Suculentas, hay muchas, pero ninguna tan especial como la tradescantia zebrina. Es una planta de interior perfecta para decorar estanterías y cualquier rincón de la casa. Es bonita, atractiva y con un color púrpura muy característico. Seguramente, habrás visto en alguna ocasión esta planta tan ideal. Además, se puede añadir en espacios tan complicados para las plantas como el baño. Te enseñamos algunos de los cuidados básicos de la tradescantia zebrina. ¡Vamos!
Características tradescantia zebrina
La tradescantia zebrina es un tipo de tradescantia se caracteriza por sus hojas lanceoladas, las cuales presentan un patrón distintivo de rayas verdes y plateadas en la parte superior y un tono púrpura en la parte inferior. Las hojas tienen una textura suave y un brillo sedoso.
Es una planta de crecimiento rápido y extensivo. Se extiende fácilmente y puede colgar o trepar si se le proporciona soporte. Su naturaleza de rápido crecimiento la hace ideal para cestas colgantes o como cobertura del suelo en jardines.
Cuidados de la tradescantia zebrina
Esta planta es particularmente tolerante a diversos ambientes y fácil de cuidar. Prefiere la luz indirecta brillante, pero puede tolerar niveles más bajos de luz. Requiere riego regular, pero es importante no saturar el suelo, ya que puede ser susceptible a la pudrición de la raíz.
Riego
La tradescantia zebrina prefiere un suelo constantemente húmedo, pero no encharcado. En general, debes regarla cuando la capa superior del suelo (aproximadamente 1-2 cm) esté seca al tacto. Esto podría significar regar una o dos veces por semana; sin embargo, variará según las condiciones ambientales como la temperatura, la humedad y la luz.
Un buen drenaje es vital para evitar la pudrición de las raíces. Asegúrate de que tu maceta tenga orificios de drenaje y usa una mezcla de suelo que drene bien.
Dónde ponerlo en casa
Un lugar cerca de una ventana que reciba luz solar filtrada es ideal. Evita la luz solar directa y fuerte, especialmente durante las horas del mediodía, ya que puede quemar las hojas. Prefiere temperaturas cálidas y una humedad moderada. Evita colocarla cerca de fuentes de calor o corrientes de aire frío, como radiadores, aires acondicionados o corrientes de aire de ventanas abiertas.
Sol o sombra
Lo ideal para una tradescantia zebrina es la luz indirecta brillante. Esto significa que la planta debería estar expuesta a mucha luz natural, pero sin recibir los rayos directos del sol durante la mayor parte del día. La exposición directa al sol, especialmente en las horas más intensas del día, puede quemar sus hojas, causando decoloración y daño.
Abono
Utiliza un fertilizante equilibrado para plantas de interior, idealmente uno que tenga una proporción igual de nitrógeno, fósforo y potasio. Los fertilizantes líquidos o solubles en agua son fáciles de usar y se pueden mezclar con el agua de riego.
Durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), fertiliza la tradescantia zebrina aproximadamente una vez al mes. No es necesario abonar en exceso; seguir las instrucciones del envase del fertilizante es suficiente.
Temperatura
La tradescantia zebrina prefiere temperaturas moderadas a cálidas. Generalmente, se desarrolla bien en un rango de temperatura entre 18 °C y 26 °C. Esta gama de temperatura es típica de muchos hogares y oficinas, lo que la hace una planta de interior popular.
Cómo es la flor y todo lo que debes saber sobre ella
Aunque no es conocida por sus flores, la tradescantia zebrina produce pequeñas flores de tres pétalos, generalmente de color rosado o púrpura. Estas flores son discretas y no son la principal atracción de la planta.
Consejos para mantener la planta en perfecto estado
Coloca tu tradescantia zebrina en un lugar donde reciba luz indirecta brillante. Evita la luz solar directa que puede quemar las hojas. Si la planta no recibe suficiente luz, sus hojas perderán su variegación característica. Riega la planta regularmente, permitiendo que la capa superior del suelo se seque entre riegos. Evita el exceso de agua para prevenir la pudrición de las raíces. El drenaje adecuado es crucial.
Enfermedades comunes
Son muchas las enfermedades que puede tener una tradescantia zebrina. Algunas de las más conocidas son:
- Hojas Amarillas o decoloradas: A menudo es un signo de riego insuficiente o excesivo, o de falta de nutrientes. Ajusta el riego y considera fertilizar la planta si no lo has hecho recientemente.
- Manchas foliares: Causadas por hongos o bacterias, estas manchas pueden aparecer si las condiciones son demasiado húmedas. Mejora la circulación del aire alrededor de la planta y evita mojar las hojas cuando riegues.
- Oidio: Es un hongo que aparece como un polvo blanco en las hojas. Aumenta la circulación de aire y reduce la humedad si es necesario. Puedes tratar las hojas afectadas con un fungicida adecuado.
- Plagas comunes: La tradescantia zebrina puede atraer plagas como ácaros, pulgones y cochinillas. Inspecciona regularmente y trata con insecticidas naturales o jabón insecticida si detectas alguna plaga.
- Puntas de las hojas marrones o secas: Esto puede ser un signo de baja humedad, riego irregular o acumulación de sales del agua dura en el suelo. Aumenta la humedad y considera usar agua filtrada o destilada para el riego.
Beneficios de tener en casa la tradescantia zebrina
La tradescantia zebrina, con sus hojas variegadas y coloridas, añade un toque decorativo y natural a cualquier espacio interior. Su aspecto vibrante puede mejorar la estética de tu hogar u oficina. Como muchas plantas de interior, la tradescantia zebrina puede ayudar a purificar el aire. Aunque el grado en que las plantas de interior purifican el aire es un tema de debate, algunas investigaciones sugieren que pueden contribuir a eliminar toxinas y mejorar la calidad del aire.
Cómo se reproduce la tradescantia zebrina
La reproducción de la tradescantia zebrina es bastante fácil. Se reproduce principalmente a través de esquejes de tallo, un método sencillo y efectivo. Te contamos cómo hacerlo paso a paso:
- Paso 1. Selecciona un esqueje: elige un tallo saludable de tu planta tradescantia zebrina. Busca un tallo que tenga al menos unas pocas hojas y se vea vigoroso.
- Paso 2. Corta el tallo: con unas tijeras limpias y afiladas, corta un segmento del tallo de unos 10-15 cm de largo. Asegúrate de que el corte sea limpio para evitar dañar la planta madre y el esqueje.
- Paso 3. Retira las hojas inferiores: quita las hojas de la parte inferior del esqueje, dejando solo unas pocas hojas en la parte superior. Esto facilita la inserción del esqueje en el suelo o en el agua y previene la descomposición de las hojas sumergidas.
- Paso 4. Añade el esqueje en agua: coloca el extremo cortado del esqueje en un vaso de agua. Asegúrate de que las hojas inferiores no estén sumergidas. Cambia el agua cada pocos días. En unas semanas, deberías ver raíces emergiendo del esqueje.
- Paso 5. Trasplanta: también puedes plantar el esqueje directamente en una mezcla de suelo húmedo. Asegúrate de mantener el suelo húmedo pero no encharcado. Las raíces deberían desarrollarse en unas semanas. Una vez que el esqueje haya desarrollado un buen sistema de raíces, puedes trasplantarlo a una maceta. Si has enraizado el esqueje en agua, es importante hacer el trasplante una vez que las raíces sean lo suficientemente robustas.
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