Independientemente de su tamaño, las estanterías blancas y ligeras resultan perfectas para el salón o el dormitorio. Ordenan, decoran y, además, hacen que las estancias parezcan más grandes y luminosas. ¡Elegirlas son garantía de éxito!

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1.

Una estantería blanca para un salón nórdico

Salón con chimenea y librería blanca.

Sofás, de Temas Mobiliario y butaca, de Pilma, en Sacum. Mobiliario del salón, diseño de la decoradora, realizado por Fustería Catot.

El Mueble

Unas sencillas baldas lacadas en blanco, como la pared, forman la estantería de este salón con sabor nórdico. La interiorista Marta Prats transformó la estancia con un mueble multiuso que, además de la estantería, integra una chimenea moderna de gas, espacio para la televisión y almacenamiento.

2.

De obra, blanca y ligera

Salón con bancos en los ventanales a modo de mirador.

Mesas de centro de teca, diseño de las decoradoras.

El Mueble

Las estanterías de obra destacan por su practicidad y son perfectas para aprovechar el espacio al máximo. En este salón, las interioristas de Le Design 4U diseñaron esta a medida, blanca y ligera. Perfecta para un salón que mezcla un look mediterráneo con detalles urbanos. 

3.

Orden en la librería: cómo organizarla paso a paso

Orden en la librería: cómo organizarla paso a paso

Para que el efecto de una estantería blanca sea total, el orden es tu principal aliado. Descubre en este vídeo cómo ordenar una estantería paso a paso. 

4.

Con poco contenido

Salón con chimenea y estantería ligera

Librería, diseño de Lowy & Kantor. Alfombra, de Gandía Blasco.

El Mueble

El truco para evitar que una estantería parezca pesada visualmente está en los materiales con los que está hecha. Esta, realizada en metal lacado en blanco y baldas de madera, es ideal para darle al salón calidez y ese punto de ligereza precisa. La interiorista Myriam Sobrino la eligió con poco fondo. Otra gran idea es no atiborrarla de objetos: unos pocos libros, piezas decorativas y alguna planta serán suficientes. 

5.

Una estantería blanca en el salón con escritorio integrado

Aprovecha un estante de la librería como escritorio.

Librería, diseño de la deoradora, realizada a medida, en Sacum. Silla, de Casual Home & Contract.

El Mueble

¿Te gustaría tener una zona de trabajo en el salón pero no tienes suficiente espacio? Marta Tobella te brinda la solución: una estantería de hierro pintada de blanco que decora e integra el escritorio. El estante, que hace las veces de mesa, se disimula con tan solo despejarlo y quitar la silla.

6.

Con baldas y armarios para mantener el orden

Salón pequeno con estantería blanca.

Librería, diseño de la decoradora. Butaca, modelo Carlos, de Taller de las Indias, en Coton et Bois.

El Mueble

Tener y mantener orden en el salón es crucial. ¿Y qué mejor que con una estantería blanca a medida? La interiorista Asun Antó diseñó esta empotrada en la pared con baldas arriba y armarios abajo, que favorece la organización.

Si quieres realzar un elemento determinado, por ejemplo, unos cuadros, puedes instalar en la parte superior unos apliques o focos que les den el ansiado protagonismo.

7.

Una estantería blanca y ligera de dos cuerpos para el salón

Salón con estanteria blanca de dos cuerpos.

Aparador, en Expohogar. Lámpara de pie y silla, de Kave Home.

El Mueble

Blanca, ligera y discreta, así es la estantería que decora este salón. Las interioristas Vera Salvat y Victoria Amat, de I Loft you, la han diseñado de dos cuerpos simétricos para dar esa sensación de orden que tanto nos gusta. Aprovecharon un retranqueo de la pared para hacerla a medida y la dispusieron cerca de la ventana para que la bañara la luz.

8.

Con baldas y un aparador bajo volado

Salón con sofás y estantería con baldas y aparador bajo volado

Sofá y mesa de centro, realizados a medida, por Renova.

El Mueble

Otra opción de estantería blanca y súper ligera para el salón es esta que sugiere Mercedes Pérez. Está formada por tres baldas amplias y un aparador bajo con cajones. Al ser volado y no llegar al suelo, no recarga la estancia

9.

Una estantería de suelo a techo práctica y decorativa

Cocina blanca con barra y taburetes.

Mobiliario, de Carpintería Rimvara. Lámparas de techo, de Côté Dêco.

El Mueble

Cuando una casa es pequeña hay que avivar el ingenio para disponer de todo lo necesario. Fue lo que le pasó a esta de la imagen, diseñada por Gema Ospital. La interiorista proyectó una estantería blanca y ligera de suelo a techo. Además de separar visualmente el recibidor del salón, de ella sale la encimera de la cocina que hace también las veces de barra de desayunos. ¿No es fantástica? ¿Te gustaría ver más ejemplos de barras de desayunos en pisos pequeños?

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Una estantería blanca y ligera bajo la escalera

Salón con zona de lectura bajo la escalera junto a la cocina con cerramiento acristalado.

Butaca y reposapiés de fibra vegetal.

El Mueble

Este ejemplo de estantería blanca y ligera ¡nos encanta! Los arquitectos Ana Blanco y Fran Mengíbar han aprovechado el hueco de la escalera para diseñar una pequeña estantería con baldas. A su lado han dispuesto una butaca con reposapiés, creando un delicioso rincón de lectura en el salón. ¿Quieres más ideas para sacarle partido al hueco de la escalera?

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Abierta y hasta el techo

Comedor con vano en arco y estantería amplia, blanca y ligera.

Librería, de Ikea. Mesa, de Maisons du Monde. Sillas de madera, de Natura Casa.

El Mueble

Cada vez son más los comedores que se integran en el salón, como este de la imagen. Ambas estancias comparten espacio gracias a un gran vano en arco. En esta ocasión, la estantería blanca y ligera se dispuso detrás de la mesa de comedor. Como es abierta no recarga el ambiente y al llegar hasta el techo, en ella caben libros y objetos decorativos.

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Una librería de obra detrás del sofá

Salón con librería incorporada detrás del sofá.

Sofá y puf, a modo de mesa de centro, de Miki Beumala. Alfombra, de Ikea.

El Mueble

Además de decorar el salón, esta práctica estantería de obra cumple otra importante función: el arquitecto Damián Ribas la ha dispuesto detrás del sofá para evitar miradas indiscretas desde el recibidor.

Al ser abierta, la luz se cuela por sus cubos dotando a la entrada de mayor luminosidad. Y como los huecos son simétricos dan sensación de orden. ¡Vamos, que lo tiene todo!

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Una mini estantería, blanca y ligera, para un salón minimalista

Salón minimalista con textiles en rosa fucsia.

Sofá, de Ikea. Butacas, de Ristori Decoración. Mesa de centro y lámpara, de Maisons du Monde.

El Mueble

A la interiorista Cristina Mendoza se le ocurrió hacer una hornacina en la pared que llenó con tres baldas. Suficientes para colocar libros, objetos decorativos, fotos y plantas.

El éxito de su decoración reside en el equilibrio: no hay que sobrecargarlas de piezas pero tampoco dejar huecos libres para evitar una sensación de abandono.  

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Una estantería baja y abierta para un dormitorio romántico

Dormitorio clásico con butaca capitoné y librería baja blanca.

Colcha de lino rosa y cojines, de Filocolore.

El Mueble

No solo el salón se equipa con estanterías blancas y ligeras, también en el dormitorio tienen cabida. Y si no fíjate en estas propuestas. Por ejemplo, este dormitorio delicado y romántico se podría haber amueblado con una cómoda más rimbonbante. En su lugar se dispuso en una pared una estantería baja y abierta, realizada a medida, que aligera la estancia.

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Para enmarcar el cabecero

Dormitorio con estantería blanca y ligera que enmarca el cabecero.

Banco y mesitas de noche, en La Nave Home. Lámparas, de Ikea.

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La interiorista Aurora Monasterio enmarcó el cabecero tapizado de su cama con una original estantería blanca, ligera y abierta, diseñada por ella. Formada por huecos simétricos hasta el techo da esa sensación de orden tan necesaria en las zonas de descanso.

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Una estantería de obra para un dormitorio relajante

Dormitorio de primavera con estantería blanca y ligera.

Funda nórdica, cuadrantes y plaid verde, de Filocolore.

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En este dormitorio súper relajante, la interiorista Gabriela Conde transformó una pared lateral en una estantería de Pladur®. Blanca y ligera, separa la cama del baño en suite. A un lado dispuso baldas y al otro dejó el muro liso para colgar, por ejemplo, un cuadro. 

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Mini estanterías a ambos lados del cabecero

Dormitorio pequeño con estanterías de obra.

Mesita de noche, de Mercader de Venecia. Flexo, de Sacum.

El Mueble

¡Las estanterías de este dormitorio no pueden ser más sencillas! La arquitecta Mónica Recader aprovechó unos retranqueos, a ambos lados del cabecero, para colocar unas baldas blancas y ligeras. Una excelente manera de aprovechar el espacio al máximo.

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Una estantería blanca y ligera para un dormitorio juvenil

Habitación juvenil con puerta corredera, cama y estantería a juego.

Cama y estantería, de Ikea. Ropa de cama, de Filocolore.

El Mueble

A juego con la cama, la interiorista Sylvia Preslar optó por una estantería ligera y abierta para equipar este dormitorio juvenil dominado por el blanco. Para imprimir carácter a la estantería, puedes elegir la trasera alistonada, como esta, o bien forrarla con papel pintado. Y un truco infalible a la hora de asegurar el orden es utilizar cestas.

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