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Hay una cortina para cada espacio

Beatriz Gancedo, Directora de Comunicación y Marketing de Gancedo, apuesta por "visillos y cortinas o caídas (no corren) para el salón, por ejemplo, porque visten más". En este comedor, se pone en práctica esta idea y queda, realmente, acogedor.

Sillas tapizadas de Maisons du Monde. La lámpara es de Pholc. Decorado por Van Castro, de Vive Estudio. 

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El tamaño importa

Si la estancia es amplia, combinar estores y caídas es una opción de tendencia. Pero si no te sobran los metros, es mejor un estor que pueda recogerse totalmente sobre la ventana. Y también la luz es importante para elegir una u otra opción. Lucía Jover, Directora de KA International, nos explica el porqué: "Si es un espacio con mucha luz, podemos considerar colocar visillos y estores porque con el visillo podemos protegernos de la luz directa del sol y mantener luminosidad en el espacio".  

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Un estor a medida de cada ventana

Si son de paqueto, un tejido de mezcla no se arrugará. Y si son de varillas, uno resistente evitará que el peso de estas rasgue la tela.

Escritorio con caballetes de hierro y lámpara de trípode, de Bervic. Alfombra, de Pakistan Vintage, en Gra. Silla, en Sacum. 

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¿Qué hacer si hay un mueble debajo?

En ventanas con muebles debajo, los estores son la solución. Pero una advertencia de Beatriz Gancedo: "Si los haces muy anchos acaban combando siempre por un lado o por otro".

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Para balcones

Lo ideal es elegir cortinas y visillos. Eso sí, "debe haber mucho espacio en los laterales para correrlas y que no tapen las vistas ni el acceso", comenta Beatriz Gancedo.

Cortinas, mesa de centro y sofá, en Upholstery. Bucata, de Merc&Cia. Lámpara de pie, lámpara de sobremesa y mesa velador, de Cottage Little House. Alfombra, en Basarabian. 

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¡Ojo con las puertas batientes!

Si no se tiene cuidado, pueden rasgar el tejido, de ahí que, si se coloca un estor, tiene que haber suficiente espacio en la parte de arriba de la ventana para que cuando se enrolle quepa y no roce la apertura de la ventana. Y si se pone visillo, lo ideal es que la barra vaya más allá del límite de las hojas del ventanal para que puedan abrirse las puertas sin que nada lo impida.

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¿Tienes ventanas irregulares?

Pues una solución que queda muy decorativa son los visillos a ambos lados. Otra es instalar estores a distintas alturas y otra, colocar visillos con varillas sujetadas en los cuarterones de cada ventana. Este dormitorio ha sido decorado por Jordi Sastrada, de L'Estudi d'Àneu. 

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Vistas sin obstáculos

Ten en cuenta instalar algún cogedor de cortina en aquel lado donde sea difícil correrla totalmente y acabe tapando buena parte del ventanal. Así te asegurarás siempre luz al máximo cuando la necesites.

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El estilo más elegante

Sin lugar a dudas es colgar las cortinas con fruncido. Para ambientes más clásicos. Podemos optar por un fruncido sencillo o por la triple pinza o frunce francés. Una de sus ventajas: tapan el carril de la cortina al quedar por encima de él.

Sofá de Coton et Bois y leñero, de Ornallar. 

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El más informal

Es el que apuesta por colgar las cortinas con lazos o con pinzas. Son sistemas desenfadados, ideales para estilos boho y románticos. Cabecero de madera decapada.

El espejo, la lámpara de sobremesa y la alfombra de fibra vegetal son de Tessa&Co. Dormitorio decorado por Teresa Asensio.

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El top ventas

Uno de los sistemas más utilizados para colgar las cortinas es de los ollados. Su gran acierto es que las barras son metálicas y los aros también, por lo que las cortinas corren fácilmente solo con la mano. Para un look actual y fresco.

Chaise longue, de Casa y Campo. Lámpara de pie, de Giuliana B. Arte y Decoración. Mesa auxiliar, de La Silla Colonial. Dormitorio decorado por Cándida Taylor.  

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Colgantes invisibles

Hoy, muchas casas cuentan con cortineros de obra. Son huecos que ocultan el sistema de carril o las barras de las cortinas, que quedan mucho más integradas en el ambiente.

Mesa, de Sais Carpintería. Sillas, de Mercantic y lámpara, de Westwing. 

¿Y si son correderas? Puedes elegir lo que quieras realmente porque no habrá nada que estorbe su apertura. Eso sí, en caso de que el espacio entre la parte de arriba de la ventana y el techo sea muy pequeño, solo podrás poner un carril con lo que la opción de elegir una combinación de estores y caídas quedará fuera de juego.

En este caso podemos considerar también los paneles japoneses. Se trata de varios paños de 50 cm de ancho que van corriendo horizontalmente en un carril instalado en el techo. Es una solución muy funcional, sobre todo, en espacios y ventanas grandes.