Con espectaculares acabados, el granito permite infinitas aplicaciones, tanto interiores como exteriores. Sus innumerables ventajas, entre las que destacan su extrema resistencia y belleza irrepetible, lo convierten en una apuesta segura.
El granito es una roca ígnea de gran belleza, con una composición que le otorga una dureza muy alta y una gran resistencia a la abrasión. Totalmente reciclable y ecológico, existe en el mercado una extensa variedad de formatos, tonos y colores, y se puede emplear tanto en arquitectura de exteriores como de interiores. Sus ventajas son infinitas: su color es inalterable a los rayos del sol, es resistente al rayado y a todo tipo de agentes cáusticos. Debido a su alto contenido en cuarzo y feldespato es la piedra natural más dura, superior a todos los materiales sintéticos. Si bien siempre se ha utilizado en la construcción de grandes obras arquitectónicas, hoy en día es frecuente verlo en fachadas gracias a sus propiedades térmicas, en revestimientos murales de cocinas y baños o en piscinas por su casi nula porosidad.
Material multicolor
Su aspecto final depende del tamaño de los cristales y de su colorido que viene determinado por el tipo de feldespato y la mínima presencia de otros minerales como la magnetita. Ningún granito es igual a otro; hay infinitas variedades con ilimitados matices de color. En una de las zonas que más destaca es, sin duda, en las encimeras de cocina, ya que una encimera de granito es singular e irrepetible: tiene su ADN grabado. Además, dispone de un acabado fresco y natural al tacto, lo que la hace apropiada como superficie para preparar alimentos. Junto a su especial resistencia, el granito destaca por sus bellos acabados. El pulido presenta una superficie lisa y un brillo máximo, con una porosidad casi nula, lo que realza la textura de la piedra. Es el acabado perfecto para encimeras y antepechos. El envejecido es rugoso, y se puede encontrar mate o con un ligero brillo. El apomazado es alisado y mate, y el abujardado dispone de una superficie rugosa. El flameado tiene una superficie desigual de texturas perceptibles. A la hora de decidirse es importante conocer de antemano su función y su ubicación. En cuanto a las tendencias, los granitos tradicionales de grano medio y tono uniforme blanco o gris han dado paso a piedras de la India o Brasil, por citar algunas, con cristales de tonos amarillo y ocre, verde manzana con toques ocres, naranja y rosa, y de cristales pequeños, o de color negro con una mezcla exótica de pardo y blanco y amarillo fuego.