de exigencia, repercutiendo en nuestro estado físico y anímico. Y no solo se sufre estrés por el trabajo, los estudios o tener demasiadas preocupaciones. También una mala alimentación, la falta de sueño o un exceso de ejercicio físico puede provocar episodios de estrés y ansiedad.
Para ayudarnos en el día a día y no llegar a esa situación hay cosas que puedes hacer para sentirte mejor. El mindfulness y la meditación son una buena manera de empezar, pero también la alimentación te puede ayudar a sentirte mejor. Eso sí, si los episodios de estrés y ansiedad se repiten en el tiempo, lo más adecuado es que busques ayuda profesional. Te ayudarán a desarrollar mecanismos para reducir tus ataques de ansiedad y reducir los niveles de estrés.
La alimentación es la mejor medicina para ayudarte a sentirte mejor. Una dieta equilibrada para combatir el estrés debe tener 5 ingredientes básicos:
- Triptófano: es uno de los 8 aminoácidos esenciales e interfiere en la síntesis de la serotonina, un neurotransmisor con enorme influencia en el sistema nervioso central y que regula el estado de ánimo. También está relacionado con la producción de melatonina, muy importante en los ciclos de sueño
- Complejo vitamínico B: su carencia provoca situaciones de depresión, fatiga, anemia, dolores de cabeza, debilidad o problemas cardiovasculares. Aunque hay varias, son las vitaminas B1, B6 y B12 las mejores para combatir el estrés. La Tiamina o vitamina B1 se encarga de procesar los carbohidratos correctamente y nos ayuda a mantener una actitud mental positiva. La Piridoxina o vitamina B6 ayuda a recuperar la normalidad en el sistema nervioso en situaciones de estrés o ansiedad. Y la vitamina B12 o cianocobalamina ayuda a disminuir la fatiga y el cansancio.
- Carbohidratos complejos. Son los carbohidratos “buenos”. Están presentes en productos integrales ricos en fibras y verduras que tienen un bajo índice glucémico e influyen de manera positiva en los niveles de glucosa en la sangre. ¿A veces atracas la nevera compulsivamente? Pues puede ser por un bajón de ánimo provocado por una falta de suministro glucosa al cerebro. Alimentos como los cereales integrales, patata o legumbres te ayudarán.
- Ácidos grasos omega 3. Su carencia provoca nerviosismo, falta de concentración y defensas bajas. Sirven para reducir el colesterol y los triglicéridos. Están presentes en pescados pequeños azules, mariscos, nueces, semillas de chía…
- Proteínas. Este aminoácido es esencial para mantener los nervios a raya. Contribuyen a mejorar la síntesis de la serotonina, previniendo la aparición de ansiedad o depresión.