Que buena parte del tiempo que pasamos en el dormitorio sea a oscuras no es excusa para descuidarlo. Al contrario: resulta mucho más fácil disfrutar del mejor descanso y desconectar del estrés diario con una distribución y un equipamiento adecuados. Apunta estos errores, ¡y no los cometas!

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1.

Hay vida más allá del blanco

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En vez de arroparte, ¿tu dormitorio te resulta frío o desangelado? Es el momento de mirar alrededor y descartar ese blanco 'que pega con todo'. Cámbialo por un azul, un verde o un lavanda suave, colores serenos que propician el descanso y crean sensación de frescor. 

Banqueta, de Mercader de Venecia. Ventilador, de Faro.

2.

Keep calm y pinta el dormitorio

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No olvides que los tonos pastel, además de muy decorativos, son los más fáciles de combinar gracias a la cantidad de blanco que incluyen en su composición y que les aporta luminosidad. Y, si te gustan los colores más intensos, tampoco tienes por qué prescindir de ellos: solo resérvalos para acentos como la pared del cabecero o accesorios decorativos.

Cabecero, diseño de Sube Interiorismo con tela de Sette.

3.

Bonito, pero poco práctico

00526337 Dormitorio con cabecero y banco tapizado a juego

Antes de elegir el cabecero piensa en tus costumbres. Si te encanta leer en la cama elige uno tapizado y menos rígido y descarta los de forja. Cuando te recuestes libro en mano lo agradecerás. 

Cabecero, banqueta y lámpara de Coton et Bois y mesita de noche de Brucs.

4.

Un dormitorio deslumbrante

00497526 Dormitorio con cabecero de obra y apliques

Pero no por su estilo, sino por esa lámpara de techo que resulta de lo más molesta cuando estamos estirados en la cama. Sustitúyela por unos apliques de luz difusa o rebotada contra el techo como iluminación general y complétalos con unas lámparas de sobremesa que creen ambiente. Y si te gusta leer antes de dormir, no olvides poner unos focos orientables en la pared del cabecero, como los que ha puesto la decoradora Adriana Farré en este acogedor dormitorio.

Cabecero y mesita de noche diseño de la decoradora Adriana Farré realizados por Rovial y aplique en Punto de Luz.

5.

La talla perfecta para tu cama

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La cama es la auténtica protagonista del dormitorio y en los últimos años no ha parado de crecer. No obstante, no siempre más grande significa mejor. Si en tu habitación no sobran los metros, un modelo XXL no solo saturará el espacio, sino que hará que se vea aún más pequeño. 

Cabecero, de Decolur Sofá. Butaca, de Tabu. Lámpara de pie, en Bazar Decoración. Alfombra, de Gancedo. 

6.

No medir previamente: el tamaño sí importa

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Para evitar la tentación de elegir una cama por impulso que luego te haga arrepentirte, antes de ir a comprarla mide a conciencia tu cuarto e incluso prueba cómo quedaría trazando su silueta en el suelo con cinta de pintor, siempre teniendo la precaución de dejar un paso suficiente alrededor de al menos 70 cm.

Banco, de Foimpex. Mesitas de noche, de Sareka.

7.

Qué es peor: ¿un dormitorio oscuro o poco discreto?

00527481 Dormitorio con cabecero tapizado + banco de fibra

A menudo olvidamos que las cortinas cumplen una importante función práctica además de decorar: de día matizan la luz y de noche aportan privacidad. Si eliges cortinas tipo visillo muy finas dejarán entrar la luz, pero no protegerán tanto la intimidad. Si son muy gruesas, cuando las corras la habitación quedará a oscuras. Elige unas a medio camino, combina dos tipos diferentes para cada momento o un juego estor y cortina.

Cabecero, mesillas de noche y lámpara, de Kenay Home. Pared decorada con individuales, de Zara Home y El Corte Inglés. Banqueta, de Maisons du Monde. Alfomnbra, de El Corte Inglés. 

8.

El poder de las cortinas

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Si solo tienes unos finos visillos porque tu dormitorio no es muy luminoso, tendrás que cerrar a cal y canto las persianas para escapar de miradas indiscretas al acostarte y, por el contrario, si eliges unas con una caída más opacas para evitarlo, el cuarto puede verse oscuro y sin vida durante el día. En tu mano está encontrar el equilibrio: completa los visillos con cortinas, con estores o incluso con persianas de lamas, según el estilo que busques.

Cabecero y mesita de noche, diseño de Natalia Gómez Angelats. 

9.

Cambia con pequeños toques

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Si no quieres que la ropa de cama te termine aburriendo, elige juegos neutros y da vida a la cama con accesorios como cojines y plaids que puedes ir cambiando cada estación. ¡Será como estrenar dormitorio cada vez!

Cabecero de DM con las mesillas integradas, diseño de Pia Capdevila. Aplique de Faro y cuadros de Sacum.

10.

Sí a las tendencias, pero con criterio

Dormitorio con mesilla de noche de mimbre, vigas de madera, ventana con porticones de color azul y mosquitera (00378440-Mesillas)

Nos ha pasado a todos alguna vez: nos enamoramos de un mueble y lo queremos a toda costa. Que no quepa o no tenga nada que ver con el estilo del resto de la decoración parece lo de menos. Sucede con esos espectaculares doseles que hacen que quieras quedarte a vivir en la cama, pero que en una habitación de tamaño estándar se comerían todo el espacio. Esto no significa que tengas que renunciar a tu objeto de deseo, sino encontrar la manera de adaptarlo a tus circunstancias: recrea el efecto sensual de un dosel con un elemento menos voluminoso como, por ejemplo, una mosquitera recogida en el cabecero de la cama.

Cabecero y mesita de noche, de Pomax, en Cassai. 

11.

Equivocarse con las proporciones

00528607 Cabecero de lino en blanco

Pero, si por el contrario, crees que ese diseño con capitoné hasta el techo será comodísimo, pero, una vez puesto, hace que el resto del mobiliario parezca salido de la casa de los siete enanitos... Jugar con los contrastes crea impacto, pero, en estancias no muy grandes, es mejor elegir un equipamiento proporcionado que potencie la sensación de amplitud. 

Cabecero, cama, cortinas de lino y mesita de noche, de Freer Living. Banco, de Tine K Home. 

12.

Cojines, la cantidad importa

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¿Quién no querría lanzarse sobre una de esas camas con infinidad de cojines de todas las formas y medidas? No solo invitan al descanso, sino que crean un gran efecto con una mínima inversión. El problema llega al caer la noche, cuando hay que encontrarles un lugar a todos esos cojines. Y es que, o tienes un hueco especialmente para a ellos –como un arcón o un puf a pie de cama– o acabarán tirados por los suelos. Simplifica el proceso reduciendo el número de almohadones a un par bien escogidos y, si quieres un efecto más mullido, siempre puedes combinarlos con unas colchonetas fijadas a la pared. 

Cabecero y mesitas de noche, diseñadas por Marta Tobella. Alfombra en Sacum.
 

13.

Pisadas gustosas

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Arropa tu dormitorio con unas alfombras pero ten presente que no sirve cualquiera. Por muy decorativas y limpias que sean las de sisal, por ejemplo, es conveniente evitarlas con los pies descalzos, ya que pueden resultar desagradables, sobre todo las de mayor relieve. En su lugar, elige modelos de lana natural, mejor de pelo largo y mullido. Elígela de suaves texturas y levántate cada mañana con buen pie.

Cabecero y cómoda pequeña, de Catalina House. Mesita redonda, de Merc&Cia. Alfombra, de Ikea. Cómoda antigua, de Mavi Lizán. Espejo, de India&Pacific.

14.

La medida de la alfombra

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También es básico calcular la medida para que el espacio se vea equilibrado. Aunque dependerá de la distribución del mobiliario, lo habitual es que las situadas a ambos lados de la cama ocupen unos dos tercios de su longitud. Otra opción es colocar una a medida que abarque toda la cama y que sobresalga por ambos lados y por el pie; solo a pie de cama... Tú decides.

Aparador de Luzio, banqueta de Crearte Decoración y alfombra, en La Maison.

15.

Evita el 'todo a juego'

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A veces para ahorrar tiempo y dolores de cabeza es tentador elegir todos los muebles a juego. Pero si lo haces tu dormitorio carecerá de personalidad. Lo ideal es combinar algunos de estos elementos con piezas que aporten un acento de estilo y animen el conjunto. Y no tengas prisa: empieza por los elementos básicos –cama y armario– y date tiempo para descubrir con qué quieres combinarlos.

Papel y alfombra de Leroy Merlin, banco de Casa, cómoda, butaca y espejo de Maisons du Monde, lámpara de Better & Best, jarrones de El Corte Inglés. 

16.

Juegos de cama muy versátiles

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La ropa de cama tiene el poder de transformar el ambiente del dormitorio con poco dinero. Un diseño impactante o colorista aporta un acento de estilo a una habitación neutra aunque también puede hacer que nos cansemos antes de él. Lo mejor es que te hagas con unos juegos de cama de diseños sobrios y atemporales a los que siempre podrás dar un aire nuevo con plaids, boutís o cuadrantes con motivos más llamativos. Ahorrarás en dinero y en espacio en el armario.

Alfombra de Maua Deco. 

17.

No añadir un pie de cama

00489245 Dormitorio con cabecero tapizado + dos banquetas de fibra decapadas

Si las dimensiones del dormitorio lo permiten, no prescindas de un pie de cama. Además de una función decorativa será muy útil para calzarte y descalzarte o para dejar la ropa cuando te estás cambiando.  

Cabecero tapizado de lino. Banqueta, apliques y lámpara de sobremesa, en Cado.