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1.

Un comedor en blanco con sillas tapizadas en rosa

El rosa es el color de moda, sobre todo en sus tonos empolvados o blush. Y ha sido el escogido por la decoradora Lucía Mariñas en este luminoso comedor, planificado en blanco y con toques dorados, para dar un toque de a las sillas, que se han tapizado en terciopelo en rosa. 

Las sillas son de Mestizo Store. 

 

2.

Con escogidos detalles en negro

En pequeños detalles, como aquí las lámparas, las sillas o los motivos de la alfombra, el negro es un color que resulta muy elegante y crea decoraciones personales. Además, es tendencia. 

Sillas, alfombra y lámpara, en el estudio de la decoradora Natalia Zubizarreta.

3.

Un comedor en blanco con toques de color en los textiles

Los textiles son grandísimos aliados para aportar color al comedor sin con ello condicionar en exceso la decoración. Aquí, por ejemplo, los cojines de las sillas se han elegido en un color mostaza, que rompe con el blanco del espacio, y conecta visualmente con el color de los taburetes de la cocina.  

Mesa y sillas de Andreu World y lámpara de techo de Vibia.

4.

Un comedor en azul y blanco

El color-block o la pintura "invader" es tendencia y consiste en llevar el color más allá de las paredes, por ejemplo, a los muebles que se apoyan en ella. Y esto es lo que ha hecho en este comedor la decoradora Estrella Salietti, que ha pintado del mismo azul el gran mueble del comedor que, combinado con el blanco de las paredes, da más profundidad a la estancia además de un toque de color muy personal. 

La mesa es de Merc&Cia, las sillas son de herencia y la lámpara de Biosca & Botey. 

5.

El mantel sube los colores del comedor

¡Y es un gran aliado! Aquí, por ejemplo, se han combinado dos mantelerías en dos tonos de rosa , que dan color y un toque delicado a un comedor con sabor rústico. Las paredes en color tostado también tiñen con su calidez el comedor. 

Sillas, en Heaps & Woods y mesa diseñada por Paula Masana y realizada por Fusteria Pere Vidal. 

6.

Un comedor sobrio con detalles en rojo

Este comedor es tan elegante como personal. No solo por su acertado mix de estilos, entre campestre, moderno y clásico, que funciona de maravilla, sino por los escogidos toques de color, con la alfombra y el cuadro, ambos con el rojo como protagonista.

Mesa de Antic Daviu y sillas de Carl Hansen. La alfombra es de BSB. 

7.

Una pared con pintura decorativa recuperada

En este comedor, las miradas se van a la pared de un suave color salmón y con las aguas propias del estuco veneciano. Con la reforma de este piso centenario, se quitaron los plafones que cubrían las paredes y apareció esta maravilla, y los propietarios se enamoraron y la dejaron tal cual.

Mesa de Santísimo y sillas y aparador, de Kenay Home. 

8.

Una zona de comedor abrazada por el azul

La decoradora Miriam Barrios no temió inundar de color este comedor abierto a la cocina y al salón. De hecho, el color, un elegante y profundo azul, le sirvió para separar visualmente este espacio del salón contiguo. Pintó, además de las paredes, el techo, lo que crea un acogedor "efecto de bombonera".  

Mesa realizada a medida por Indecoba y sillas, en DomésticoShop. Lámpara de Borgia Conti. 

9.

Un coqueto comedor con sillas bicolor

Este comedor era mini, pero no por ello debía ser soso. La decoradora Pia Capdevila lo envolvió de blanco para potenciar la claridad y la sensación de amplitud, pero le dio el toque de color con las sillas. En ellas ha combinado blanco y amarillo, lo que le da un punto atrevido y divertido. 

Sillas lacadas de Vergés. 

10.

El papel pintado es el protagonista

En este comedor, decorado por Bárbara Sindreu, el personalísimo papel pintado con textura y en verde es el gran protagonista del espacio. Junto con la vitrina de madera y las sillas de fibras crea un conjunto muy acogedor y con sabor colonial. 

Mesa y sillas de Cad Interiorismo. Aparador en India & Pacific y papel pintado de Flamant. 

11.

Un arrimadero lacado en gris verdoso que colorea el comedor

El arrimadero de este comedor es el original de la casa y con la reforma se quiso restaurar para conservar su belleza clásica, pero se lacó en un gris verdoso moderno. Una elección de color cálida y con un matiz romántico.  

Mesa de Batavia y sillas de Rue Vintage 74.

12.

Con una alacena pintada en azul grisáceo

En este comedor el toque de color se dio con la alacena, una pieza singular de gran peso visual que se eligió en un azul grisáceo en sintonía con la carpintería. 

Mesa, sillas, alacena y lámpara, de Maisons du Monde. 

13.

El suelo de mosaico hidráulico pone el color

En este comedor, se recuperaron las baldosas hidráulicas originales y se colocaron a modo de alfombra enmarcando la zona de la mesa, aportando así color y personalidad a este espacio decorado por Neus Casanova. 

Mesa de Andrea Cortés y sillas de Gidloof. Librería realizada a medida según diseño de la decoradora. 

14.

Un gran cuadro que da color a un comedor en blanco

Los complementos son los grandes aliados para dar color, porque son fáciles de renovar si te cansas. En este comedor, por ejemplo, se ha apostado por un luminoso blanco que envuelve paredes y mobiliario, y la nota de color se ha reservado para el gran cuadro protagonista y la alfombra, a juego con los tonos dominantes del cuadro.  

Alfombra de Ian Nepal. 

15.

Muy personal, con un techo de color caldera

Sí, el blanco es un clásico a la hora de pintar el techo de la casa, sobre todo en espacios pequeños y luminosos, porque da más altura visual y contribuye a que el espacio se vea más amplio. Pero, ¿por qué no darle color? Debes saber que si pintas el techo de un color más intenso que las paredes, como aquí de un caldera, harás que el espacio se ensanche y las paredes parece que se alejan. 

Mesa de Becara y sillas y aparador de Adaleya.

El color gusta, pero da un poco de miedo. Sobre todo cuando se trata de usarlo en casa. Solemos optar por blanco o el beige para ir a lo seguro y que combina con todo. Y falta de razón no tendríamos, porque el blanco, el beige o el tan de moda greige (mix de gris y beige) son una apuesta ganadora en casa, sobre todo a la hora de pintar las paredes.

Pero algo está cambiando. Porque las tendencias deco cada vez apuestan más (y se arriesgan más) por el color. Prueba de ello es la moda por el half painted, por pintar geometrías en las paredes de casa o el color-block. Además, cada vez es más habitual que las marcas de pintura tengan entre sus propuestas estrella colores intensos de gran personalidad.

Así que, ¿por qué no atreverse con el color en el comedor? Puestos a "arriesgarse", el comedor es una estancia perfecta, porque en comparación con el salón o incluso con el dormitorio, es de los espacios de la casa donde solemos estar menos tiempo.

Por lo que, darle color al comedor es una manera de tentarte sin asumir grandes riesgos. Y no es necesario pintar una pared de un color llamativo, basta con elegir una alfombra colorista o unas lámparas con color. Tú eliges hasta qué punto quieres colorear tu comedor, tu casa y tu vida.