En nuestra cultura no hay mucha tradición en la construcción de casas de madera más allá de las zonas de alta montaña, en las que se suele combinar con piedra. Pero uno de nuestros sueños más repetido es poder acurrucarnos bajo un techo de madera abuhardillado e intentar ver las estrellas por sus ventanas.

La madera es la expresión máxima de la calidez, vayas donde vayas y sea la que sea. Pero debes saber que si te rindes ante su poder hipnótico, tienes que aceptar que será la protagonista absoluta. No admite medias tintas, será el centro de la decoración, nos pongamos como nos pongamos.

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1. Una cabaña nórdica en los Pirineos franceses

Salón revestido de madera en casa de montaña 00517193

Concebida como un refugio de montaña súper acogedor, esta cabaña en Les Angles está hecha en su totalidad, y más allá de lo que se ve, de madera. Su estructura, que corrió a cargo de Nordika Chalets, consta de vigas de madera de abeto Douglas cepillada y paneles de madera antigua. El roble en acabado envejecido y la madera de alerce, en suelos y paredes respectivamente, arropan todos los espacios de esta cabaña. 

Sofás de Home Spirit. 

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Una cocina que es un mirador a las montañas

Cocina revestida de madera con comedor con vistas 00517200

La planta principal de esta casa es diáfana y se ha dedicado a la zona de día. Grandes ventanales abren los diferentes espacios a su impresionante paisaje e inundan de luz natural este refugio de montaña. La cocina, con muebles de la misma madera empleada para revestir las paredes, es rústica y moderna a la vez, con la isla forrada de granito negro Zimbabwe. El comedor, aprovechando el mirador natural que configuran las ventanas en "L", es muy capaz gracias al banco rinconero. 

mesa de Véronique Tafoiry-Daure.

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Un dormitorio muy cosily con vocación de refugio

Dormitorio revestido de madera con altillo 00517204

El dormitorio de esta cabaña es pequeñito y se ha revestido en su totalidad de madera de alerce, creando un efecto cajita de lo más acogedor. Integra el baño, para mayor comodidad, y cuenta con un altillo, desde el que se filtra la luz que baña por completo este espacio tan cosy como personal. 

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2. Una casa de madera en medio del bosque

Salón comedor de casa en medio del bosque 00477835

Esta casa es la culminación del sueño de su propietario que, siendo medio danés y holandés, soñaba con tener una casa de madera en medio del bosque. Aunque por fuera está revestida de piedra, la madera es la que se impone en esta casa. De hecho, basta decir que el constructor es carpintero, y buena parte del mobiliario de madera es diseño suyo. 

Mesa diseño del constructor. Las sillas son una réplica del modelo Wishbone, en SuperStudio.

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Un salón abierto al exterior de madera y en gris

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Este mix de estilo nórdico y actual lo vemos en el uso de este personalísimo gris, que hace de hilo conductor en toda la casa. Las alfombras en tonos rojos son un buen contrapunto a la frialdad del gris, a la vez que arropan y colorean un espacio vestido por la madera. 

Sofá y butaca de Venta-Única. 

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Un dormitorio que es un mirador al bosque

Dormitorio con techo de madera y gran ventana al exterior 00477852

La conexión con el bosque está presente en toda la casa. Incluso en el dormitorio, donde se abrieron grandes ventanales para disfrutar de este paisaje privilegiado. El gris vuelve a estar presente en el dormitorio, arropando este espacio y sumándole estilo. 

Banqueta y alfombra de La Redoute, cabecero realizado a medida por Vicenç Torrent y apliques de Lámpara y Luz.

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3. Una casita de playa revestida de madera

Salón mini de casa revestida de madera blanca 00483333

Con esta casita a un paso de las playas de Sitges, la decoradora y estilista de El Mueble, Gabriela Conde, rompió moldes. Porque antes de pasar por sus manos, esto era, simplemente, un bajo sin personalidad y en estado ruinoso. Pero Gabriela decidió transformarlo en una cabaña blanca, donde la madera le diera personalidad y mucho encanto. 

Sofá de Lucky Mora Studio, estores de Polo Masclans y mesa auxiliar de Zag & Zig. 

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Una cocina con muebles de madera raw abierta al salón

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La cocina es el espacio de la casa más grande, con excepción del patio. De hecho, en un principio debía destinarse a salón, pero se decidieron invertir los usos para contar con un espacio más amplio que integrara el comedor, que a su vez, cuando no se usa, sirve de mesa de estudio. Además, al ser una casa de vacaciones, el salón apenas se usa, ya que en verano la vida se traslada a su amplio patio. 

Mobiliario, revestimiento y campana, realizados por Carpintería Antonio Sánchez Olmos. Lámpara aplique, en La Fontaine.

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Un dormitorio tipo suite muy romántico

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El dormitorio es pequeñito, como el resto de este piso de apenas 60 m2, pero tiene un as a su favor: está abierto al salón, para que no quedara demasiado encajonado, y parece que el salón es como el estar del dormitorio. El cabecero orejero, confeccionado con una tela rústica, le da un punto especial a este dormitorio mini pero con mucho encanto. 

Cabecero, diseño de la decoradora Gabriela Conde. Cojines, cortinas y colcha de De Pepa's. Aplique, de La Fontaine.

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4. Una cabaña revestida de madera en el Valle de Arán

Salón de casa de montaña revestida de madera

La madera está presente en cada uno de los espacios de esta casa. La vemos en el suelo, en el techo, en paredes, mobiliario... Pero esta madera no tiene nada que ver con la que se encontró la decoradora Carmen Caubet, responsable de la reforma. Era muy oscura, debido a las capas de barniz, y había perdido su belleza natural. Tras limpiarla a fondo, ¡qué cambio!

La carpintería y obra las realizó Josep Maria Torres. Butacas de Crearte Collection. 

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Una cocina abierta con una completa zona de barra

Cocina con muebles de madera 00474905

Para ganar luz y comodidad, se derribaron tabiques en la zona de día para disfrutar de espacios más amplios y cómodos. Gracias a ello, la cocina, con mobiliario de madera, cuenta con una completa zona de barra muy útil para comidas en petit comité o para desayunos rápidos. 

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Un dormitorio con vistas

Dormitorio abuhardillado de casa de montaña con gran cristalera

En el dormitorio, una pared acristalada regala unas vistas despejadas al paisaje. En realidad, es la barandilla que la escalera, que comunica la planta principal con la buhardilla. No te pierdas el housetour de esta casa de madera

Banqueta de Angel des Montagnes y cabecero tapizado, en Carmen Caubet.

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5. Una casa de madera con vistas a la bahía de Santander

_385006 Exterior casa con vistas al porche y a la bahía de Santander

Las casas de madera no son cosa, solo, de la alta montaña. De hecho, esta casa con vistas despejadas a la bahía de Santander así lo demuestra. Construida por Canexel, especialistas en casas canadienses, la madera es la base de esta casa, aunque aquí la vemos teñida en un luminoso blanco. Y es que, como explica la decoradora Asun Antó, "las casas de los Hamptons, situados en la costa este de Long Island, en Estados Unidos, fueron la inspiración de la casa". 

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Un salón con un impresionante techo a dos aguas

Salón de madera pintado en blanco con techo a dos aguas  385011

La casa discurre en una sola planta donde las divisiones son las mínimas, para que la luz, que entra por los grandes ventanales de la fachada y por la hilera de ventanas de su impresionante techo a dos aguas, fluya sin obstáculos. Con esta idea, la decoradora apostó por una base blanca, serena y atemporal, que coloreó con los textiles. 

Sofás, sillones de mimbre, velador, lámpara y alfombra, todo de Coton et Bois.

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Una cocina muy "americana" con un office de madera

Cocina abierta al comedor con techo a dos aguas 00385014

La cocina se ha concebido "a la americana", con un espacio muy generoso que integra el comedor de diario para que la vida familiar discurra, con todas las comodidades y sin estrecheces, en este espacio. Rodeado de ventanas, como si de un mirador se tratara, se ha equipado con muebles de madera, que suman encanto y calidez. ¿Quieres descubrir el resto de espacios de esta casa?

Mobililario, realizado a medida. Taburetes y lámparas de techo, en Coton et Bois. Sillas Thonet, en Pardo. 

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6. Un sueño de cabaña

 Cae la tarde y la luz de las velas dispara los tonos cálidos de la madera. Fuera nos espera la nieve, podríamos estar junto a un lago americano o un bosque canadiense. Dentro, las mantas de piel y los cojines de pelo y lana nos esperan para acurrucarnos. 

Mesa de centro de Chalet des Pins y alfombra de Gra. 

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Junto a la chimenea

Es el centro de la casa. El sueño de una cabaña es calentarnos e hipnotizarnos con el fuego, tirados sobre una manta. ¿O nos ponemos la camisa de cuadros y vamos a cortar leña? El look cabaña necesita piezas contundentes (mira el grosor de la mesa), tonos sobrios (blanco y gris) y telas resistentes. 

La mesa de madera maciza es de Chalet des Pins. 

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Madera y más madera

No cabe nada más. Ni cuadros ni estampados, solo disfrutar de su propia historia, de sus nudos, sus curvas. Las ventanas se convierten en otro gran espectáculo. ¿Has visto cómo encajan los troncos con la ventana? ¿Y cómo se apoya el armario en la pared? 

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7. Un rústico de altos vuelos

Así son nuestras casas de madera, este es nuestro estilo de alta montaña, nuestro rústico más autóctono. La reina es la madera oscura con toda su fuerza y calidez. Y necesita descansar con un poco de blanco en las paredes y darle vidilla con algún color: aquí el rojo.

Mesa de centro en Brucs. Alfombra y lámpara de pie en Ikea.

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¿Se puede ser más cálido?

Fíjate en el tono y la textura del mantel, cómo cae y se arrastra. Y las lámparas... Y una preciosa escalera que se dibuja sobre las paredes blancas que reflejan toda la luz que pueden. ¿Vamos arriba? 

Mesa de Belssia, sillas en Brucs y lámparas de techo en Maisons du Monde. 

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Cocina abierta, claro

 No podría ser de otro modo, la madera oscura necesita el máximo de espacio y colores claros para aligerarla. El mobiliario es de pino teñido y repite las lamas. La encimera repite el tono blanco y es sintética. 

Lámparas colgantes de Feoma.

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8. Madera que combina con madera

La madera de pino blanqueado cubre las paredes y techos, dejándonos disfrutar todavía de sus vetas. Pero el suelo de roble también reclama su protagonismo y se va repitiendo en detalles como la chimenea o el banco volado que la acompaña. 

Sofá de Kibuc y butaca de La Cabana D'Aran.

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La combinación perfecta

El tono de la madera natural (en la barra y las puertas) es la excusa perfecta para poner color en las telas del sofá y la lámpara. El blanqueado del resto consigue un tono roto que agudiza la sofisticación de este espacio rústico que se siente afrancesado. 

Butaca de La Cabana D'Aran, lámpara de pie en Matèria. Alfombras de Gra.

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Disfrutando de las vigas

 La estructura del techo es tan imponente que solo podríamos disfrutarla así, en blanco. Como una piel que lo cubre todo, también el cabecero a medida es de madera y las telas repiten los tonos teja.

Reforma realizada por Cristina Carbonell, mesita de noche en La Cabana D'Aran y lámpara de pie de Azul-Tierra. 

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9. La madera nórdica

El cálido más luminoso. Madera blanca, con suelos claros y tonos suaves en las telas y complementos. Los colores más sutiles de la naturaleza llenan las casas de estilo nórdico. 

El sofá es de Fama, la mesa de centro de Brucs y la butaca es el modelo Kawa de Valentina Shop. la alfombra es el modelo Kabra de KP y la lámpara es de Lene Bjerre.

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Aires frescos

Los toques de azul, nos recuerdan que la madera también es para el verano. 

Mesa de madera de roble de La Tienda de la Mesa, sillas de Julia Grup y banco realizado por Juan daniel Rama. Las colchonetas están confeccionadas con tela de Kirkby House.

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Enseña su estructura

Destaca sus herrajes y muestra sus grietas porque son el verdadero carácter de esta casa. 

Colgador de Bloomingville, cómoda antigua y lámpara de Taller de las Indias. La butaca es de Valentina Shop. 

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10. Madera a la americana

Los grandes espacios abiertos... ¿Será una casa frente al mar? Seguro. La doble altura nos permite disfrutar de las vistas y de la barandilla que destaca sobre el gris del piso de arriba. En el comedor se ha elegido todo blanco. La mesa sigue además el juego de los listones. Las sillas, en cambio, rompen con el material y la estética. 

Sillas similares de Andreu World.

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Las lamas son las protagonistas

Los sofás tapizados con una mezcla de lino y algodón gris apuntan la combinación de color que se repite en la alacena. La sobriedad imprescindible no admite cuadros. Un espejo pintado en blanco es lo único que decora las paredes. 

Sofás similares en Ascensión Latorre y mesa de centro similar en Guadarte. El suelo es de madera de pino con acabado mate.

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Techos blancos y espacios abiertos

Bajo el tejado, una única habitación diáfana: tras el murete que hace de cabezal, el baño; tras el biombo, una cuna también de madera blanca. La única distracción es la colcha roja. 

Cuna decapada, similar en Bona Nit. 

Al pensar en una casa de madera, es muy importante decidir el tipo de madera, el tono y su acabado.

Cuestión de tonos

Cuanto menos tratada esté la madera, más rústico será el resultado. Y cuanto más oscura, más cálida y más protagonismo decorativo. También más saturación que necesitaremos compensar con más espacio, más luz, más colores claros, más simplicidad.

La solución intermedia es blanquear la madera, dejando su veta a la vista. Ganamos ligereza y sofisticación, sin perder carácter ni calidez. La madera decapada le suele dar al espacio un aire más afrancesado.

Cuando la pintamos totalmente de blanco, nos alejamos del rústico de montaña. Le damos el protagonismo a las lamas, que nos mandan al estilo nórdico o de los Hamptons americanos.

Sea como sea, para que la madera no nos sature, necesitamos de espacios abiertos y techos altos que dos dejen disfrutar al máximo de esas estructuras tan espectaculares, de las preciosas vigas que siempre nos regalan las casas de madera.

¿Nos hacemos una?

Cada vez hay más gente que se decide por las casas de madera. No solo por su encanto, tienen más ventaja: se construyen más rápidamente, consumen menos energía y también suelen resultar más económicas.

En contra, algunas necesitan de más mantenimiento. Y, lógicamente, las pequeñas modificaciones de las instalaciones (eléctricas o de fontanería) son más complejas.