¿Es posible dar una segunda vida y transformar por completo un piso insulso y sin luz en la casa de nuestros sueños? Sí, lo es. Pasar de una casa oscura a un hogar repleto de vida, contemporáneo y muy funcional, es algo que ha sabido llevar a cabo la interiorista Laura Martínez en una vivienda en Sant Cugat del Vallés (Barcelona). Y es que ha convertido un espacio sin estilo en una casa en clave nórdica, a través de una reforma en la que, los elementos claves y protagonistas, han sido las divisorias de cristal.

Pero no ha sido el único recurso que se ha llevado a cabo, porque también se han sustituido algunos antiguos tabiques y puertas. Eso sí, sin quitar privacidad y diferenciando los usos de cada ambiente. Gracias a ambas soluciones, ha sido posible dotar a la vivienda con una mayor sensación de amplitud, en la que se han podido conectar las estancias, dejando pasar la luz natural. Al mismo tiempo, se ha logrado sumar esa funcionalidad que faltaba, marcando por completo el estilo nórdico escogido para la casa. Pero como es más sorprendente verlo que contarlo, te dejamos este antes y después. ¡Te va a encantar el cambio!

 

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1.

Antes: un recibidor poco funcional

Un recibidor sin vida antes de la reforma.

Un recibidor poco funcional antes de la reforma.

Laura Martínez Interiorista

El recibidor o la entrada a esta casa, era bastante básico y sin estilo. Es decir, un espacio al que se le podía sacar mucho más partido. Además, a pesar de contar con pocos metros cuadrados, se podían aprovechar mucho mejor para hacerlo más bonito y funcional. ¡Y sobre todo más luminoso! Ya sabemos que el recibidor es la primera impresión e imagen de nuestro hogar, por eso, aunque sea pequeño, tiene que ser un rincón agradable y que ya de pistas de nuestro gusto por la decoración, el orden y la limpieza de nuestra casa. ¿Cómo habrá quedado?

2.

Después: un recibidor a medida

Un recibidor funcional y luminoso después de la reforma.

Un recibidor práctico, luminoso y estiloso después de la reforma.

Yael Vallés

¡Así ha sido el cambio! La interiorista ha sustituido la antigua puerta de acceso a la cocina por un mueble multifuncional que ha diseñado a medida, en un acabado de madera lacada en blanco y roble. Y es que se trata de un módulo de suelo a techo, que hace, al mismo tiempo, de pared divisoria, asiento para descalzarse y armario con almacenaje de abrigos y calzado.

De forma estratégica se ha diseñado también el cristal fijo transparente en la parte central del mueble para poder potenciar la entrada de luz natural, que vemos cómo fluye desde la ventana de la cocina hasta la misma puerta de entrada de la vivienda. Todo ello para seguir esa sensación visual de profundidad que, además de estar muy acertada, ha sido conseguida.

3.

Antes: un salón sin armonía

Un salón sin armonía antes de la reforma.

Un salón sin armonía antes de reformarse.

Laura Martínez Interiorista

El salón contaba con bastante luz y amplitud, pero los muebles y el suelo no tenían armonía, lo que hacía que el espacio, indirectamente, acabara siendo mucho más oscuro. De hecho, tampoco hay un estilo definido en la casa, lo que termina siendo más desconcertante aún la estética que buscaba dar. La interiorista ha querido que toda la casa estuviera a un mismo nivel y estilo, para que hubiera mucha más conexión visual y dar esa luminosidad que el mobiliario anterior estaba robando. ¿Vemos el después de este salón-comedor? ¡Vamos!

4.

Después: un salón-comedor muy cálido y confortable

Un salón-comedor después de la reforma.

Un salón-comedor después de la reforma.

Yael Vallés

Previamente a la reforma, una puerta cerraba el recibidor al comedor y el salón. El nuevo diseño ha eliminado tabiques y puertas para conectar los espacios de manera fluida, dando como resultado un espacio cálido y muy acogedor. Desde la misma puerta de entrada de la vivienda, ahora la luminosidad fluye en toda la zona de día. El suelo oscuro, que era lo que principalmente apagaba la estancia, se ha sustituido por un nuevo pavimento en madera en roble claro, cálido y más acorde con el estilo nórdico del nuevo mobiliario. ¡Seguimos viéndolo!

5.

Después: con muebles contundentes y versátiles

Un comedor luminoso y acogedor después de la reforma.

Un comedor con muebles a medida muy cálido y acogedor.

Yael Vallés

Desde este otro ángulo, vemos con más detalle esta salón-comedor. El equipo de Laura Martínez ha diseñado a medida distintos aparadores, estanterías y muebles bajos para almacenar menaje y otros enseres, todos de líneas puras, sin tiradores, acabados en blanco y madera de roble. La mesa del comedor muestra su contundencia, con un grueso sobre de madera maciza natural y patas de hierro en negro. Para el sofá y las sillas del comedor se han escogido suaves tejidos tapizados en gris.

6.

Antes: una cocina básica sin estilo

Una cocina básica sin estilo antes de la reforma.

Una cocina básica sin estilo antes de la reforma.

Laura Martínez Interiorista

La cocina parecía muy estrecha y con una encimera interminable. Si a esto le sumamos lo básica que nos resulta, hace que esta cocina cumpla su función, pero no sea nada estilosa. Además, vemos como antes de la reforma, la cocina era una estancia totalmente independiente. Las paredes y los tabiques conseguían que fuera un espacio mucho más oscuro, cuando en una estancia como esta, es muy necesaria la luz natural para que sea lo más confortable posible.

7.

Después: una cocina bien distribuida con office

Una cocina bien distribuida después de la reforma.

Una cocina bien distribuida después de la reforma.

Yael Vallés

¡Wow! Esto sí que es un cambio. La interminable encimera se ha sustituido por una planta rectangular que ha permitido jugar con el mobiliario dispuesto en forma de U. La reforma ha suprimido la antigua puerta de acceso, que como ya hemos visto, estaba ubicada en lo que ahora es el módulo del recibidor, y se ha optado por abrir acceso por una pared lateral, lo que da una cocina semiabierta al salón.

Además, el antiguo tabique, que ha sido sustituido por una mampara de vidrio fijo a media altura, hace que la cocina quede visualmente conectada con el salón-comedor, pero también se respeta el uso de cada espacio. Bajo la divisoria de vidrio se distribuyen armarios para almacenaje y también se ha habilitado un pequeño office para dos. Con el objetivo de no sobrecargar. En cuanto a algunos detalles, como la campana empotrada, contribuyen a una estética coherente y uniforme. ¡Nos encanta!

8.

Antes: un dormitorio soso y desfasado

Aunque la sencillez y el minimalismo nos encanta, a veces, si no acertamos bien con la decoración, podemos dar una imagen desfasada, totalmente indeseada. Es el caso de este dormitorio que, antes de la reforma, era muy soso y no inspiraba calma, relax y calidez. Necesitaba un cambio urgente para que fuera una estancia tan agradable, que invitara a un descanso inmejorable, sin interrupciones. ¿Lo habrán conseguido?

9.

Después: un dormitorio sencillo estilo suite

Dormitorio en suite sencillo y bonito después de la reforma.

Dormitorio en suite sencillo y bonito después de la reforma.

Yael Vallés

¡Esta sencillez sí que nos gusta! Y es que el cabecero es un simple panel en blanco, retroiluminado, con dos apliques de lectura en blanco y dorado a cada lado. Para la pared se ha escogido un papel pintado con textura en una tonalidad gris muy suave. Todo se ha seleccionado para crear una atmósfera de calidez y serenidad, siempre acorde con el estilo decorativo del resto de la vivienda. Una muestra de que en la sencillez, está el gusto, pero una sencillez bien escogida y siempre pensada con mucho estilo. ¡Este dormitorio está repleto de ideas para copiar!

10.

Antes: un vestidor que generaba caos visual

Un vestidor a la vista que generaba caos visual

Un vestidor a la vista que generaba caos visual

Laura Martínez Interiorista

Este vestidor generaba mucho ruido y caos visual. A pesar de ser independiente al dormitorio a través de una puerta, era tan oscuro y estaban todas las prendas tan amontonadas, que daba la sensación de trastero. Los vestidores suelen ser muy funcionales para poder colocar y ordenar toda nuestra ropa y calzado, pero también es un mobiliario que hay que elegir con mucho cuidado y pensándolo muy bien y, sobre todo, que de muy buena imagen de forma externa. 

11.

Después: un vestidor amplio acabado en blanco

Un vestidor amplio acabado en blanco.

Un vestidor amplio acabado en blanco.

Yael Vallés

Sin duda, el vestidor es el cambio más sustancial de toda la suite principal. Como hemos visto, antes de la reforma era un cubo cerrado, sin luz y muy incómodo. La pared que separaba habitación y vestidor se ha sustituido por un mueble para almacenamiento con una mampara fija de cristal en la parte superior. Este recurso ha permitido crear un vestidor amplio, con espacio para moverse cómodamente y que ofrece el almacenamiento suficiente. La luz natural, que fluye desde el dormitorio por el cristal, se ve potenciada por el acabado en blanco de todo el mobiliario. ¡Un diez!

12.

La interiorista Laura Martínez

La interiorista Laura Martínez.

La interiorista Laura Martínez.

Laura Martínez Interiorista

El estudio de interiorismo de Laura Martínez es un estudio de interiorismo multidisciplinario, especializado en diseño de proyectos residenciales y comerciales. Está liderado por Laura Martínez Casares, interiorista licenciada en la Universidad Ramon Llull de Barcelona. Tal y como ella misma señala, su máxima a la hora de crear espacios es que "la esencia del diseño de interiores siempre está fundamentado en las personas y en la forma que conviven".

El asesoramiento es totalmente personalizado, de manera que los clientes, solo tienen que preocuparse de disfrutar del resultado final. "Si mezclamos la ilusión y el entusiasmo transmitido por ambas partes, es muy difícil que el resultado no sea maravilloso".