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Bajo el cielo blanco

 Para ampliar visualmente este salón se ha utilizado el color blanco en paredes y techo, sumando calidez con alfombra de fibra natural y un puf de crochet. En las zonas más bajas e inaccesibles, se ha aprovechado para colocar estantes a medida y una mesita auxiliar de menor altura. 

2.

Armario a medida

 Uno de los mejores recursos para aprovechar al máximo el espacio en las buhardillas son los muebles a medida o de obra, como este armario empotrado que aprovecha todo el hueco acompañando la inclinación del techo.

3.

Juego de alturas

La dificultad del techo irregular de este salón ha sido muy bien resuelta, colocando los sofás bajo las zonas más altas y mesitas auxiliares en las más bajas. El color gris claro hace este rincón más luminoso, y los tonos caldera y naranjas de los cojines y el puf son el contrapunto de calidez perfecto.

4.

En la montaña

El techo de madera transforma este salón en un auténtico refugio de montaña, con otros guiños naturales como los troncos a modo de mesas de centro. Al tener un amplio ventanal y otras aberturas, el espacio resulta acogedor y nada agobiante pese a la inclinación del techo.

5.

¿Ves el cielo?

Es una de los ases que las buhardillas guardan bajo la manga: las vistas al firmamento. Coloca la cama justo bajo la ventana, así despertarás viendo el cielo e irás a dormir contando estrellas.

6.

Un baño en la buhardilla

Parecía una misión imposible, pero con un espejo a medida, de poca altura y de lado a lado, unos estantes bajo los lavamanos y pintando la madera de blanco... voilà! Todo un señor baño en el desván.

7.

Madera clara y azul

 No hay duda de que la madera es la gran protagonista de este dormitorio con techo abuhardillado. Al ser clara, para que todavía resalte más, en lugar de combinarla con paredes en tonos suaves se ha optado por un azul intenso. Así, el contraste hace que destaque gracias al contraste.

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Espacios compartidos

Con una puerta que parece sacada del cuento de Alicia en el País de las Maravillas esta buhardilla ha sabido aprovechar su espacio. Junto a la ventana, bañada de luz, la zona de trabajo. Y en el espacio más amplio un salón con una gran mesa de centro en madera, que encaja con el color del techo.

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Baño ensuite

 En esta buhardilla el ingenio no solo resolvió el dormitorio, sino que además añadió un baño privado. La pared de madera que conecta ambos espacios se decapó, consiguiendo tonos más oscuros que enlazan visualmente con los del suelo del baño, creando una fantástica secuencia.

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Madera y piedra

¡Más rústico imposible! El techo y el suelo parecen el reflejo el uno del otro, y el blanco de las paredes y los sofás se encarga de ampliar visualmente el salón. La chimenea de piedra se sabe también protagonista, y enlaza con la madera a través de la repisa en el mismo material.  

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Más actual

Si te gustan las buhardillas rústicas, pero tu casa es algo más moderna puedes optar por un acabado como este: la pared abuhardillada prácticamente lisa pintada de un color y dejar a la vista algunas de las vigas de madera al natural. 

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Blanco y cristal

 Estos dos elementos hacen que se aproveche al máximo la luz natural que entra por la ventana del techo y la redonda, junto a la bañera.

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Rústico en blanco

La madera es uno de los materiales naturales por excelencia. Aporta calidez y un toque rústico muy personal. Al pintarla de blanco lo que se consigue es multiplicar la luz, pero para que no pierda su carácter en esta habitación se ha aplicado de forma que los nudos y las imperfecciones queden a la vista.

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De cuento

Las buhardillas tienen magia y han sido escenarios de muchísimos cuentos. Por eso es uno de los espacios preferidos para las habitaciones infantiles, pues además resultan muy acogedoras.

Esta vez hemos querido darles absoluto protagonismo. A estos desvanes, claro, pero también a las clases magistrales de astucia que nos regalan: soluciones para aprovechar al máximo cada centímetro. En nuestra galería de fotos te invitamos a adentrarte en su mundo mágico. Ojo, aquí, ser bajito... ¡tiene ventaja!


A estos techos les gusta estar cerca

La altura no acostumbra a ser su fuerte, al menos de manera uniforme. Pero se lo perdonamos, porque nos encanta el ambiente que crean: más íntimo, más acogedor. Puede que no nacieran con el propósito de convertirse en dormitorios, salones o baños, pero desaprovechar su espacio sería un gran error. Por eso los decoradores e interioristas se las ingenian para sacarles el máximo partido, dejando los espacios más altos para las zonas de paso o más vividas, y los más bajos para las zonas de menor tránsito.

Toma nota: para que una buhardilla sea practicable, la parte más alta del techo no debería medir menos de dos metros. De lo contrario resultaría demasiado incómoda.

En busca de su estilo perfecto

Este espacio debe estar en consonancia con el resto de la decoración. Los materiales, colores o acabados tendrán que ser parecidos o iguales al de las otras estancias para que no parezca un espacio aparte, sino una habitación más de la casa.

Al natural. Si la casa es rústica y la madera es una constante, dejar las vigas vista en ese material al natural será la mejor opción. Para sumar incluso más calidez puedes forrar el resto del techo también con madera. Y recuerda, si el espacio es muy pequeño, cuanto más clara sea la madera, mejor.

En blanco. Cuando la luz brilla precisamente por su ausencia (las ventanas no acostumbran a ser muy generosas en estos espacios) y encima el desván tiene muy pocos metros, entonces el blanco es la apuesta ganadora. ¡Sin duda! Multiplicará la luz y así se verá mucho más amplio. Si su función es la de un dormitorio, combina el blanco del techo con ropa de cama y detalles en azul cielo para conseguir un espacio relajado y sereno.

Decapado. ¡Cómo nos gusta el efecto desgastado y envejecido! Y más cuando es sobre madera. Píntala en colores como verde aguamarina, ocre o azulados y decápala para que salga el tono original de la madera y se mezcle con estos tonos. Desprenderá muchísima personalidad.

Mitad y mitad. Si no quieres renunciar al color, pero tampoco a la calidez de la madera... ¿por qué no juntarlos? Pinta el techo del color que prefieras e intercala vigas de madera vista en tono natural que sumarán calidez.

Observatorios de estrellas

La inclinación de los techos de las buhardillas hace que, si abrimos una ventana en ellos, estas también queden inclinadas, ¡y con vistas hacia el cielo! Por eso estos desvanes se convierten habitualmente en dormitorios... ¿Hay algo más bonito que tumbarse en la cama y contemplar las estrellas o un cielo azul?

Al estar en el piso más alto y, por lo tanto, más expuestas, las buhardillas requieren especial atención en cuanto al aislamiento: tanto de los techos en sí y las paredes, como de las ventanas. De lo contrario, tanto el frío como el calor podrían hacer este espacio inhabitable.

Todo es posible

Pese al reto que supone distribuir el espacio en las buhardillas, ¡no hay nada imposible! Son capaces de transformarse en dormitorios o zonas de juego, sí. Pero también en salones, cocinas e incluso baños. Basta con una dosis de buenas soluciones adaptadas a su altura, forma e irregularidad para que nada tengan que envidiar a los techos rectos. ¿Quieres comprobarlo? No te pierdas nuestra galería de fotos.