Está claro que nadie nace aprendido, y en cuestiones de jardinería, ¡menos aún! Que levante la mano quien jamás haya cometido errores de principiante al cuidar sus plantas de interior o plantas de exterior. Ya sabes, me refiero a regar las plantas cada día, independientemente de la especie, o pensar que los cactus son las plantas más fáciles de cuidar 😅.
Y aunque es cierto que la mayoría de las personas aprenden a cuidar sus plantas aplicando el ensayo-error, los consejos de las madres en este terreno son inestimables (y ahorran mucho dinero y disgustos).
A continuación, me gustaría compartir contigo 5 tips que aprendí de mi madre y que son claves para cuidar las plantas como se merecen.
1. Hay un sustrato para cada planta
Este es uno de los errores más comunes. Compramos una planta y creemos que cualquier tierra o sustrato le irá bien, ¡y no es así! Para que la planta crezca y se mantenga en condiciones óptimas, es imprescindible tener presentes sus características. No se puede utilizar el mismo sustrato para una suculenta que para unos geranios, por ejemplo. Así que, la próxima vez que vayas a comprar una planta, infórmate sobre el tipo de suelo que necesita antes de irte de la tienda. Y jamás uses la tierra del jardín como sustrato, porque puede contener parásitos que echen a perder tu planta.
2. El clima es fundamental
Puede que sientas unas ganas irrefrenables de tener un espatifilo lleno de preciosas flores blancas, pero si vives en un piso interior donde la luz natural es prácticamente es inexistente, siento decirte que no lo conseguirás. Cada planta requiere un tipo de clima para desarrollarse plenamente, y con clima me refiero a la cantidad de luz natural, pero también a los niveles de humedad y temperatura. Antes de adquirir una planta, averigua las condiciones que necesita para crecer sana y feliz.
3. Cultiva solo lo que comes
Cuando llegó la pandemia, cultivar frutas, hortalizas o hierbas aromáticas en casa, se convirtió en tendencia. Una moda saludable que responde a la preocupación de las personas por llevar una vida más consciente y sostenible y que sigue vigente a día de hoy. Pero si somos novatos en este ámbito y nos dejamos llevar por la emoción, podemos cometer el error de llenar nuestro jardín de todo tipo de verduras o árboles frutales cuyas cosechas terminarán perdiéndose (por no hablar del trabajo de mantenimiento y la inversión de tiempo que ello supone). Las madres son sabias, y por eso mismo, lo tienen tan claro: cultiva solo lo que comes.
4. La naturaleza es incontrolable
Las generaciones actuales estamos malacostumbradas a tenerlo todo en el mismo momento en que lo queremos, pero con la naturaleza eso no vale. La naturaleza tiene sus propias reglas, y por mucho que quieras planificar, al final, terminará imponiéndose. Tal y como me enseñó mi madre, si piensas tener un jardín, tendrás que aceptar que a veces las cosas no saldrán como deseas. Puede que llegue un temporal que eche a perder tus plantas, o que aparezca una plaga que no consigas frenar. Sea lo que sea, sé tolerante y no desesperes, la naturaleza seguirá su curso.
5. Ten presente la recompensa
Debido a nuestro carácter impaciente, otro error que solemos cometer es angustiarnos si nuestras plantas tardan en crecer o si no vemos resultados inmediatos, por ejemplo, en el huerto. En esos momentos, el mejor consejo que cualquier madre podría darnos, es tener presente la recompensa. Todo en esta vida requiere tiempo, y en lo que refiere a las plantas, te aseguro que desarrollar la paciencia merece la pena. ¡Ya me lo contarás! 😉
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