¿Baldas o estantería? Todo lo que tienes que saber para elegir bien y decorar con estilo

¿Quieres actualizar tu salón y mantener una estética limpia? Opta por estanterías de obra que apenas te quitarán espacio y píntalas de tonos claros para aumentar visualmente la luminosidad y los metros. El Estudio Le Design 4U dió en el blanco con este diseño de la imagen que combina estanterías a los lados y baldas en el centro.

¿Tu recibidor es la mínima expresión? Una balda fijada en la pared bastará como superficie para dejar las llaves y el móvil. La interiorista Marta Tobella lo demuestra en esta imagen. La balda tiene sitio para una lámpara, un jarrón y ¡hasta un espejo apoyado! En el suelo, unas cestas para dejar el bolso, los guantes o los enchufes.

Los salones neutros necesitan de ese puntito caliente que los hace acogedores. ¿Lo mejor? Poner unas baldas de madera en la pared, a juego con la mesa de centro. ¡Y lo habrás conseguido! The Room Studio optó por estas de pared a pared que decoran sin agobiar y dan al salón la calidez que precisa.

Si tu salón no es muy grande y te gustaría poner una estantería en él tienes dos opciones: o poner un modelo de obra o uno ligero a medida. Esto último fue lo que hizo el Estudio Egue y Seta, diseñar una estantería de metal en negro que moderniza el salón y ocupa lo mínimo.

¿Te encanta leer y tienes una biblioteca considerable? Entonces lo tuyo es tener unas señoras estanterías que den cobijo a tanto libro. Los interioristas Isabel y Manu Núñez dispusieron estas de madera a ambos lados del salón, con huecos simétricos que denotan orden y de suelo a techo para aprovechar bien el espacio. No olvides intercalar los libros con objetos y plantas para elevar su nivel decorativo.

Las estanterías también pueden servir para una mejor integración, sobre todo, en aquellos ambientes que comparten espacios. Por ejemplo, en este salón abierto a la cocina, la interiorista Pia Capdevila diseñó una mini estantería de la misma madera que la barra de la cocina. También el mueble blanco de la cocina lo prolongó hacia el salón para lograr el mismo efecto. ¡Un truco genial para dar continuidad a dos espacios diferentes!

¿Cómo se puede aprovechar un rincón o un retranqueo en la pared? La solución está a la vista y nos la brinda Marta Tobella. La interiorista ha diseñado una estantería cuyo último estante hace las veces de mesa escritorio con solo colocar una silla delante de él. Una buena manera de crear una zona de trabajo y ocultar de paso el radiador. También puedes poner una estantería junto a una butaca y crear una zona de lectura.

Fíjate en este dormitorio. A los pies de la cama la interiorista Marta Miquel ha dispuesto los armarios precisos y en el rincón, unas baldas de madera que hacen de librería. Así se ha aligerado la pared. ¡Perfecto!

¿Quieres tener un mueble que sea el protagonista estelar de tu salón? Apuesta por dos estanterías laterales y una chimenea central, o lo que es lo mismo, un mueble clásico estilo boiserie. Para darle mayor enjundia, píntalo de un color vibrante. La interiorista Jeanette Trensig ha optado por este verde oliva que le da profundidad y carácter.

En las casas pequeñas suele haber espacios diáfanos y apetece tener algo de intimidad. Una estantería de suelo a techo sirve aquí para separar visualmente el recibidor del salón. Es una propuesta de la interiorista Gema Ospital.

¿En qué otros casos puede valer una estantería como elemento divisorio? Para separar el dormitorio del baño en suite o la zona de descanso de la de juegos en una habitación infantil, por ejemplo.

¿En dónde más viene de lujo una balda? En la cocina, sin ir más lejos. Para tener a mano las especias, las tazas de desayuno o los botes de legumbres. Además de cómodo, se evita sobrecargar el espacio sin necesidad de colocar armarios superiores.

En este dormitorio diseñado por Asun Antó el cabecero de obra se prolonga a los lados en dos estanterías abiertas que hacen las veces de mesilla de noche. Pintado todo de blanco dan luminosidad y son perfectas para colocar en sus estantes libros, el despertador, el joyero, la lámpara o un vaso de agua.