El o la que tiene debilidad por los zapatos sabe lo que eso comporta. Cajas y cajas de zapatos, botas, sandalias, etc. "escondidos" por los rincones más insospechados de la casa porque el pobre zapatero ya se ha declarado en huelga. ¿Hay solución? Por supuesto, pero pasa por intentar desprenderse de algún par y buscar la mejor manera para guardarlos. Aquí la tienes.
El primer paso: sé valiente
Recopila todos (sí, todos) los zapatos que tienes en casa. Los tuyos, los de los niños, de invierno, de verano... Haz montones por tipos de zapatos y, de cada uno, selecciona los que no te has puesto en el último año. Si ya no te gustan o han quedado pequeños (en el caso de los niños), tíralos o dónalos. Si tienes algunos especiales o de fiesta que no te pones a menudo pero te gustan, esos te los puedes quedar.
La magnitud de la tragedia
Una vez has hecho esta selección previa ya tienes los zapatos (de grandes y mayores) que hay que guardar. Coge aire porque seguro que tienes más de los que creías. Cuenta los pares que tienes de cada tipo para saber cuantas baldas necesitas. Ten en cuenta que un par ocupa unos 22 cm de ancho.
Hora de planificar
Una vez tienes claro lo que vas a guardar debes analizar si tu armario, zona de baldas o zapatero se adapta a ello. Puedes aprovechar para hacerte un mueble nuevo solo para tus zapatos. Acuérdate que ya que te pones debes planificar huecos distintos (porque no ocupan lo mismo unas sandalias que unos botines) y prever algún hueco de más para tus nuevas adquisiciones (que llegarán).
El mejor lugar para guardarlos
La entrada es, sin duda alguna, uno de los mejores lugares para guardar los zapatos. Si tienes un sitio para descalzarte y dejarlos allí, además de práctico, evitas que la suciedad entre en casa. Lo ideal sería que se quedaran allí los zapatos de uso diario.
Otro buen lugar es llenar tu pasillo con zapateros de poco fondo (entre 30 y 40 cm). Si tienes un paso de 90 cm no queda nada agobiante. Otra opción, es usar el espacio bajo la cama como zapatero. Las cajas transparentes con ruedas te permiten verlos y que sean fáciles de sacar.
Imaginación al poder
Si tus zapatos ya llenan a rebosar los zapateros "al uso" puedes probar otros sistemas, como apilar cajas de tela o plástico con tapa abatible, como si de una partida del tetris se tratara, o bien colgar estantes de tela de la barra del armario. Todo suma.
Otra alternativa es usar el interior de los cajones para guardar los zapatos menos altos. Para que sea limpio bastará con forrar el fondo de los cajones con una lámina plástica. Si, además, compartimentas los cajones con tiras ajustables conseguirás que ninguno se mueva de sitio.
Verás que práctico
¿Si haces cambio de armario con la ropa por qué no vas a hacerlo con los zapatos? Los de temporada los puedes poner en baldas o cajones que queden a tu alcance. Si puedes, lo más práctico es que tengas todos los zapatos de un único armario.
Si tienes algún zapato que es una verdadera joya para ti, cólmalo de mismos. Guárdalos dentro de bolsas de tela, a salvo del polvo y de la luz, en la parte menos accesible del zapatero. Lo mejor es que los guardes con la horma puesta o un poco de papel de periódico en la punta para que no se deformen.
Errores comunes
- Cajas distintas. En un zapatero abierto nunca guardes los zapatos en sus cajas originales. Te costará que encaje una encima de otra y, además, queda poco estético. Lo más práctico es que uses cajas transparentes y con "ventanita".
- No limpiar los zapatos, antes de guardarlos para la próxima temporada. Cualquier mancha o suciedad que no se trata al momento cuesta más de eliminar. Fíjate en suelas y tacones también.
- ¿Dónde van? Elige un lugar para tus zapatos resguardado del frío y la humedad, ya que los zapatos pueden estropearse más fácilmente. Debe ser un espacio limpio y permanecer seco.